Iglesia Nacional Presbiteriana
Pedro, un apóstol elegido para llevar el mensaje de salvación a todas las naciones, experimentó una revelación que transformó su forma de ver la obra de Dios. En este relato, se cuenta cómo una visión lo llevó más allá de los límites culturales y religiosos, para proclamar que en Dios no hay favoritismos. A través de su encuentro con Cornelio en Cesarea, Pedro entendió que la salvación en Cristo Jesús era para todos, sin acepciones. Este evento revolucionó la misión cristiana, derribando barreras raciales y uniendo a judíos, samaritanos y gentiles en un solo cuerpo: el Cuerpo de Cristo. La experiencia de Pedro reafirma la Gran Comisión y el llamado a llevar las buenas nuevas a todas las naciones.
El evangelio no es solo para que los incrédulos puedan llegar a Cristo, sino que es para toda la vida, llevándonos a obedecer y caminar en santidad, en dependencia del Espíritu Santo. Necesitamos, entonces, definir claramente el evangelio, si queremos entender su centralidad e impacto en nuestra vida. La proclamación nos ayudará a conocer mejor este evangelio que amamos y predicamos, y cómo se aplica en nuestra vida diaria.
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Dios mediante la reunión se llevará a cabo presencial y en línea, las esperamos