Para esto está la Iglesia

El gran mandamiento (Mr.12:28-31) es grande no solamente por su nobleza sino también por sus expectativas para la humanidad. El promover el amor hacia Dios y hacia el prójimo no es tarea pequeña. Para esto está la iglesia. En la Iglesia juntamos las generaciones para la humanidad.

El promover el amor hacia Dios y hacia el prójimo no es tarea pequeña. Para esto está la Iglesia.

En la iglesia juntamos las generaciones para recapitular la historia del trato de Dios con nosotros, para reafirmar nuestros valores, para nombrar el NOMBRE, y para identificarnos los unos a los otros como discípulos de Cristo. Es un lugar de refrigerio y crítica, – en el mundo pero aparte de él.

Los seres humanos no se transforman fácilmente. No cambiamos simplemente llegando a una nueva apreciación, cognoscitiva o emocional, de nuestra relación, en un nuevo estilo de vivir en el mundo y de percibirlo. Tener una experiencia de conversión no es todos, dicen dos sociólogos (Berger y Luckman), lo esencial es poder tomarla en serio y continuarla, manteniendo el sentido de su realidad. A pesar de lo que el popular “evangelicismo” norteamericano quisiera que creyéramos, el cristianismo no es algo instantáneo o momentáneo. Más bien exige tiempo, cultivación, trabajo, perfeccionamiento y reformación. El lugar esencial para la formación de cristianos es el crisol de la Iglesia.

Adaptado del libro. What´s right with the Church. De William Harper&rowe. (p38)
Iglesia Nacional Presbiteriana “Berith
Boletín Buen óleo
Domingo 11 de marzo de 1990.

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