Ojo por ojo y diente por diente

Meditación sobre Mateo 5:38-42 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Muy buenos días, en este hermoso día me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo.

En Mateo 5 versículos 38 a 42 encontramos lo que Jesús dijo respecto al dicho popular que seguramente todos hemos oído que dice “ojo por ojo y diente por diente” y sus palabras fueron las siguientes:

38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y “diente por diente”.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.

En estos versículos tenemos la quinta ocasión en que nuestro Señor Jesucristo corrige la falsa interpretación de la ley mosaica por parte de los escribas y fariseos.

Y aquí tenemos un pasaje bíblico que muchas veces se ha entendido mal, y que ha sido causa de confusión y es posible que no haya otro pasaje bíblico que haya producido tantas  discusiones acaloradas como esta enseñanza que nos dice que no resistamos, que no nos opongamos a los que son malos y nos hacen daño y que seamos generosos perdonando.

¿De dónde tomaron los rabíes las palabras que citó Jesús las del versículo 38 que dicen  ojo por ojo y diente por diente? provienen directamente de la ley mosaica. Al considerarlo, necesitamos recordar que la ley de Moisés contenía tres partes, la moral, la judicial y la ceremonial  La ley moral consiste en los Diez Mandamientos e incluye los grandes principios morales, la ley judicial, son las leyes que utilizó la nación de Israel en las circunstancias peculiares de ese tiempo, las cuales indicaban cómo los hombres tenían que comportarse en relación con los demás y lo que se podía y lo que no se podía hacer y la ley ceremonial se refiere a inmolaciones y sacrificios y todos los ritos relacionados con el culto en el templo. ‘

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Ahora bien,  estas palabras las encontramos Dentro de la ley judicial o legislación civil en: Éxodo 21:23 que dice “Si algunos riñeren… si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por: mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”.

Pero hay que aclarar que esta fue una instrucción para los jueces de Israel.

Esta instrucción conocida como la ley del talión lex talionis, se refiere al principio de retribución exacta y tenía tres propósitos:

1.  Era un fundamento para impartir justicia,

2.  especificaba la pena que merecía un malhechor

3.  limitaba la justicia o compensación que había que dar a la víctima y era el equivalente exacto y nada más.

Y su efecto fue doble ya que logró:  definir la justicia y restringir la venganza.

Pero quizá lo más importante es que esta norma no se dio para el individuo, sino más bien a los jueces quienes eran responsables de la ley y el orden entre los individuos.

 Los jueces. tenían que procurar que no excediera el ojo por ojo y diente por diente La legislación fue dada para ellos, no para los individuos

También prohibía que se tomara la ley en las propias manos mediante la espantosa venganza, fruto del odio hereditario familiar.

Después de que se promulgó esta ley, y debido al pecado que hay en nosotros algunos la usaron para justificar la venganza personal, aunque la ley explícitamente la prohibía: Levítico 19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová

Miren ustedes, si alguien nos hace daño, el instinto natural de inmediato nos lleva a  querer devolver el daño, y. Esto lo hacían en aquel tiempo, y se hace hoy en día. Y a veces, debido aún a una pequeña ofensa la gente quiere de inmediato la venganza, incluso el daño corporal, y hasta el homicidio.

 Y esta tendencia general a la ira, a la violencia, a la represalia, está en lo más profundo de la naturaleza humana.

Fíjense, por ejemplo, en lo que hacen los niños. Aún los niños chiquitos tienen este deseo de venganza; es una de las consecuencias más odiosas y feas de la caída del hombre y del pecado original.

Este pasaje bíblico entonces tiene que ver con nuestras relaciones personales.

Vayamos ahora al versículo 39

39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo;

la palabra utilizada en el texto original en griego  que se traduce como resistir es anthistemi que también  quiere decir, oponerse, contrarrestar o colocarse uno mismo contra algo o alguien o tener represalias. De modo que ¿a quién o a que se nos prohíbe resistir u oponernos?.

al que es malo o al que “te hace algún mal”.

Los cuatro ejemplos que puso Jesús explican este mandato:  que aplica el principio cristiano de no represalia o venganza e indican las dimensiones a las que debe extenderse.

1. a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;

2. y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;

3. y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.

4. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses

Cada uno de estos ejemplos representa a una persona que en algún sentido es “mala”, una busca golpearnos en el rostro, otra injuriarnos: otra acusarnos ante la ley, una tercera demandando nuestro servicio y una cuarta nos pide dinero.

 Todas estos ejemplos son familiares para nosotros hoy en día excepto el  de llevar una carga por una milla,, que suena un poco arcaica. Ya que de acuerdo al historiador Flavio Josefo el verbo utilizado en este pasaje en griego es fangareusei, de origen persa que fue usado para referirse al “transporte obligatorio de equipo militar”.

¿Cuál fue la intención de la ley Mosaica?

En todos estos casos, esto se aplica tanto para los niños pequeños como para los adultos y lo que Jesús quiere es que controlemos los excesos de la ira, la violencia y el terrible espíritu de venganza y de exigir compensación,

Después de leer este párrafo, llegamos al versículo 42 que dice:

‘Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.’ Esto es de gran importancia.

Alguien preguntaría, ¿qué tiene que ver el dar al que te pida prestado con el hecho de no resistir y oponerse al malo y de no pelear y matar? ¿Por qué aparece? ¿Por qué está al final de este pasaje? Porque aquí tenemos la pista para entender los principios que nuestro Señor nos está enseñando.

¿Cuál es el problema real al ser agredidos? Que el ego es decir el yo no lo pueden aceptar. Hoy en día todo el tiempo se habla del ‘yo’ y de nuestra actitud para con nosotros mismos. Pero aquí dice que si queremos ser verdaderamente cristianos debemos morir al yo; es cuestión de qué pienso de mí mismo, de mi actitud para conmigo mismo.

Esta enseñanza implica tener una actitud adecuada para conmigo mismo y con el espíritu de autodefensa que se activa y se pone de inmediato en movimiento cuando me hacen algo malo o me ofenden.

Miren ustedes cuando nos sentimos ofendidos por cualquier persona debemos examinar el deseo de venganza y el espíritu de represalia que surgen del ego y el yo natural

Nuestro Señor Jesucristo puso al descubierto esta cosa horrible que controla al hombre natural — el yo, esa herencia terrible que proviene del hombre caído y que hace que el hombre se glorifique a sí mismo y se tenga por dios.

El hombre siempre trata de proteger su yo siempre y de todas las formas posibles. Pero lo hace no sólo cuando recibe ataques o cuando le quitan algo; lo hace también con la cuestión de sus posesiones. Si alguien le pide prestado, la respuesta instintiva es: ‘¿Por qué debería desprenderme de lo mío?’ Siempre es el yo.

Por ello Cristo mencionó estas palabras del versículo 42 .

Jesús también dijo en Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, (es decir hagan a un lado todos los derechos para consigo mismo y todos los derechos del yo) tome su cruz cada día, y sígame.’

Esta norma que Jesús pide, él mismo la cumplió. Se había escrito de él en las escrituras del Antiguo Testamento Isaías 50:6 Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.”.

Y ciertamente primero la policía judía lo escupió,. Le cubrió el rostro y le dio de puñetazos., Luego los soldados romanos siguieron con el juego. Lo coronaron de espinas, lo vistieron con la púrpura imperial, lo invistieron con un centro de caña, se mofaron diciéndole “¡salve, rey de los judíos!”,

 Puestos de rodillas ante en fingido homenaje; escupieron su rostro y lo golpearon con sus manos. Y Jesús, con la dignidad infinita del dominio propio y del amor, mantuvo su paz. Demostró su repudio absoluto a vengarse permitiéndoles continuar su escarnio cruel hasta el fin, además antes que nos volvamos demasiado ansiosos

Pedro lo dijo así: “Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas…

Cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa aquél juzga justamente. Charles Spurgeon, dijo, los cristianos “debemos ser como el yunque cuando los hombres malos son los martillos”.

Miren ustedes tres líderes mundiales que aplicaron la enseñanza del sermón del monte por medio de lo que llamaron “una resistencia pacífica” fueron León Tolstoi, Mahatma Gandhi que aprendió de Tolstoi y Martin Luther King, y de acuerdo a la enseñanza de Jesús no queda la menor duda acerca de los sufrimientos injustos que Luther King padeció.

CONCLUYO RECORDANDO A USTEDES ALGUNAS EXHORTACIONES DE LA PALABRA DE DIOS

Romanos 12:17 No paguéis a nadie mal por mal; (sin duda un eco de “No resistáis al que es malo”) procurad lo bueno delante de todos los hombres.

Romanos 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor 

Romanos 12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza (es decir lo avergonzarás para que se arrepienta).

Romanos 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal

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