¡Somos cartas al mundo!

Meditación sobre 2 Corintios 3:1-6 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

CDMX, viernes 11 de junio de 2021

Cuando solicitamos un empleo, nos preguntan dónde hemos trabajado, nuestras aptitudes y nos piden referencias personales o tener una carta de recomendación de una persona que certifique que nos conoce, que somos honrados y que somos competentes, en ocasiones habrá quien trate de engañar y no testifique la verdad o presente cartas falsas.

En Tito 2: 7 y 8 la palabra de Dios nos dice:

7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.

La invitación del Apóstol Pablo es a que seamos ejemplo, íntegros no dando mal ejemplo a las personas que están en nuestro derredor.

En el primer versículo de nuestro pasaje en 2ª Corintios 3 leemos:

1 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?

Una persona podía hacerse pasar por profeta o apóstol podía viajar de ciudad en ciudad y engañar o decir fácilmente: El Apóstol Pablo o tal iglesia me envió, así que ustedes deben apoyarme y darme sustento por un tiempo.

Por ello en tiempos de las primeras iglesias, era común que las personas enviadas a una congregación presentaran una carta que explicara quien los había enviado y cuál era el propósito de la visita.

El propósito del Apóstol Pablo ha sido la proclamación del evangelio y nunca busco su propia gloria o beneficio, Los cristianos de la iglesia de Corintio lo conocen personalmente debido a que ya había estado con ellos en su visita anterior a Corinto.

En el versículo 2 del pasaje leemos:

2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
El Apóstol Pablo tiene una carta de recomendación, pero no está escrita en papel, sino es una carta de recomendación viva. Los cristianos en Corinto y todos los grupos de cristianos que estaban en los diferentes lugares que visito en sus viajes, las vidas cambiadas por el evangelio de Cristo eran sus cartas de recomendación.

En el versículo 3 del pasaje dice:

3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Cristo es el autor de las cartas y el instrumento de escritura ha sido el apóstol Pablo, el Espíritu Santo ha sido la tinta con que Cristo grabo en nuestros corazones la palabra de Dios.

Hermanos, somos cartas de Cristo puestas para testimonio a todas las personas que nos rodean, oremos para que nuestro testimonio sea verdadero para la gloria de Dios.

En los versículos 4 y 5 del pasaje leemos:

4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;
5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

Al leer en la biblia acerca de los viajes del Apóstol Pablo de sus experiencias al proclamar el evangelio mientras viajaba, es ver que él una determinación que solo podía surgir de su convicción, de su certeza de que el mensaje que estaba proclamando era la fuente de vida para todos los que quisieran escuchar y creer.
Hermanos, sabemos y creemos que la biblia es la palabra de Dios, y es nuestra fe en Cristo la que transforma nuestras vidas, al tener la mente de Cristo debemos saber que seremos conocidos por nuestros frutos, debemos cuidamos nuestro testimonio y tener presente que debemos ser prudentes en todas nuestras actividades y sobre todo en nuestra manera de hablar o expresarnos de los demás.

En el versículo 6 del pasaje dice:

6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica.

El apóstol nos confirma que la competencia, el saber transmitir el mensaje del evangelio no está en nosotros, proviene de Dios, Él es el que nos da las palabras que debemos hablar.

La confianza de Pablo no es confianza en sí mismo, sino más bien confianza en el Dios a quien sirve y quien lo capacita para la tarea a la que ha sido llamado.

El Apóstol Pablo contrasta la ley escrita, la ley de Moisés, la Torá, con el Espíritu Santo; la ley escrita es externa a la persona y está estrictamente prescrita.

Requiere un estudio e interpretación para determinar cómo se aplica en cada circunstancia. Es imposible de cumplir, nuestra naturaleza humana tiende al pecado y la ley al ser rígida e inflexible, nos condena a muerte.

El Espíritu, en cambio, habita dentro de nosotros, guiándonos con sabiduría a través de todas las infinitas decisiones que la vida nos exige tomar. Impulsado por Dios, es confiable y se adapta a todas las circunstancias y mientras nos conduce a través del camino de la vida lleno de baches y traiciones, que amenazan con deshacernos, El Espíritu alumbra nuestra vida y nos da la seguridad de nuestra salvación en Cristo.

En el evangelio de Sn. Mateo 5:16 el señor Jesús nos dice:

16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Hermanos, somos cartas de Cristo abiertas al mundo, estemos puestos para dar testimonio del amor y de la gracia de Dios en nuestras vidas, oremos a nuestro Dios para que su propósito se cumpla en nuestras vidas.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.

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