¿Para qué fuimos predestinados? – Romanos 8:29
Meditación sobre Romanos 8:29 por el A.I. José Antonio Velázquez
Es necesario recordar primeramente que fuimos creados, es decir, somos creaturas, esto lo podemos ver claramente en Génesis, después de ver toda su creación
“ENTONCES DIJO DIOS: HAGAMOS AL HOMBRE A NUESTRA IMAGEN, CONFORME A NUESTRA SEMEJANZA; …Y CREÓ DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN, A IMAGEN DE DIOS LO CREÓ; VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ”. Génesis 1:26-27
Dios puso a Adán y Eva en el Edén para gozar de su creación y de su compañía por la eternidad y lo único que tenían que hacer era no comer del fruto prohibido, del árbol de bien y del mal, porque si lo hacían ciertamente morirían, y en desobediencia comieron del fruto prohibido
Así la imagen santa y pura que tenían de su Creador se deformó, y conocieron el bien y el mal ciertamente como les dijo la serpiente; y conocieron tanto el mal, que ya no pudieron acercarse al bien, sentenciados a morir en carne y Espíritu porque la desobediencia a Dios es muerte.
Dios manda la ley para que en ella nos veamos reflejados en nuestro pecado, pues así nos damos cuenta de que somos incapaces de cumplirla cabalmente porque hemos heredado la imagen torcido de Adán
Al ser Dios santo y puro no puede estar ante la imperfección y lo corrupto por lo que la consecuencia de faltar a la ley es que todo aquel que no cumpla los mandatos divinos morirá, morirá porque no puede estar en la presencia de Dios de quien mana la vida
Ya vimos que ningún hombre es capaz de cumplir la totalidad de los mandatos de Dios, y es ahí donde Jehová en su soberanía absoluta y amor misericordioso por el pecador, hecha ha andar un PLAN DE SALVACIÓN, DIOS nunca espero que el hombre por si solo saliera de su estado de pecado.
Es de la muerte eterna de la que nos rescata y nos llama a ser parte del pueblo de Dios, a través de su Hijo Primogénito, el primero entre muchos, para ser rescatado de la muerte de la carne y del espíritu.
“PORQUE A LOS QUE ANTES CONOCIÓ, TAMBIÉN LOS PREDESTINÓ PARA QUE FUESEN HECHOS CONFORMES A LA IMAGEN DE SU HIJO, PARA QUE ÉL SEA EL PRIMOGÉNITO ENTRE MUCHOS HERMANOS “. Romanos 8:29.
Y está obra REDENTORA nos dice que es para los que antes conoció, más no para toda la humanidad.
Dios eligió desde la eternidad a quienes había elegido, es decir, predestinado con un amor eterno para ellos; dicho de otra manera, a los que desde la eternidad amó, por lo que el creyente recibe un regalo que es el favor inmerecido de Dios, a este regalo lo llamamos “La gracia de Dios”
Cuando el creyente entiende que todo cuanto tiene viene de Dios y que todo ha sido por su amor incondicional, esta persona agraciada de Dios puede enfrentar las tribulaciones tal y como lo hizo el apóstol Pablo y puede afirmar que: “La salvación es de Jehová y somos salvos por gracia”
Será hecho a la imagen de su Hijo amado, Cristo Jesús, siendo este el propósito de la predestinación, ser restaurados en la imagen de Dios, ser hecho conforme a Cristo, puesto que Él es el primogénito entre muchos
Es por esto por lo que el creyente siempre debe ver a Cristo, pues Él es la imagen por alcanzar, la imagen perfecta de Dios a la cual fue predestinado, y seremos muchos hermanos, incontables los que portaremos su imagen.
Siendo el Espíritu Santo y su providencia quien nos ha de moldear quitándonos la mancha del pecado; dándonos la oportunidad de volver a nacer en espíritu, más no de carne, como nuestro Señor Jesús, nacido del Espíritu
Cuan grande es este privilegio inmerecido que ni los ángeles ni los arcángeles tuvieron, como los predestinados de Dios; todos los que nacen de nuevo lo hace3n con la imagen de Cristo
¿Cuántos pueden decir que han nacido de nuevo?
Pues permanezcamos mirando a Cristo, el Hijo del Altísimo, el Hijo de Dios, nuestro Hermano mayor, el primero entre muchos, quien nos ha hecho hijos de Dios