Cristianismo: Un estilo de vida
Se dice con frecuencia que el cristianismo…
Editorial – domingo 8 marzo de 2020
Por Gerald Nyenhuis
Esto suena muy bien y casi todos estamos de acuerdo, por lo menos al principio. Sin embargo, en cuanto hiciéramos el intento de describir esta vida, nos encontraríamos con dificultades. Si yo dijera: estoy de acuerdo contigo, pero ahora explícame ¿cómo es este estilo de vida? ¿Cuántas palabras emplearías para explicármelo? ¿Cuáles serían?
¿Cómo describirías la buena vida? Al hablar de la buena vida, lo explicarías igual que al hablar de la «buena» vida o la buena vida ¿pudieras hablar de una buena (¿?) vida? Y ¿la buena vida sería igual que la vida buena? A lo mejor hablarías de la «verdadera» buena vida o la « llamada» buena vida, o quizá de la supuesta vida buena.

Podemos responder diciendo que es cierto que el cristianismo es una vida y un estilo de vida, pero es necesario empezar con Cristo. El cristianismo es vida en Cristo. Pero esto es imposible de entender o aun pensarlo, sin tener una doctrina de Cristo. No podemos saber quién es Cristo sin saber del Dios Trino. Cualquier concepto de Cristo que no tome en cuenta el hecho de que Cristo es la segunda persona de la Trinidad, encarnado, para realizar el plan trinitario para nuestra salvación, es decir, para vivir en Cristo, sería un concepto equivocado.
Entonces podemos decir que el cristianismo es una vida, pero que esta vida puede darse solamente con base en algunas fuertes doctrinas. El cristianismo como vida es posible solamente si las doctrinas de Cristo y la Trinidad son verdad.
La vida cristiana es una comunión con Dios. Tiene que ser comunión con el Dios Creador, porque no hay otro. Si no hay otro, este Dios Creador tiene que ser mi Creador mi comunión con Él ha de ser en todo lo que está implícito en ello. Sin embargo, todo esto es una doctrina.
Para que tenga comunión con Él, he de saber algo sobre Él. No puedo vivir en comunión con Dios sin saber Quién es y cómo es. Tampoco puedo tener comunión con Él sin darme cuenta de ello, pues eso no sería comunión.
Tener comunión, con Él o con cualquiera, ha de ser una experiencia consciente. Si Él es mi Creador, ha de saber quién soy yo y me puede decir cómo soy, pues sin que Él me diga, yo no sé como soy. Es decir, he de tener una doctrina de mí mismo, para saber quién soy.

Cada vez este asunto se hace más complicado, y más doctrinal. Es mejor decir: Si el cristianismo es un estilo de vida, basada en un complejo de doctrinas, todas reveladas en la Biblia, la Palabra de Dios, con quién tenemos comunión en Cristo.