Debéis ser como niños

Meditación sobre Mateo 18:1-6 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith

Transcripción…

CDMX, viernes 30 de abril de 2021

Todos los años al llegar a esta fecha 30 de abril recordamos cuando éramos niños, este día lo esperábamos con mucha ilusión, nos preparábamos para celebrar y disfrutar nuestro día, en la casa, en la escuela o en la iglesia nos recibían con golosinas y algún obsequio, jugábamos con nuestros amigos y compañeros hasta que nos llamaban a comer o a partir un pastel.

Recuerdo que en ese día la plática estaba basada en Sn San. Mateo 19: 13 y 14 leemos:

13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.
14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

Nadie podía impedir que los niños llegaran a Jesús, él nos invitaba a acercarnos, el reino de los cielos era de los niños, que bendición tan grande, que regalo, estábamos felices.
En el versículo 1 de nuestro pasaje en el evangelio de Sn. Mateo 18 leemos:

1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

El orgullo y la ambición del ser humano se puede ver en esta pregunta: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

El pensar en privilegios y gloria, es una ambición material propia del ser humano. Parece ser que estos hombres, los apóstoles, habían estado hablando y discutiendo sobre este tema y tal vez algunos de ellos creyeron que podrían razonablemente considerarse los más importantes del reino de los cielos, como si se tratara de obtener un puesto importante en un reino terrenal.

En los versículos 2 y 3 de nuestro pasaje leemos:

2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Jesús llamo a un niño, en otras ocasiones hemos visto a niños cerca del señor, como cuando dijo: «Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis». El problema en esa ocasión no consistía en que los niños viniesen a Él, sino en evitar que personas adultas les estorbasen a los pequeños cuando se acercaban al Señor.

Al poner a un niño de ejemplo, les está diciendo que debemos tener la mente de Cristo, en ningún momento los niños cuando son muy pequeños desean la autoridad, son humildes, en discriminan o consideran las distinciones externas, están siempre dispuestos a ayudar a los demás, están libres de maldad, tienen disposición de aprender, están dispuestos a creer lo que se les dice y confían en sus padres totalmente. 

En esta ocasión el niño se acercó sin problemas a donde estaba el señor. Jesús deseaba llamar la atención de los discípulos y a nosotros a un terreno espiritual, no debemos olvidar que los valores en el reino del Señor son contrarios a los valores que rigen al mundo terrenal.

En el mundo, los primeros son los ricos, los poderosos, los fuertes. Pero Jesús nos enseña el sermón de monte en Sn. Mateo 5:3, que los pobres de espíritu son los bienaventurados y los herederos, y que una gran persona es la que sirve a los demás.

Lo importante que el señor Jesús enfatizó en este versículo es el nuevo nacimiento. El Señor no estaba hablando de regresar materialmente a la pasada niñez, sino más bien de pasar a una vida nueva.

Tienes que ser como un niño en el sentido de que tienes que nacer otra vez, se refiere a cuando naces de nuevo espiritualmente, comienzas a vivir espiritualmente como un niño. 

En los versículos 4 y 5 de pasaje leemos:

4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

Hermanos, Jesús nos señaló lo importante, no eran ellos mismos como apóstoles, sino ser como los niños, que ni tienen riquezas, ni influencia, ni peso en el mundo, su preocupación debería ser el estar al servicio de los demás, estar siempre dispuestos a ayudar, libres de maldad, dispuestos a aprender, creer y confiar en Dios en todo momento y en predicar el mensaje de su señor.

En Hebreos 13: 1 y 2 dice:

1 Permanezca el amor fraternal.
2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

Jesús se humillo a si mismo al venir a salvarnos, él nos invita a seguir sus pasos, a ser buenos cristianos sirviendo y recibiendo a nuestros hermanos y a las demás personas.

En el versículo 6 de nuestro pasaje dice:

6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

Nuestro señor Jesús habla en un tono muy serio cuando uno de sus pequeños es guiado al mal camino, al pecado.

No habla solamente de los niños, sino también de nuestros hermanos que se humillan a sí mismos recibiendo a Cristo en su corazón y nacen de nuevo espiritualmente como niños y que son desviados del buen camino por personas mal intencionadas.

Nos habla que recibirán un castigo muy severo.

Hermanos, Jesús nos pide que seamos como niños, seamos humildes, que dejando a un lado los valores terrenales, estemos al servicio de los demás, siempre dispuestos a ayudar, dispuestos a aprender, a estudiar, creer y confiar en Dios en todo momento, demos testimonio de nuestra fe a quien nos lo solicite.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.

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