Sed llenos del Espíritu – Efesios 5:18

Meditación sobre Efesios 5:18 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Muy buenos días, doy gracias a Dios porque nos permite continuar con nuestra serie de meditaciones sobre el libro de los Efesios y el día de hoy los invito para que pongamos nuestra atención en la segunda parte del versículo 18 del capítulo 5, pero antes voy a leer los versículos del 15 al 18 que dicen de la siguiente manera:

15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

INTRODUCCIÓN

Ya dijimos que existe una estrecha relación entre los versículos17 y 18.

Ella que el versículo 17 que analizamos la semana pasada nos exhorta a poner en primer lugar la voluntad de Dios y dice “Por tanto, no seáis insensatos sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” y como consecuencia de ello, ahora el versículo 18 nos dice claramente cual es esta voluntad de Dios y dice: Por tanto, “no os embriaguéis con vino lo cual está asociado con una vida disoluta, sino sed llenos del Espíritu”.

Varios comentaristas han dicho que el versículo 18, es el corazón del mensaje de la carta de Efesios y que es uno de los textos más cruciales en relación con la vida cristiana, ya que nos da la posibilidad real de andar «corno es digno de la vocación con que fuimos llamados» (Efesios 4:1),

HENDRICKSEN dijo que una de las más notables manifestaciones de “falta de sensatez” es la borrachera y su antídoto, es “ser llenos del Espíritu”.

John Stott escribió que, gramaticalmente hablando, este versículo contiene dos imperativos que son los mandamientos de no embriagarse y de ser llenos del Espíritu.

Y antes de empezar a analizar la segunda frase del versículo 18 que nos ordena ser llenos del Espíritu Santo surge la pregunta: ¿Quién es el Espíritu Santo?

Al respecto la pregunta 53 del Catecismo de Heidelberg dice: ¿Qué crees del Espíritu Santo?

Y la respuesta es:” Que con el eterno Padre y el Hijo es verdadero y eterno Dios. Y que viene a morar en mi para que, por la verdadera fe, me haga participante de Cristo y de todos sus beneficios, me consuele y quede conmigo eternamente.”

Y nosotros creemos que el Espíritu Santo es igualmente Dios con el Padre y el Hijo, aunque algunos lo niegan

Y fíjense bien, que en el libro de los Efesios encontramos tres afirmaciones sorprendentes respecto al Espíritu Santo 1.- Efesios 1:13 dice que al haber creído en el evangelio de nuestra salvación: fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

El doctor Martyn Lloyd Jones menciona que el ser sellado es ser bautizados con el Espíritu lo que es una experiencia precisa definidamente concreta que ocurre en un momento dado, que nosotros no controlamos y que es obra totalmente del Señor.

Es decir, el sello y el bautismo del Espíritu ocurren cuando el mismísimo Espíritu Santo utilizando la palabra de Dios que es la Biblia pone la fe en nuestros corazones para que creamos en Cristo como nuestro señor y Salvador y en ese momento experimentamos el nuevo nacimiento.

Y así como un dueño sella con un sello especial su propiedad para marcarla como suya; los creyentes tenemos el sello del Espíritu Santo como la señal de que le pertenecemos a Dios.

 Y lo más maravilloso de esto es que no solo tenemos el sello del Espíritu, sino que además el Espíritu Santo viene a morar en nosotros como dice. 1 Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Es decir, que aunque nuestra mente chiquita no alcance a comprenderlo, tenemos el altísimo e inmerecido honor de que el Espíritu Santo, la mismísima tercera persona de la Santísima Trinidad habite o more en nuestro humilde ser y como habita en nosotros, podemos contristarlo.

2.- Y por ello la segunda afirmación extraordinaria respecto al Espíritu Santo que encontramos en el capítulo 4 de Efesios es que se nos ordena no contristarlo y dice: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención

Y la palabra utilizada en el texto original en griego que se traduce como contristar es la palabra “lypeo” que se puede traducir también como que no causemos dolor, pena o desazón al Espíritu Santo, lo cual nos indica que el Espíritu Santo es una persona porque solo las personas pueden tener estos sentimientos

John Stott dijo que cuando los creyentes damos lugar a malos pensamientos o sugerencias engañosas, de venganza, de codicia, o de inmundicia, y contaminamos nuestra alma y mediante estas imaginaciones, reflexiones, o motivaciones de maldad de todo tipo, permitimos que nuestros deseos, pasiones y malos apetitos nos controlen,

en ese momento al vivir una vida de pecado, el Espíritu que mora en nosotros sufre, en sentido figurado, el quebranto de su corazón, es decir, contristamos apagamos, afligimos y sofocamos al Espíritu Santo y estando entristecido no nos controla y además se retira de nosotros

Pero vayamos ahora a la tercera afirmación sorprendente sobre el Espíritu Santo que dice:

antes bien sed llenos del Espíritu,

Y esta orden es sumamente importante ya que en 1 Pedro 1:16 tenemos otra orden que dice: Sed santos, porque yo soy santo. Y para hacer posible el proceso de santificación que Dios está obrando en la vida de los que formamos parte de la familia de Dios aquí se nos ordena que estemos llenos de aquel que es Santo, santo, santo y que es el Espíritu Santo

Y al hablar de la llenura del Espíritu, en primer lugar, hay que aclarar que «ser llenos del Espíritu» es una condición continua a diferencia de ser sellados por el Espíritu que es una experiencia puntual y muy definida.

El ser llenos, no es una experiencia puntual sino más bien es un mandamiento o exhortación.

Por lo que el ser llenos del Espíritu es obligatorio, no optativo.

Porque en este versículo Dios no nos consulta, ni nos pregunta, ni nos da una opción, sino que nos da un mandamiento muy claro que debe ser obedecido.

Ahora bien, ¿Qué significan las palabras sed llenos?

FF BRUCE

La palabra utilizada en el texto original en griego que se traduce como “sed llenos” es “plerousthe” y tiene una forma gramatical que es muy importante ya que cumple cuatro características:

Primero, está en el modo imperativo. “Sed llenos” no es una propuesta tentativa, sino un mandamiento autoritario. No tenemos libertad para evadir esta responsabilidad.

Segundo, está en plural. En otras palabras, está dirigido a toda la comunidad cristiana. Ninguno de nosotros debe embriagarse; todos nosotros debemos ser llenos del Espíritu. La plenitud del Espíritu no es un privilegio para unos cuantos, sino que es una orden para todo el pueblo de Dios.

Tercero, está en voz pasiva: Lo que implica que es una acción que nosotros no generamos, sino que recibimos

Cuarto, está en tiempo presente En griego hay dos clases de imperativo: un aoristo que describe una sola acción, y un presente, cuando la acción es continua.

Así, cuando Jesús dijo durante la fiesta de bodas en Caná: “Llenad estas tinajas de agua” (Juan. 2:7) el imperativo es aoristo, ya que las tinajas debían llenarse sólo una vez.

Y aquí el texto dice “Sed llenos del Espíritu” y se encuentra en un imperativo presente, lo que indica que debemos continuar siendo llenados.

Hemos sido “sellados” por el Espíritu Santo de una vez y para siempre; pero necesitamos ser llenados del Espíritu y llenarnos cada día de nuestra vida y cada momento del día.

CONCLUYO

Teológicamente hablando, este versículo, nos dice que nuestro deber cristiano es evitar la embriaguez y buscar la llenura o plenitud del Espíritu.

La gran diferencia entre las personas que viven embriagadas, deshumanizadas y transformadas en una bestia “bajo la influencia del alcohol” o las personas que viven llena practicando las obras de la carne; y las personas que son hijos de Dios y forman parte de la familia de Dios y viven bajo la influencia y poder del Espíritu Santo, la diferencia son los frutos o resultados que ambos producen:

Y la Biblia nos habla de los frutos de la embriaguez y dice que provoca una vida disoluta y los frutos de las obras de la carne las menciona Gálatas 5:19-22 que dice: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Y en contraste Gálatas 5: 22 nos habla del fruto de ser llenos del Espíritu y dice:

 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley

Termino con la pregunta:

¿Cuáles son los frutos que tuvimos en nuestra vida del día de hoy? ¿Los de la carne o los del Espíritu?

Y si fueron los de la carne les recuerdo el mandato

18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Puede ver todos los capítulos de la Serie dando click (tap) aquí:

Reflexiones sobre la Epístola a los Efesios

Comparte con tus amigos