Un aniversario especial

En esta importante fecha para los “beritheños” en la que coinciden la iniciación de la Reforma Luterana y la fundación de nuestra iglesia, releyendo alguno de los editoriales del Buen Óleo,  publicados en años anteriores,  encontré unas significativas líneas.

 En el escrito se hace mención a la oportunidad de hacer un alto y  desde la cumbre  de los aniversarios observar el pasado y programar el futuro.

Con respecto a Berith, haciendo una recapitulación de los hechos que tuvieron lugar hace ya 41 años cuando un grupo de un grupo de cristianos  tuvieron  la iniciativa de fundar una nueva iglesia siguiendo tanto los criterios bíblicos, expresados en la Reforma religiosa del siglo XVI, como  los lineamientos presbiterianos,  pudimos observar el cuidado especial y la bondad y fidelidad de nuestro Dios al permitir, en primera instancia el consolidarnos como congregación, y después edificar unas magníficas instalaciones, gozar por muchos años de la  riqueza de la predicación, liderada por el Maestro Gerald Nyenhuis, y el concretar los esfuerzos de evangelización emprendidos en nuestro entorno, como por ejemplo las iniciativas de  Extiende tu Mano o El Plan 2000 y hasta fuera de nuestras fronteras como  el programa que llegó hasta Cuba. 

Ya en pasado reciente seguimos dando gracias al Señor por este difícil tiempo que nos ha tocado vivir como sociedad,   en el que el temor a la enfermedad, y el aislamiento fueron los pendones que ondearon en nuestros hogares.

Pero ahí también estaba la mano extendida del Creador, como lo reitera el Salmo 91-1:16

El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré. Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día; Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya.Salmo 91-1:16

En este tiempo en el que las Escrituras nos brindaron un sano refugio y fueron una fuente de fortaleza, se  nos permitió de manera inmediata, el mantener a través del trabajo y esfuerzo de nuestros oficiales, auxiliados de la tecnología, un programa de predicación, de meditaciones diarias, de ayuda, incluso cuando fue necesario de visitación, y sobre todo de oración.  

Un tiempo difícil, sin duda pero un tiempo en el que la fidelidad del Salvador nos ha permitido a través de los diezmos y ofrendas de la congregación, el continuar de pie, y hoy cuando casi vemos la luz al final del túnel, podemos reprogramar las actividades presenciales y expresar con el mismo gusto que el pueblo de Israel expresaba en el Salmo 122-1:2 cuando se hacía realidad su llegada a Jerusalén, y decir al unísono:

¡Qué alegría cuando me dijeron:
“Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.”

Queridos hermanos digamos juntos, gracias a Dios por el tiempo difícil que nos ha permitido vivir bajo el cobijo de sus alas,  y demos gracias por que nos permite hacer planes para un futuro inmediato y sobre todo hoy, demos  gracias por permitirnos celebrar unidos un cumpleaños lleno de esperanza de nuestra amada Iglesia Berith.


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