¿Puedo ser hijo de Dios? – Romanos 8:15-16

Meditación sobre Romanos 8:15-16 por el A.I. José Antonio Velázquez

La adopción de un hijo existe  desde tiempos muy antiguos y aún cuando se da bajo diferentes circunstancias o requisitos lo importante y trascendente es que el adoptado pasa a ser un hijo con los mismos derechos que tiene un hijo natural, todo esto bajo una acción legal. No siendo una propiedad sino un miembro más de la familia con los mismos derechos y obligaciones que el hijo natural.

Al adquirir una igualdad entre los hijos naturales también pasa a ser un coheredero en igualdad con los demás hijos

En el Antiguo Testamento vemos que Dios escogió al pueblo de Israel para tomarlos como sus hijos y así conformar su pueblo escogido. Dios tomó la decisión de adoptarlos y de esa manera establece una relación especial con ellos siendo Dios el de la iniciativa en un acto de amor que hace manifiesta su gracia .

Ahora bien ¿Cómo podemos afirmar que el cristiano es hoy adoptado como hijo de Dios?

Busquemos la respuesta en su palabra

ROMANOS 8: 15- 16 nos dice :

PUES NO HABEIS RECIBIDO EL ESPIRITU DE ESCLAVITUD PARA ESTAR OTRA VEZ EN TEMOR SINO QUE HABEIS RECIBIDO EL ESPIRITU DE ADOPCIÓN POR EL CUAL CLAMAMOS ABBA PADRE, EL ESPÍRITU MISMO DA TESTIMONIO A NUESTRO ESPÍRITU  DE QUE SOMOS HIJOS DE DIOS .

El apóstol Pablo nos dice que no debemos tener temor alguno pues hemos recibido el espíritu de Dios y podemos dirigirnos a Dios como papi, papito, abba Padre

Jesús cuando nos enseña a orar, inicia su oración diciendo: PADRE NUESTRO, y lo dice en plural, no dice:: Padre mío

El creyente es nacido de nuevo porque es necesario que nazca de nuevo y no de carne, sino del Espíritu, y el nacer del Espíritu nos confirma la adopción  de Dios hacia nosotros

En Gálatas 3: 26 nos dice:

 «PORQUE TODOS SOIS HIJOS DE DIOS POR LA FÉ EN CRISTO JESÚS «

 El creyente es adoptado en el momento que ve a Cristo como su Señor y Salvador y es habitado por el Espíritu Santo, Dios no solo nos salva sino que habita en nosotros y nos habilita como a niños nacidos de nuevo.

 Cuando un pecador es tomado por Cristo, sus deudas son pagadas y es nacido de nuevo en la familia de Cristo. Jesús le dijo a Nicodemo :

 DE CIERTO, DE CIERTO TE DIGO, QUE EL QUE NO NACIERE DE NUEVO, NO PUEDE VER EL REINO DE DIOS.

Como resultado de este nacimiento espiritual nos convertimos en hijos de Dios y establecemos una relación con Dios de padre e hijo

MÁS A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, LES DIO POTESTAD DE SER HECHOS  HIJOS DE DIOS, LOS CUALES NO SON ENGENDRADOS DE SANGRE, NI DE VOLUNTAD DE CARNE, NI DE VOLUNTAD DE VARÓN, SINO DE DIOS .Juan 1: 12 -13

Esto se ha dado por la pura voluntad de Dios, el pasado ha quedado atrás, murió con la antigua persona, hoy debemos de crecer espiritualmente como niños recién nacidos siendo coherederos, junto con Cristo, de las riquezas celestiales

Lo que Cristo hereda lo heredamos nosotros, tenemos un nuevo Padre, ya no somos parte de la familia de Adán, fuimos resucitados a la vida eterna, nosotros nacemos a la vida eterna junto con el Unigénito Hijo de Dios, nuestro Hermano mayor

Esto no se da al azar o por accidente, Dios el Padre nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo.

Dios determinó de antemano qué los que creen en Cristo serán adoptados en su familia y confirmados, tomando  la imagen de Cristo al ser adoptados por Dios

Efesios 1: 5-6 nos lo dice:

POR SU AMOR NOS PREDESTINÓ PARA SER ADOPTADOS HIJOS SUYOS POR MEDIO DE JESUCRISTO, SEGÚN EL PURO AFECTO DE SU VOLUNTAD, PARA ALABANZA DE LA  GLORIA DE SU GRACIA, CON LO CUAL NOS HIZO ACEPTOS EN EL AMADO.

Dios nos ha libertado de un espíritu de esclavitud y no solo dejamos de ser esclavos del pecado y ahora somos libres  sino que también nos ha dado su Espíritu Santo y nos hace sus hijos

No debemos temer, pues el conocimiento que hemos adquirido, por voluntad divina, nos ha hecho libres

Lo más importante, el creyente hoy tiene acceso directo con Dios y por eso podemos entablar una relación personal, o mejor aún, una relación de Padre a hijo

El amor de Dios es tan grande por nosotros como su poder soberano

La palabra de Dios nos ratifica qué somos sus hijos

¡Felicidades hermano por eso.!