Busca primero el reino de Dios

Meditación sobre Mateo 6:33 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidasMateo 6:33

Este es uno de los versículos del Nuevo Testamento más populares y más memorizados.
Es parte de lo que conocemos como el «Sermón del Monte», que es un relato de tres capítulos de un sermón que dio Jesús, o hay quienes lo consideran una colección de las enseñanzas de Jesús, de las cuales quizás solo las Bienaventuranzas (Mateo 5:1-11) fueron presentadas en este sermón, y que el resto de los temas son cosas que Jesús enseñó a lo largo de su ministerio y que Mateo agrupa aquí para poder tenerlas en un solo lugar. No sabemos.

Lo que si sabemos es que Jesús está enseñando sobre la providencia de Dios.

Mientras nosotros hilamos y cosemos para hacer ropa, las flores están aún más bellamente «vestidas» sin tener que hacer ningún trabajo.
Preparamos la tierra, sembramos y cosechamos para producir y cultivar alimentos, pero los animales salvajes tienen mucho que comer sin tener que purificar el agua.
Si Dios cuida las flores y los animales, ¿no cuidará aún más de nosotros, que somos el pináculo de Su creación, y que nos dió dominio sobre todo lo creado (Génesis 1: 28-30)?

Entonces, ¿por qué siempre estamos tan ansiosos por todo? Si conocemos al Señor y reconocemos Su mano soberana sobre toda la creación, ¿por qué nos preocupamos por nuestras vidas?

Claro, no debemos ser imprudentes y probar al Señor, pero tampoco debemos vivir con miedo.

En nuestra cultura moderna, esta actitud de vivir con miedo se extiende mucho más allá de tener comida para comer y ropa para ponerse.
Nos preocupamos por no enfermarnos, por ganar dinero, por lo que nuestros amigos o redes sociales puedan pensar de nosotros.
Y tantas y tantas cosas de las que nos llegamos a preocupar. La respuesta de Jesús es: «Busca primero el reino de Dios».

¿Realmente podemos luchar contra la preocupación y la ansiedad cambiando nuestro enfoque y pensamientos hacia estas, ignorando la preocupación mientras los problemas arremolinan a nuestro alrededor?

¿QUÉ SIGNIFICA BUSCAR PRIMERO EL REINO DE DIOS?

Jesús dedica un buen tiempo a hablar de las preocupaciones y nos da algunos ejemplos sobre los pájaros y las flores, pero, en realidad, creo que el comienzo de este pasaje nos prepara para que Jesús hable sobre el reino de Dios.

La cura para la ansiedad no se encuentra en no preocuparse. Posiblemente has intentado «no preocuparte» y te has dado cuenta que eso puede generar más preocupación.

La cura para la ansiedad se encuentra cuando levantamos la vista de nuestra ansiedad y buscamos primero el reino de Dios.

Y es aquí donde probablemente estás volviendo a la misma pregunta que te he estado haciendo: ¿Qué significa buscar el reino de Dios?

Veamos:

Buscar el reino de Dios significa confiar en que Dios, que te ha creado, se ocupará de tus necesidades, a pesar de que esto parezca algo difícil. Jesús comienza aquí con eso. Cuando enseña a la multitud cómo combatir la ansiedad, reconoce las necesidades de la gente y la capacidad de su Padre para satisfacer esas necesidades.
Los pájaros y las flores están bien cuidados, por lo que podemos confiar en que Dios también cuidará de nosotros, sus hijos.
No necesitamos esforzarnos, apresurarnos o retorcernos las manos, preguntándonos cómo vamos a hacer que esto funcione. Simplemente tenemos que confiar en que Él saldrá adelante porque dijo que lo haría. Tendremos suficiente. Tendremos lo que necesitamos.
Pero hay algo en que si debemos esforzarnos: en buscar el reino de Dios y su justicia.

Buscar el reino de Dios significa adorar a Dios en todo. La ansiedad surge de la preocupación por el futuro, por aquellas cosas que están más allá de nuestro horizonte. Es una forma de control que nos ha enseñado el mundo y que dice que debemos tener todas las respuestas para sentirnos seguros.
Sin embargo, saber lo que nos espera es una falsa sensación de seguridad. La verdadera seguridad está antes de que veamos a Dios actuar, antes de que veamos su provisión. Y cuando estamos ahí, en esa situación, por muy inestable que parezca nuestro mundo, podemos adorar a Dios justo donde estamos porque la verdad de quién es Él nunca cambia. Adorar antes de que veamos la respuesta es desafiante y francamente difícil, pero si nos acercamos a Dios creyendo Sus promesas y reconociendo que no importa qué, Él es Dios y queremos ver Su reino venir a la tierra, podemos adorar. Jesús sabe que nuestra fe es imperfecta, y aun así podemos adorarle, por eso dice «buscad».

Buscar el reino de Dios significa darte cuenta de la obra que Dios está haciendo en ti y a tu alrededor. ¿Quieres una cura rápida para la ansiedad? Dirige tu atención hacia afuera. Deja de enfocarte en tus necesidades y temores de que Dios no proveerá; Jesús ya nos aseguró que lo hará, así que puede quitar sus ojos de esa necesidad. En cambio, mira hacia arriba y mira a tu alrededor. Observa como está Dios obrando en su familia, tu comunidad y tu corazón.
Colabora en ese trabajo. Sé un agente para ayudar a quienes te rodean a experimentar el reino de Dios. Para buscar el reino de Dios primero necesitamos cultivar un corazón que diga que no solo queremos experimentar a Dios en nuestras propias vidas, sino que queremos que nuestro mundo también lo experimente.

Es muy fácil dejar que la ansiedad gobierne nuestros corazones y volvernos tan retorcidos con tantas preocupaciones sobre cómo se van a satisfacer nuestras necesidades. Jesús nos dice que no nos preocupemos, y por una buena razón. El Padre conoce nuestras necesidades y ha prometido cuidarnos. Nuestro trabajo es poner toda nuestra ansiedad, preocupación y temor a los pies del Padre y buscar Su reino, confiando en que Él nos cuidará tal como lo prometió.

Comparte con tus amigos