Jacob llega a Egipto
Meditación sobre Génesis 46:27-34 por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
Génesis 46:27-34
Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta. Y envió Jacob a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver en Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén. Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su padre en Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello largamente. Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, y sé que aún vives. Y José dijo a sus hermanos, y a la casa de su padre: Subiré y lo haré saber a Faraón, y le diré: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí. Y los hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían. Y cuando Faraón os llamare y dijere: ¿Cuál es vuestro oficio? entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moréis en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas.
Moisés el escritor del libro de Génesis da la genealogía de Jacob a detalle y está afirma que fueron 70 los familiares de cuyo linaje nacería el Redentor, y por tanto los herederos de la promesa y de quienes surgiría una gran nación la cual sería de bendición para todas las naciones y la historia de Dios así nos lo confirma el día de hoy.
Los historiadores y estudiosos de la Biblia nos dicen que el viaje de Jacob de la tierra de Canaán a Egipto debió ser de más de 2 meses, por lo complejo al ir menores de edad, así como el llevar sus bienes y ganado, comentan que debieron ser acompañados por servidumbre, pues no se puede explicar un viaje tan lento y complejo, además de que a Jacob no le sería tan fácilmente desamparar a sus siervos, y a estos despegarse de su señor, pues estos dependían de su protección. Esto puede ser muy cierto, pero de la casa de Jacob solo son setenta, y eso es lo trascendente, que un día saldrían de Egipto como una gran nación de millones de personas con una identidad ¡Como el Pueblo de Dios y de bendición para todas las naciones!
Es importante notar que salta a la luz de una manera muy especial Judá, desde el momento en que entran a Gosén pues Moisés nos dice:
«Y envío Jacob a Judá delante de si a José, para que le viniese a ver en Gosén y llegaron a la tierra de Gosén «. Gn.46:28.
Judá es en este momento distinguido como un portavoz de Israel, el espíritu de Dios lo hace notorio, lo hace surgir de entre los setenta pues veremos más adelante la importancia de este personaje en la historia de los hijos de Dios.
La tierra de Gosén tiene la característica de ser la más apropiado para la ganadería y la más lejana de la población egipcia, es perfecta para que se estableciera el pueblo de Israel, permitiendo que esté ejercitara su oficio de la crianza de ganado, tanto el propio como el del Faraón, y lo más importante, al mantenerlos a distancia del pueblo Egipcio, va a ayudar a qué su pueblo no se mezcle con sus hospedadores y mantengan su linaje, evitando uniones de yugo desigual y que se contaminaran adorando dioses falsos.
El espíritu de Dios cuida la pureza de su pueblo, hoy nosotros sabemos que debemos evitar el yugo desigual, pues esto estorba a nuestro crecimiento espiritual.
José hace lo suyo y cuando da aviso, que sus parientes han llegado a Egipto le recalca en varias ocasiones que son ganaderos, y a pesar de que los egipcios tienen fuerte rechazo a la crianza de ganado, ya que ellos no ven bien dicha actividad económica, puesto que va en contra de sus intereses, pues la ganadería no es bien recibida por los grandes sembradíos que tienen al ser los egipcios un país que vive de la agricultura y el ganado en un descuido puede acabar con grandes extensiones de tierra en siembra, el Faraón da su visto bueno y aprueba que la familia de José se establezca ahí para vivir.
Dios tiene el control de todo y Faraón los nombra capataces de su ganado y es así como el espíritu de Dios coloca a su pueblo en buen lugar, pues da las condiciones necesarias para su crecimiento en un lugar apartado, propicio para ellos y dónde nadie va a entrometerse.
Al mismo tiempo dos corazones son reparados, por fin después de muchos años de no saber uno del otro, padre e hijo vuelven a estar juntos, la emoción y felicidad los embarga, ahora hay paz en ellos, ambos pueden ver la mano de Dios en todas las adversidades por las que pasaron y ahora por fin juntos otra vez. Son bendecidos pues el Señor permite a Jacob pasar los últimos días de su vida en esta Tierra cerca de su amado hijo y a José poder disfrutar de su padre con toda libertad.
A veces pareciera que las adversidades son muchas y que nunca acabarán, nos sentimos desfallecer, pero es entonces cuando debemos fijar nuestros ojos en el Señor y confiar plenamente que sus tiempos son perfectos y que todo lo que sucede será bendición para nosotros, su pueblo, sus hijos, y que tarde que temprano nuestros corazones rebozaran de alegría pues su misericordia es para siempre.