Pacientemente esperé…

Meditación en el Salmo 40

Pbro. Pedro Arcos Sánchez

Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor…

El salmo 40 es uno de los últimos salmos mesiánicos, y se llaman de esa manera ya que fueron citados así en el Nuevo Testamento pues presentaban señales claras para la identificación del Mesías.

Encontramos aquí que mediante la revelación del Espíritu Santo él celebra en alabanza y agradecimiento la resurrección, el triunfo y la ascensión del señor Jesucristo mismo.

Además, aquí se expresa una ligera nota de continuidad con el salmo anterior, el salmo 39. Hay ciertos historiadores que dicen que este salmo expresa la experiencia de David en su huida de Absalón.

A. Proclamando una alegre liberación.
Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.Salmos 40:1-3
aPacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí:

La idea de que el Salmista David quiere comunicar con el pueblo de Dios tiene que ver con la palabra ESPERAR, El salmista ha sido común, especialmente en los últimos Salmos (Salmo 25:5 Encamine en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios, de mi salvación; en ti he esperado todo el día” 37:7 “Guarda silencio ante Jehová, espera en él” 37:9 “Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra”).

En el Salmo anterior (39:7 “Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti”) El salmista David esperó en el Señor sin obtener una respuesta inmediata. Pero notamos el salmo 40 la respuesta es declarada: Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

El Salmista David esperó con diligencia y firmeza, paciencia y perseverancia, hasta que Nuestro Dios le contesto su clamor el ayudarle.

bY me hizo sacar del pozo de la desesperación… Puso mis pies sobre peña:

los beneficios que recibió el salmista mientras esperaba pacientemente a Jehová. Dios le libró de su crisis presente (la cual era como lodo cenagoso), y le colocó en un lugar mejor y más seguro (enderezó mis pasos). La oración de David por la liberación fue contestada.

c. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios:

Este es otro beneficio que David obtuvo al esperar a Nuestro Señor. Su liberación trajo una alabanza espontánea, un cántico nuevo que salió de Dios mismo.

d. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová:

Este es un beneficio más de la espera paciente de David por el Señor. La liberación y la bendición que vino de ello era un testimonio efectivo para los demás. Fueron inspirados para temer al Señor y para confiar en Él.

Confiarán en Jehová:

“El confiar en el Señor es la evidencia y más aún la esencia de la salvación. Aquel que es un verdadero creyente es evidentemente redimido del dominio del pecado y Satanás.”

2. (4-5) Confiando en el Dios que piensa en Su pueblo.
Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.Salmos 40:4,5
aBienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza:

Este es un pensamiento natural y apropiado fluyendo a través de lo que David acababa de experimentar. Él sabía por experiencia que la confianza– mostrada por esperar pacientemente en el Señor– es bienaventurada.

Encontramos ejemplos en la Biblia Lázaro era un hombre pobre, Mardoqueo era odiado, el profeta Elías era solitario, pero eran hombres que confiaban en nuestro Dios. La Biblia dice: “Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza”

bY no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira:

David conectó la confianza en Dios con la conducta moral – en este caso la habilidad de discernir y juzgar el carácter de otros y de actuar apropiadamente para con ellos. Quizás la crisis de David llegó de no respetar a los soberbios, o aquellos que se desvían tras la mentira.

c. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos:

David bendijo a Dios como el hacedor de muchas obras maravillosas y por Sus pensamientos hacia Su pueblo. David sabía que Dios pensaba en él (y Su pueblo), y pensaba en ellos favorablemente – de otra manera no hubiera bendición en esos pensamientos.

En el Salmo 8:4 David se preguntaba, ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria? Él consideró la grandeza del universo y estaba asombrado en que Dios pensara en el hombre. Allí surge la idea del salmista David y él está admirado que Dios piensa en su pueblo. El salmista se dio cuenta que Dios ama a su pueblo, y dice el Salmista que no es posible contarlos.

Los pensamientos de Dios para con nosotros son maravillosos porque son muchosno es posible contarlos.  No podemos contar los pensamientos de Dios sobre nosotros…

Conclusión

Nuestra paciencia para recibir una respuesta de Dios, se basa en nuestro clamor hacia Él. Si clamamos constantemente podemos esperar su respuesta.

Muchas personas se cansan de esperar, se debilitan y dejan de creer que Dios tiene algo bueno para ellos, piensan que ya tal vez Dios no responda. Pero este salmo nos muestra que debemos esperar pacientemente por que la fe también es perseverancia. Dios es bueno y responderá, pero si somos muy impacientes podemos equivocarnos, buscando tener esperanza en cualquier otra cosa. Todo lo que hagamos debe estar basado en la fe.

Nuestra fe crece y es probada mientras esperamos. Esperar pacientemente es una declaración de nuestra confianza, de saber que Dios es fiel. Esto no significa que debamos tener una actitud pasiva en cuanto a nuestras responsabilidades, nuestra parte es actuar en fe, obrar de acuerdo a lo que creemos conveniente, pero sabiendo que el Señor es quien bendice a nuestras acciones.

Podemos tener acciones sin fruto porque no proceden de la verdadera fe, pero si nos esforzamos poniendo primero la obediencia al Señor, el camino que tomemos encontrará el rumbo conveniente que dará frutos de paz y bendición duradera.

Reina-Valera 1960 (RVR1960) © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

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