Así como nosotros perdonamos (Mateo 6:12)

La Oración del Señor
Así como nosotros perdonamos (Mateo 6:12)
Meditación sobre Mateo 6:9-13 por el A.I. Saulo Murguia

Transcripción…

El perdón diario significa la confesión diaria de nuestros pecados. Significa arrepentimiento diario. La vida cristiana es una vida de arrepentimiento y renovación repetidos. Siempre seremos pecadores en esta vida y siempre necesitaremos ser renovados en nuestra fe y arrepentimiento.

Eso nos lleva a la conclusión de que debemos perseverar en perdonar.

La esencia de la perseverancia es el arrepentimiento diario de nuestros pecados y la confianza en la gracia de Dios para salvarnos.

La instrucción de nuestro Señor conecta nuestra perseverancia con el hecho de ayudar a otros cristianos a perseverar, porque eso es parte de lo que significa perdonar a los demás.

Jesús instruyó a los discípulos a reprender a los que habían pecado contra ellos, no para humillar a la persona, sino para ayudar a rescatar al pecador del pecado.

Amonestar a un hermano pecador es buscar una oveja descarriada.

Mateo 18: 12-15 nos dice:

12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?
13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

Cuando alguien peca contra nosotros, debemos buscar reconciliarnos con esa persona en privado.

Es muy importante que los hermanos se reconcilien, Jesús nos instruyó que dejáramos nuestras ofrendas ante el altar y que nos reconciliáramos con nuestro hermano primero, y luego hiciéramos una ofrenda a Dios (Mt. 5: 23-24).

Si nuestro hermano no nos escucha, debemos traer a uno o más amigos para que se ocupen del problema.

Una vez más, el propósito es la reconciliación de los hermanos y la curación del cuerpo de Cristo. Mateo 18:16

16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.

En un caso difícil, es posible que tengamos que llevarlo a los ancianos y discutir los asuntos extensamente. Mateo 18:17

17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

Si alguien se niega a arrepentirse, incluso cuando se enfrenta a la autoridad de la Iglesia, debe ser expulsado.

Sin embargo, incluso en este caso extremo, el propósito sigue siendo que el pecador se dé cuenta de su pecado y se arrepienta.

En 2 Tes. 3: 10-15 dice:

10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.
12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.

Como pecadores que confiamos en la gracia de Dios para nuestra salvación, solo podemos deleitarnos en el arrepentimiento de otros pecadores.

Predicar el Evangelio a los perdidos se trata de llevar a los hombres al arrepentimiento.

Tomar la comunión y renovar nuestro pacto con Dios también se trata de arrepentimiento y fe.

El arrepentimiento por el pecado, sin embargo, nunca significa concentrarse en el pecado.

Nos arrepentimos de nuestros pecados para dejarlos atrás, para olvidarlos y poder seguir adelante en la obra del Evangelio.

No podemos seguir trabajando juntos con otros si no podemos perdonarlos, ni podemos tener la bendición de Dios si apreciamos nuestros pecados más que Su reino.

La oración por el perdón apunta al reino.

Pervertimos el significado de la oración del Señor si la convertimos en una oración que se enfoca en el pecado y tiene como objetivo humillar al pecador.

La Cena del Señor también implica arrepentimiento, pero es principalmente una celebración de la victoria de Cristo.

En la oracion del Señor, como en la Santa Cena, estamos confesando nuestra fe en Él y renovando nuestro juramento de buscar Su reino.

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