El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy (Mateo 6:11)
La Oración del Señor
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy (Mateo 6:11)
Meditación sobre Mateo 6:9-13 por el A.I. Saulo Murguia
Transcripción,
La oración del Señor podría considerarse idealista porque que busca el reino de Dios y el cumplimiento de su voluntad en la tierra y en la historia.
Pero esta oración, auque pudiese considerarse idealista, no es en ningun sentido irreal.
Porque aunque el objetivo final de la oración es elevado y sublime, la instrucción de nuestro Señor toca los aspectos más importantes de la vida diaria.
El primero de ellos es la oración por nuestro pan de cada día.
Significado básico
El significado básico de esta solicitud es bastante claro, pero hay algunos puntos que vale la pena mencionar.
Primero, cuando oramos por nuestro pan de cada día de Dios, se nos enseña a confiar en Él para todas las cosas, incluso la comida que recibimos a diario.
Aunque parezca superficialmente que los hombres obtienen su pan con o sin oración, se nos enseña a buscar nuestro pan de Él para que sea bendecido y podamos recibirlo correctamente, porque es un regalo de Él, independientemente de las apariencias.
En segundo lugar, se debe considerar que la oración por el pan de cada día incluye todas nuestras necesidades físicas básicas.
Para vivir, necesitamos un lugaar donde habitar; necesitamos ropa.
Cualquier necesidad física que tengamos como obreros de Su reino debe considerarse incluida en esta solicitud.
En tercer lugar, es digno de mención que aquí estamos buscando las bendiciones físicas de Dios.
Dios no es el Señor solo del reino «espiritual» o de las personas «espirituales». Dios nos creó como criaturas físicas que dependen del mundo físico que nos rodea para nuestras vidas.
No hay nada en esto que sea inferior o despreciable, ni hay ninguna contradicción necesaria entre el mundo físico y el espiritual.
El último punto a tener en cuenta es que se nos enseña a pedir con humildad. Jesús dice, «nuestro pan de cada día».
Esta no es una oración por riquezas y fama.
Jesús no nos anima a pensar en Dios como una fuente mágica de todas las cosas que nos gustaría tener.
Le pedimos con humildad porque le pedimos que nos capacite para trabajar por Su reino.
No es que esté mal que pidamos algo más que el pan que necesitamos para un solo día, sino que le pedimos a Dios lo que necesitamos para trabajar por Su reino.
Le encomendamos nuestras necesidades. Si decide darnos solo nuestro pan de cada día, debemos contentarnos con él.
Escrituras relacionadas
La misma redacción de esta solicitud y el siguiente contexto del sermón de nuestro Señor sugieren que Cristo tenía la intención de que asociemos esta solicitud con ciertas otras enseñanzas bíblicas.
Los pasajes básicos de la Biblia a los que Cristo alude son los que cuentan la historia del mana y su significado teológico (Ex. 16:11 y sigs .; Nm. 11: 1 y sigs .; Dt. 8: 1 y sigs.). Así como Dios le dio a Israel su pan un día a la vez para enseñarles a confiar en Él y a buscar todas las cosas de Él, así también nuestro Señor nos enseña a buscar nuestro pan de Dios todos los días para que aprendamos a confiar en Él por todas las cosas.
Dios tenía la intención de enseñar a Israel algo más que su dependencia de Él para alimentarse.
Debían aprender a vivir no solo de pan, sino de «toda palabra que sale de la boca del SEÑOR» (Dt. 8: 3).
Israel debería haber sabido que la palabra de Dios es la verdadera fuente de vida, no el pan que Él usa para sostenernos.
Si hubieran aprendido esa lección, habrían confiado en Él incluso cuando enfrentaron pruebas en el desierto. Aunque parecía no haber una fuente de agua o comida, si los hijos de Israel hubieran confiado en la palabra de Dios, no se habrían rebelado contra Él.
El contexto que sigue a la Oración del Señor sugiere otro tipo de pasaje, porque Jesús continúa diciendo que no debemos acumular tesoros en este mundo (Mt. 6:19 y sig.). En lugar de estar ansiosos por las cosas de este mundo, debemos confiar en Él y buscar primero Su reino. Si buscamos Su reino por encima de todas las cosas, Él nos cuidará, incluso mejor de lo que cuida a los gorriones.
Pablo enseña esencialmente lo mismo cuando nos exhorta a estar contentos con las bendiciones que Dios nos ha dado: «Porque nada trajimos a este mundo, y es cierto que no podemos sacar nada. Y teniendo comida y vestido, estemos con él. (1 Tim. 6: 7-8). Si bien es perfectamente legítimo que un hombre tenga riquezas, es la raíz de todo pecado amar las riquezas (1 Tim. 6:10). Amar las riquezas es cometer un forma de idolatría: «codicia, que es idolatría» (Col. 3: 5b).
Por eso, nuestro Señor nos enseñó a no usar la oración como un medio para buscar nuestra propia comodidad, fama o gloria. Debemos buscar la gloria de Dios y Su reino. Todo lo que necesitemos para ese objetivo es una solicitud legítima. Por lo demás, podemos pedirle, como Sus amados hijos, cualquier cosa, pero con la actitud de fe y contentamiento que está dispuesto a satisfacerse con el pan de cada día. Un corazón rebosante de acción de gracias por las bendiciones que uno ya disfruta lo hace a uno verdaderamente rico. Si Dios también agrega bendiciones materiales, el hombre que se contenta en todas las circunstancias sabrá cómo usarlas.
Regresamos, entonces, al contexto de la instrucción de nuestro Señor y notamos que Él nos enseña a buscar nuestro pan de cada día de Dios para que podamos buscar Su reino. Entender lo que significa confiar en Él a diario por todo lo que somos y tenemos es una de las lecciones más profundas que podemos aprender. No es algo que sepamos solo porque podemos decir las palabras. Aprendemos como lo hicieron los israelitas. En nuestro caminar diario con Dios, somos probados y probados en todos los puntos.
Con ésta oración, aprenderemos a buscar primero el reino de Dios y Su justicia y a confiar en Él para satisfacer todas nuestras necesidades.
Otras partes de la Serie «Oración del Señor»
Buena explicación del pasaje “danos hoy nuestro pan diario” muy bien expuesto , saludos