Bendice alma mía al Señor – Parte 10

Muy buenos días mi nombre es Marcos Mercado Estrada y por este medio electrónico me da mucho gusto enviar un cordial saludo a todos los que nos escuchan en muy diversos lugares, en este hermoso día.

Hoy continuamos con la décima de una serie de meditaciones basadas en el Salmo 103 , que es un Salmo que nos recuerda todas las bendiciones que Dios derrama cada día sobre nosotros y podemos usar este Salmo para alabar a Dios con todo nuestro corazón.
Voy a iniciar leyendo este hermosísimo salmo:

1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.
7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.
8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.
20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.
21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.

La semana pasada analizamos en versículo 17 que dice

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

La «misericordia del Señor» es un tema importante en toda la Biblia y más de la mitad de todas las veces que se usa la palabra “misericordia” ocurre en los Salmos.

Y en particular el Salmo 103 nos recuerda, en cuatro ocasiones distintas, que Dios otorga su misericordia amorosa a Sus hijos, por eso el versículo 4 dice El es el que te corona de favores y misericordias.

Los versículos 11 y 17 muestran tanto la grandeza como la eternidad de la misericordia de Dios y el v 11 dice

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Y por otra parte el v.17 que analizamos la semana pasada habla de su duración de la siguiente manera:

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

Y además en este versículo tenemos una promesa que nos asegura que la misericordia de Dios alcanzará a los hijos y a los nietos de aquellos que temen a Dios

Ahora bien el v. 18 que hoy vamos a comentar continúa hablando acerca de quiénes son los que reciben la misericordia de Dios y dice

VERSÍCULO 18 SOBRE LOS QUE GUARDAN SU PACTO Y LOS QUE SE ACUERDAN DE SUS MANDAMIENTOS PARA PONERLOS POR OBRA.

En este versículo existen dos palabras claves que son dos participios “guardan” y “acuerdan”, los que guardan y los que se acuerdan ¿de qué cosa?

 De los mandamientos de Dios

Y estos dos participios modifican, limitan o restringen la aplicación de la misericordia de Dios a los que guardan su pacto y se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra

También están alineados en una construcción paralela, que sirve para enfatizar y especificar quiénes recibirán la misericordia y la justicia de Dios.

Los padres han de ser obedientes y los hijos también. Estamos comprometidos a permanecer en el pacto, y los que lo abandonan depositando su confianza en cualquier otra cosa que no sea la obra consumada por Cristo no están entre los que obedecen este precepto.

Los verdaderos hijos de Dios guardan los mandamientos del señor con gran esmero y se «acuerdan de ellos para ponerlos por obra, es decir para cumplirlos.

Dios quiere que nuestra descendencia sea una estirpe prudente, precavida, cuidadosa, cumplidora, y es su deseo que conozcan su voluntad y estén dispuestos a seguirla por completo; porque entonces su misericordia será sobre ellos y los enriquecerá y los seguirá de generación en generación.

Vayamos a la primera parte del versículo que dice

SOBRE LOS QUE GUARDAN

La palabra hebrea shamar que se traduce como el participio “guardar” se usa 431 veces en el Antiguo Testamento. Por lo general, transmite la idea de «conservar», «observar» o «preservar».

 Genesis 17:9  Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.

Vayamos ahora al a la 2ª parte del versículo que dice  “los que se acuerdan”

Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos

El participio «los que se acuerdan» tzajar denota la idea de «recordar» o «considerar».

Recordar no es solo una operación mental, requiere una acción.

La última parte de este versículo dice: PARA PONERLOS POR OBRA

Este infinitivo se usa como el único verbo en la oración es decir es la acción requerida.

Esta palabra «ponerlos» se usa más de 2200 en el Antiguo Testamento. La definición suele ser «ejecutar» o «hacer».

En el Antiguo Testamento tenemos la orden de ponerlos por obra en:

En Deuteronomio 6:1–2 que dicen:

1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;

2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.

En la Biblia se nos ordena amar a Dios y Amar a Dios requiere de una vida de obediencia a Dios. Esto lo encontramos en.

Deuteronomio 6:4–7 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Cuando los fariseos que conocían la ley a la perfección tentaron a Jesús y le preguntaron en Mateo 22:36-40

36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?

37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

38 Este es el primero y grande mandamiento.

39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

No nos queda la menor duda de que el amor es una de las cosas más importantes en esta vida.

Lo que Jesús respondió es que lo más importante en esta vida es amar. Amar a Dios en primer lugar y en segundo lugar al prójimo.

De vez en cuando le pregunto a mis nietos ¿Qué es lo más importante en esta vida?

Y la respuesta correcta es amar a Dios y amar al prójimo que incluye a su esposa o esposo si es mujer, a sus padres, a sus hermanos, a sus familiares, a sus amigos y aún a sus enemigos

La Biblia es muy clara cuando menciona la tríada de virtudes que son la fe la esperanza y el amor,y nos dice que la mayor de ellas es el amor.

Lo que es más, Juan dice que el que no ama simplemente no conoce a Dios porque Dios es amor.

CONCLUYO:

En este día podemos decir con todo nuestro corazón Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre, 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Porque por medio del sacrificio de Cristo alejó de nosotros nuestras rebeliones. Así como está lejos el oriente del occidente. Amén

Bendice alma mía a Jehová porque la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

 La misericordia de Jehová es para los que le aman con todo el corazón, con toda el alma, con todas la s fuerzas y con todo el entendimiento

Bendice alma mía a Jehová porque esta promesa también es para nuestros hijos y nietos amén

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