Usemos nuestra mente – Marcos 12:30

Meditación sobre Marcos 12:30 por el A.I. Saulo Murguia A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith

Transcripción …

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.Marcos 12:30

Cristo toca todas las áreas de nuestras vidas.

Él toca nuestras mentes y somos transformados por la renovación de nuestras mentes.
Eso dice en Romanos 12:1,2

1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Con esto, Dios nos invita a usar nuestra mente.

Se nos dice en las Escrituras (Salmo 32:9) que no seamos como el caballo o el mulo, “que no tienen entendimiento

Cristo declaró que debemos amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma, fuerzas y mente. Se nos dice que temamos a Dios, que amemos a Cristo y odiemos el pecado. El miedo, el amor y el odio son emociones y en las emociones siempre está involucrada nuestra mente.

Algunas personas piensan que para usar la mente, tenemos que dejar un lado toda emoción. Sin embargo esto no es posible en realidad.

Dios está tan preocupado por nuestros pensamientos así como por nuestras acciones, y no quiere que los malos pensamientos ocupen nuestras mentes.

Recordemos que una de las razones por las que Dios destruyó el mundo en la época de Noé fue porque:

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.Génesis 6: 5

Los malos pensamientos conducen a malas acciones, e incluso cuando no lo hacen, centran nuestro corazón en el mal en lugar del bien.

¿Cómo vencer los malos pensamientos, cualquiera que sea la forma que adopten? Empiece por volverse a Dios y someter toda su vida, incluida su mente, a Jesucristo. Si nunca lo ha hecho, confiese sus pecados a Él hoy, y pídale que domine en su mente y corazón. Entonces…

Llena tu mente con la verdad de Dios.

En otras palabras, no solo es vaciar tu mente de malos pensamientos, sino llenarla de buenos pensamientos; en otras palabras, con la verdad de Dios tal como se encuentra en la Biblia.

Haga de la Biblia parte de su vida todos los días y memorice tanto como pueda.

Luego, cuando vengan a tu mente malos pensamientos, inmediatamente dirija su atención a las promesas de Dios y a Su amor por tí.

En el Salmo 119:11 está escrito “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”

Usemos nuestra mente!

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