Por nada estéis afanosos
Meditación sobre Filipenses 4:4-9 (v. 6-7) por el A.I. Saulo Murguia
Texto bíblico: Filipenses 4:6-7
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Transcripción
La semana pasada citamos Romanos 14:17, diciendo que recocijarse (alegrarse) en el Señor siempre, se refiere al gozo, que es una de las marcas o caracteríticas que distinguen a un ciudadano del Reino de Dios.
El el versículo 7, Pablo se refiere a otra de las marcas del Reino de Dios, la paz de Dios.
¿Cuales son esas marcas o características mencionadas en Romanos 14:17?
«porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.»
En Filipenses 4:5-7, el apóstol Pablo nos hace notar que hay un fuerte contraste entre la ansiedad y la Paz de Dios… de hecho lo pone como cosas opuestas.
Dice en el versículo 6: por nada estéis afanosos.
¿Es realmente posible que no te afanes por nada? La Biblia fue escrita en una época mucho más simple; ¿son aplicables estos versos en la sociedad actual con todo su estrés y exigencias?
La Biblia nos dice que no debemos estar afanosos, pero ¿es esto posible en nuestros días? ¿Cómo puedo lograr ser realmente libre de los afanes cuando hay tantas cosas que enfrentar? ¿Qué sucede si de pronto pierdes el trabajo y no puedes seguir pagando la renta? ¿Qué pasa si tu negocio no va bien? ¿Qué pasa si fracasas en los exámenes? ¿Qué pasa si no puedes obtener la casa de tus sueños? ¿o nunca más tienes la oportunidad de viajar? ¿Qué pasaría si…?
Puedes encontrar razones de todo tipo para afanarte.
Puedes creer que es necesario estar preocupado e inquieto por tales cosas.
¿Acaso no es lógico afanarse por el futuro? Pero la Biblia no nos dice que debemos estar afanosos solo por las cosas realmente importantes, las grandes preguntas de nuestra vida. ¡Al contrario, dice que por nada debemos estar afanosos!
Sabemos que es necesario hacer planes para el futuro de nuestras familias, buscar el sustento y proveer para sus necesidades, como vemos -por ejemplo- en Proverbios 21:5
«Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia;
Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.»
Pero, hay una diferencia muy importante entre «estar afanosos» y ser diligentes.
En griego dice μεριμνᾶτε – de la palabra griega merimnao «ansiosos» Una persona que en forma penosa, lamentable, trabajosa se afana y en hacer las cosas de manera apresurada para obtener alguna cosa.
Con diligencia podemos anticiparnos a posibles problemas que pudieran surgir y hacer planes para evitarlos, pero debemos confiar en el poder y provisión de nuestro Dios y no en nuestras propias capacidades. Dios es quien tiene el control, no nosotros.
Provebios 19:21 nos recuerda:
«Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;
Mas el consejo de Jehová permanecerá.»
Recordemos lo que dice Santiago 4:13-17
«!Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. «
A fin de cuentas, debemos confiar plenamente en Dios sabe mejor que nosotros lo que hay que hacer cuando nuestros planes salen mal.
¿como podemos hacer esto?
Primero hay que notar que justo en le versículo anterior el apóstol dice «el Señor está cerca». Si sabemos que el Señor está cerca de nosotros, será difícil que nos invada la ansiedad.
Si nos ponemos ansiosos, significa que en realidad no estamos creyendo que el Señor está cerca.
Está cerca de nosostros, eso significa que Él está presente con nosotros por su Espíritu, para consolarnos y fortalecernos y también está cerca de nosostros porque su regreso es inminente.
Pablo se refería a esos dos aspectos de la cercania de nuestro Señor.
Dios nos hará fuertes para soportar todo lo que se presente y podamos continuar firmes en la fe, sabiendo que el Señor está cerca.
No tenemos que estar ansiosos, porque Jesús podría venir en cualquier momento.
Luego dice… (v6)
…sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Nuestra paz no depende de que Dios nos conceda todas y cada una de nuestras peticiones sino que la comunión con Dios nos hace recordar todo lo que Él ha hecho por nosotros, y entonces, damos gracias Dios por ello.
Dios ha sido bueno con nosotros en el pasado y lo seguirá siendo en el futuro.. eso es una fuente de paz.
Una paz que sobre pasa todo entendimiento.
Debemos recordar una regla: la ansiedad y la fe no van juntas.
Debemos estar convencidos de que todo lo que tenemos hasta hoy vino de Dios y continuará viniendo de Él.
Una vida de constante oración, acrecienta nuestra paz por medio de la provisión soberana de Dios y no de nuestros propios planes.
La paz de Dios siempre viene como respuesta a nuestras oraciones, cuando damos a gracias a Dios por todo.
Dios les bendiga, que sigan disfrutando de este hermoso día!