Vestidos como hijos de Dios

Vestidos como hijos de Dios – Colosenses 3:12-17 y 23-24
Meditación sobre Colosenses 3:12-17 y 23-24 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith

Transcripción…

CDMX, viernes 12 de noviembre de 2021

En la escuela o en nuestro trabajo de acuerdo a las reglas de la empresa o institución en la que estamos, usamos la ropa adecuada para tener un mejor desempeño; si trabajamos en una construcción usamos cascos protectores, chalecos y las herramientas necesarias, si nuestro trabajo es de oficina o en un despacho, usamos trajes de acuerdo a las características que nos han pedido.
Si vamos de mezclilla a trabajar en un banco, seguramente nos llamaran la atención y estaremos poco tiempo en ese trabajo.

En la biblia en el libro del profeta Isaías 61: 10 leemos:

10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.
Como cristianos debemos regocijarnos en nuestro Dios y dar gracias por su infinita misericordia y por su gran amor, pues Él nos bendice en gran manera y nos viste con ropas de salvación y nos hace justos por medio de nuestro señor Jesucristo.
En los versículos 12 y 13 de nuestro pasaje en Colosenses 3 leemos:
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Todos los que hemos aceptado a Cristo como nuestro salvador, estamos vestido por su justicia sigamos pues los pasos de Jesús, seamos santos, apartados para Dios.

Al dejar que Cristo dirija nuestra vida, tenemos una nueva vestidura que son los frutos del Espíritu en nuestra nueva vida.

El Apóstol Pablo nos invita a ser pacientes, tolerantes, bondadosos y a perdonar a los demás como Cristo nos perdonó a todos nosotros.

En los versículos 14 y 15 de nuestro pasaje en colosenses 3 dice:

14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

El amor es la suma de todo lo que dijo el Apóstol Pablo en los versículos anteriores, Si actuamos con amor en nuestra vida y cumplimos lo que Dios pide, estaremos siendo testimonio.

El amar a los demás no solo es de dicho sino también que demostremos el amor de Dios a los que nos rodean. El amar a los demás hace que nuestra vida sea un testimonio irrefutable del amor de Dios y demostremos que Cristo es el señor de nuestra vida.

En 1ª Juan 4:10 y 11 dice:

10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

El Apóstol juan nos recuerda que Dios nos amó primero y que nuestra salvación es por la fe en el señor Jesucristo, debemos reflejar este amor a todos aquellos que nos rodean, en la escuela, en el trabajo, que en todo lugar en que estemos debemos reflejar este amor de Dios.

Al final del versículo 15 nos invita a estar unidos, unánimes en la fe y a ser agradecidos, a dar gracias a nuestro Dios sus bendiciones, por todo lo que recibimos de Él, su misericordia y su providencia que nos cuida y nos protege día a día.

En los versículos 16 y 17 de nuestro pasaje en colosenses 3 leemos:

16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Como cristianos debemos de estar unánimes en una misma fe, estudiando su palabra, y poniéndola en práctica en nuestra vida diaria y que en donde estemos conservemos la comunión con nuestros hermanos y con nuestro Dios entonando himnos, salmos o cantos espirituales, orando a nuestro señor.

En los versículos 23 y 24 del pasaje en Colosense 3 leemos:

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Dios es el creador de todas las cosas, de todo el universo.
Oremos a nuestro Dios por medios de nuestro señor Jesucristo y pongamos en sus manos, nuestra vida y todos nuestros planes, pidamos que su propósito se cumpla en nuestras vidas.
Hermanos, sabemos que trabajamos y estudiamos y nos pide que lo hagamos de corazón no para los hombres sino para el Señor, sabiendo que todo lo que hacemos es para su gloria.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles

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