Dios es nuestro amparo y fortaleza

Transcripción…

«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.»

Dios es nuestro refugio, nuestro lugar seguro, nuestro retiro, el lugar al que vamos cuando tenemos miedo.

Y hay mucho miedo a nuestro alrededor.
Pero, Dios es nuestra fuerza.

Pero un lugar de refugio no serviría de nada si no estamos dentro de él.

Es fácil pensar en cosas que podrían ayudar, pero a menudo están a un mundo de distancia. Necesitamos seguridad y fuerza que estén cerca.

Dios también es nuestro ayudador que siempre está presente. Comparte sus recursos ilimitados con nosotros. Él siempre está cerca, más cerca de nosotros de lo que nos parece.

Cuando la vida transcurría de manera normal, no pensábamos mucho en lo vulnerables que somos.

Damos mucho por sentado, incluso la oportunidad de estar juntos.
Entonces golpea una crisis como la que estamos enfrentando ahora, y todo cambia.

El «problema» del que habla el salmista es la palabra para «tribulación» o «prueba» o «angustia».

Estamos pasando literalmente por una tribulación en este momento.

En otras palabras, estas pruebas pueden ser extremas y terribles.
En el versículo dos, el salmista explica lo terribles que son. Eso es a lo que nos enfrentamos ahora: una catástrofe natural caótica de gran magnitud. Exactamente en este tipo de situación, encontramos la ayuda (el auxilio de Dios) aún mayor, nuestro Dios, quien es nuestro refugio y fortaleza.

«Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;»

Como posiblemente a algunos de ustedes, me gusta tener el control. Lo admito. Pero hay algunas cosas que simplemente no puedo controlar, no importa cuánto lo intente. No puedo controlar el clima. No puedo controlar lo que hacen otras personas. No puedo controlar las cosas malas que a veces les suceden a mis seres queridos. No puedo controlar las pandemias virales.

Cuando nos damos cuenta de que realmente no podemos controlar todas las circunstancias, a veces comenzamos a temer. Un diccionario de griego define “temor” (tener miedo) de esta manera: “un estado de angustia severa, suscitado por una intensa preocupación por el dolor o el peligro inminentes”. El miedo incluso puede invadirnos cuando pensamos en que pueden suceder cosas malas, incluso si aún no han sucedido.

El salmista dice que no tendremos miedo «aunque» el mundo se derrumbe. Él retrata terremotos e inundaciones y catástrofes naturales catastróficas. Cosas que no podemos controlar. Cuando esto suceda, y sucederá en este mundo roto, no necesitamos temer o entrar en un estado de angustia severa.

En otras palabras, cuando el mundo se derrumba, ¡no tenemos por qué asustarnos!

¿Cómo podemos evitarlo? Nuevamente, volvemos a la palabra «por tanto» en el v.1 . Él es nuestro lugar de refugio y nuestra fuente de fortaleza. POR TANTO … no temeremos

Martín Lutero, uno de los líderes de la Reforma protestante, escribió un himno a principios del siglo XVI basado en estos pocos versículos del Salmo 46: «Castillo fuerte es nuestro Dios».

Aquí una traducción libre de sus palabras (no del himno como parece en nuestro himnarios):

  1. Castillo fuerte es nuestro Dios,
    Defensa y buen escudo.
    Con su poder nos librará
    En todo trance agudo.
    Con furia y con afán
    Acósanos satán:
    Por armas deja ver
    Astucia y gran poder;
    Cual él no hay en la tierra.
  2. Nuestro valor es nada aquí,
    Con él todo es perdido;
    Mas con nosotros luchará
    De Dios el escogido.
    Es nuestro Rey Jesús,
    El que venció en la cruz,
    Señor y Salvador,
    Y siendo El solo Dios,
    El triunfa en la batalla.
  3. Y si demonios mil están
    Prontos a devorarnos,
    No temeremos, porque Dios
    Sabrá cómo ampararnos.
    ¡Que muestre su vigor
    Satán, y su furor!
    Dañarnos no podrá,
    Pues condenado es ya
    Por la Palabra Santa.
  4. Esa palabra del Señor,
    Que el mundo no apetece,
    Por el Espíritu de Dios
    Muy firme permanece.
    Nos pueden despojar
    De bienes, nombre, hogar,
    El cuerpo destruir,
    Mas siempre ha de existir
    De Dios el Reino eterno. Amén.

Cuando parece que el mundo se está desmoronando como ahora, la poderosa presencia de Dios permanece como un «castillo fuerte». Él es nuestra fortaleza segura.

Comparte con tus amigos