Cizaña

Hay una parábola que se encuentra solamente en el Evangelio de Mateo. Sin embargo, es muy conocida. Es la parábola de la cizaña” (en griego es “zizaña”) (Mateo 13:24-30,36-43). El hecho de que sea casi igual en español como en griego muestra la influencia de la Biblia en la cultura. El sentido de esta palabra se deriva de la parábola de Jesús. La importancia de esta palabra radica en el hecho de que Jesús la escogió para enseñar  a sus discípulos (y a nosotros) algo importante. Para entender lo que nos enseñó en esta parábola tenemos que saber algo de la “cizaña”.

 Por supuesto, Jesús no enseñaba la agricultura a sus seguidores. Cuando usaba las ilustraciones de la agricultura era para unas enseñanzas más profundas. Como pasó muchas veces, los discípulos no entendieron la parábola cuando la oyeron la primera vez. Por esos, les da una explicación, que es también una aplicación, (Mateo 13:36-43). Somos iguales que los discípulos de aquel entonces también necesitamos explicación.

La cizaña fue una plaga entonces para los que sembraban y cosechaban el trigo. Es una planta que, en cuanto al tallo y las hojas es muy semejante al trigo. Da una semilla también aunque es fácil distinguir del trigo, no se puede distinguir sino hasta que se haya formado bien como semilla, ya casi madura. Y es importante distinguir estas semillas porque la cizaña es venenosa, tanto para los animales como para el ser humano. Mezclar las semillas para hacer harina sería fatal para aquellos que la comerán.

Por la diferencia  entre las semillas no es normal sembrar una por otra accidentalmente. Si hay cizaña en la cosecha se puede concluir que fue sembrada adrede, ya que no se confunde fácilmente. Esto explica a la pregunta de los siervos en la parábola: ¿no sembraste buena semilla…de donde, pues, tiene cizaña? (v.27). El patrón dice: “Un enemigo ha hecho esto”. Jesús, más tarde, cuando explica la parábola a sus discípulos, identifica el sembrador como el enemigo. Dice: “El enemigo que sembró es el diablo”.

Dentro de la iglesia siempre encontramos personas, doctrinas, a actividades, enseñanzas, hábitos, comportamiento y actitudes que son el resultado de la mala semilla. Y el que siembra la mala semilla es el diablo, que tiene muchos ayudantes en el mundo. Tenemos que estar conscientes de la obra del sembrador del diablo y sus ayudantes. La buena semilla es la Palabra de Dios (Lucas 8:11). La mala semilla, la cizaña, es toda enseñanza contraria a la Palabra de Dios.

Editorial Publicado 13 de mayo de 2009, en el boletín Buen Oleo, Iglesia Nacional Presbiteriana

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One thought on “Cizaña

  • EXELENTE EXPLICACIÓN, MUY BUENA PARA LOS QUE ENSEÑAMOS EL EVANGELIO

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