…mas Dios lo encaminó a bien

Texto: Génesis 50:15-21 (v. 20)

El texto de Génesis 50:20 nos enseña que las acciones de Dios son decisivas para dar forma al futuro.

Podríamos resumirlo así:

José pasó por una serie de sufrimientos por sus hermanos, pero los objetivos pecaminosos de ellos se vieron frustrados al ser arrastrados hacia los propósitos de Dios y utilizados por Dios de tal manera que trajeron vida en lugar de muerte.
Las acciones de los hermanos se convirtieron en las acciones de Dios al ser entretejidas en los propósitos vivificantes de Dios.

Como creyentes podemos estar sometidos a dos diferentes tipos de sufrimiento:

Cuando el apóstol Pablo escribió sus cartas como Efesios, Colosenses, Filipenses, Filemón, se encontraba en prisión.
En ese período tras las rejas, Pablo experimentó sufrimiento por causa del evangelio.
En la actualidad, los cristianos podríamos sufrir una gran variedad de cosas como rechazo, discriminación, incluso prisión o hasta la muerte, todo por la causa de Cristo, por testificar de Él.

Pero hay algo que todos nosotros sufrimos tarde o temprano: dolor, enfermedad y cosas similares, pero no siempre por causa del evangelio o nuestro testimonio cristiano.

La Biblia habla de muchas realidades que están más allá de este mundo físico, como la naturaleza de Dios y sus atributos, los ángeles y demonios, la fe, la salvación, justificación y otras muchas cosas sobre las cuales siempre estudiamos y hablamos acerca de ellas.

Sin embargo, la enfermedad y el dolor nos fuerzan a pensar en otras realidades más concretas de nuestra existencia física.

En medio de una tragedia o enfermedad, hay quienes preguntan:
¿Por qué, Dios? ¿Por qué has permitido esta enfermedad o este sufrimiento en mi vida?
Algunos responderían diciendo que Dios no tienen nada que ver con este tipo de sufrimiento.
Esta respuesta es totalmente falaz.
Nuestro creador es omnipotente y Él tiene el poder para terminar con nuestro sufrimiento y no hay pensamiento que se esconda de Él.
Vemos lo que dice Job:

Aun más, la palabra de Dios nos dice que el Señor ha ordenado todo lo que pasa.
Como vemos en:

Entonces podemos ver la mano de Dios en el sufrimiento o la enfermedad, aunque Él es incapaz de hacer el mal.
Como vemos en:

Otros enseñan que Dios tiene un conocimiento incompleto del futuro. Eso significa que hay cosas malas que Él no podría prever y que no tienen ningún propósito.

Esta posición es totalmente insostenible porque Dios conoce todo: pasado, presente y futuro y providencialmente control todo lo que pasa, no hay sufrimiento «sin sentido» o sin propósito.

Las razones para nuestro dolor, enfermedad o sufrimiento frecuentemente quedan en el misterio. Pero no hay duda de que Dios trabaja para nuestro bien y Su gloria en todas nuestra dificultades y dolor.
Como vemos en:

y…

El peso temporal de nuestro sufrimiento no se compara con el peso eterno de la gloria de Dios para la cual fuimos llamados.

El ser más como Cristo es nuestra meta en la vida, el propósito del Señor para nosotros.

Es crecer en paciencia, humildad, amor, perdón, gracia, mansedumbre, auto-control y esperanza en Dios. Esto se desarrolla en el campo de las pruebas y el sufrimiento que involucra nuestro llamado.

Debemos entender que todo obra para el bien que nos lleva con seguridad al destino final del creyente: la vida eterna con el Dios de gloria. No para un bien temporal o terrenal.

Caminamos en la tierra con la mirada en la gloria venidera, sabiendo que nuestro Dios eterno usa todo para nuestro máximo bien, porque nos ama en Cristo y nos ayuda por su Espíritu para ser crecer y ser cada día más como Él.

Dios les acompañe y les permita ser guiados siempre con Su Palabra.

Saulo Murguia