LOS NEXOS DE COMUNIDAD (2)
Ya hemos notado que los nexos de comunidad se forman entre los que tienen una fuerte relación entre sí porque hay algo que todos tienen en común. También hemos notado que en el caso de la iglesia especialmente esto que tienen en común es su credo, o sea, lo que todos creen. Por eso, es importante que para formar una verdadera comunidad sea menester que todos tengan un buen conocimiento de lo que creen, por más específica, precisa y profunda que sea su fe, más fuerte será su sentido de comunidad.
Otro factor de mucha importancia es el desarrollo de hábitos y costumbres. Las comunidades tienen su forma de hacer las cosas juntas. Tienen sus fechas y eventos que celebran juntos. Hay ciertos ejercicios que involucran a todo el cuerpo como ponerse de pie para cantar el himno de iniciación del culto, o para recibir la bendición y cantar la doxología. Las sociedades también tienen su forma de hacer las cosas, de realizar sus reuniones y sus proyectos.
La eficacia de estos hábitos y costumbres depende de la participación de los miembros de la comunidad. El que no participa no va a disfrutar el placer de ser de la comunidad, y es posible que debilite la experiencia para otros también.
El culto es un ejercicio de comunidad. Participamos individualmente como participantes en el pueblo de Dios. Somos el pueblo los que llegamos al culto. La experiencia de comunidad depende de nuestra participación. Siempre empezamos mal. Nuestra impuntualidad milita contra la experiencia de comunidad. Esto de que “empezamos los que estamos” no es una saludable experiencia de comunidad. El hábito y costumbre de llegar tarde es un hábito nocivo, ya que no promueve la experiencia de comunidad, más bien la estorba.
En programas públicos. Como los conciertos, los promotores saben la importancia que tiene propiciar “comunidad” en los conciertos, aunque sea una comunidad provisional, que dura solamente un par de horas, más o menos. Cuadro empieza el concierto cierran las puertas para conservar la atmósfera, es decir, promover la comunidad. Se pueden unificar solamente las personas presentes; incorporar a las otras es otro proceso.
Otro hábito importante es la participación durante todo el culto (o programa si se trata de otro tipo de reunión). Eso de entra y salir durante el programa destruye el sentido de comunidad. Eso no pasa en la iglesia Berith, pero en otras iglesias en que he estado ha habido un constante entrante y salida de gentes. Algunas iglesias son peores que otras, pero la costumbre no conduce al espíritu de comunidad. De hecho, en algunas iglesias, el “espíritu de comunidad” parece no importar mucho. La sincronización de actitudes y sentimientos es un elemento en comunidad. Si todos ríen y lloran al mismo tiempo, esto les une, les hace sentir “en comunidad”. Esta es la importancia de un “orden del culto”, Todos alabamos a la vez, oramos al mismo tiempo, escuchamos la “advertencia” juntos y nos regocijamos unidos con as promesas de Dios. Al final del culto, todos, en la misma actitud de cuerpo y alma, recibimos la bendición. Esta sintonización de actitudes y sentimientos sirve para unirnos en comunidad. Es un nexo de comunidad.
Nota: El texto del editorial de hoy fue publicado el 15 de julio de 2007 en el Boletín Buen Oleo de la Iglesia Nacional Presbiteriana Berith. La intención de hacer ésta reimpresión digital es la de hacer claro el deber que tenemos como iglesia, de buscar la verdad, si bien las circunstancias de éste año nuevo 2021, no son las mismas que imperaban en 2007, el deber de buscar la verdad sigue vigente, por lo cual invitamos a la congregación para que se integre a nuestras clases dominicales, a que escuche las meditaciones diarias y a que sigamos reuniéndonos “a pesar de la distancia” como sociedades, y principalmente en los Cultos Dominicales. Por nuestra parte como consistorio estamos buscando tener una mejor plataforma tecnológica, cada uno de los oficiales hace un importante esfuerzo en preparar sus exposiciones, en grabar y transmitir puntualmente, pero necesitamos de su opinión, de su colaboración y sobre todo de su presencia y oraciones.