La misericordia de Dios
Meditación sobre Génesis 35: 16-29 por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
Lectura…
Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén. Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy. Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar. Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce: los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. Los hijos de Raquel: José y Benjamín. Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí. Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram. Después vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac. Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.
Jacob a pasado por situaciones insostenibles para un hombre sin fe, su hija Dina fue mancillas; dos de sus hijos lo avergonzaron al aniquilar y saquear a un pueblo amparándose en la deshonrada que sufrió su hermana, no presentando ningún arrepentimiento por lo que nunca piden perdón a Dios.
Jacob ha acrecentado su fe y es sostenido por Dios, confía plenamente en sus promesas cuando le dice:
La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Génesis 35: 12
Dios renueva su pacto con Jacob y este, a pesar de las penurias que le acontecen, se mantiene firme en su fe y erige una señal de piedra en señal de gratitud y le da por nombre Bet-el dónde Dios había hablado con él.
A diferencia de Jacob, Raquel nos demuestra que su fe nunca ha sido sincera, recordemos que fue quien robó los ídolos a su padre y hoy camino a Efrata da a luz, teniendo un parto muy complicado, probablemente de tanto caminar en estado de gestación, tiene serios problemas a lo que la partera le dice que no se preocupe pues el producto vivirá y será un varón, algo muy apreciado en aquella época; y más tratándose de un elegido para el pueblo de Dios.
Ella sabía seguramente de la promesa hecha por el Señor, y al último suspiro le da por nombre Benoni, esto es «hijo de mi tristeza» a lo que Jacob corrige inmediatamente y le da por nombre Benjamin «hijo de la mano derecha».
Vemos con tristeza que Raquel nunca fue tomada por Dios, Moisés recalca que fue enterrada muy cerca de Efrata, hoy Belén.
La lista de penurias para Jacob no para, pues Rubén su primogénito durmió con Bilha, mujer de su padre, es decir con su madre política, hecho que aún entre los pueblos paganos es inconsebible.
Moisés la llama concubina, pero los hechos a la verdad es que era su esposa y si esto hubiera sido perpetrado por alguien ajeno a la familia seria imperdonable, ahora imagínese si fue hecho por un hijo.
Moisés en su narrativa no entra en más detalles, pues pensamos que de esa manera oculta el dolor de Jacob, hoy Israel.
Después de esta tragedia Moisés nos cuenta cuántos hijos tuvo Israel y curiosamente sigue contando a Rubén, la misericordia de Dios es grande y así como a Rubén lo mantuvo dentro del pacto, así, a nosotros nos ha perdonado nuestras faltas, una prueba más de que es Él quien escoge por su gracia, para que nadie se gloríe.
La afrenta de Rubén fue muy grande, fue un pecado doloroso para su padre y una gran ofensa para Dios, pero podemos ver la misericordia de Dios y su fidelidad al mantener su promesa de qué formaría parte de su pueblo a pesar de no merecerlo, sigue siendo nombrado el primogénito
Sus actos si embargo tienen consecuencias como lo veremos más adelante, igual qué con sus hermanos qué cometieron tan terrible acto al destruir de una manera desleal a un pueblo.
Dios es fiel a sus promesas y su amor es inmenso, por eso podemos confiar en su perdón pero esto no quiere decir qué podemos desobedecer y faltar a sus mandamientos sino al contrario, reconociendo su grandeza debemos buscar alabarle, adorable y honrarle siendo hijos obedientes.