Venga tu reino

Meditación sobre Mateo 6:19 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Me da mucho gusto enviar a cada uno de ustedes un muy cordial saludo. Continuando con nuestras meditaciones sobre el Sermón del Monte el día de hoy nos encontramos con la segunda petición del Padre Nuestro que encontramos en el versículo 10 del capítulo 6 del evangelio de Mateo que dice de la siguiente manera:

10 Venga tu reino.

INTRODUCCIÓN

El Catecismo de Heidelberg en su pregunta 123 dice:

¿Cuál es la segunda súplica del Padre Nuestro?

Y LA RESPUESTA ES

«Venga tu Reino», es decir: 1. reina sobre nosotros por tu Palabra y tu Espíritu de tal modo que nosotros nos sometamos cada vez más y más a Ti.  

2. Conserva y aumenta tu Iglesia.  3. Destruye las obras del diablo y todo poder que se levante contra Ti, lo mismo que todos los consejos que se toman contra tu Palabra, 4. hasta que la plenitud de tu Reino venga, cuando Tú serás todo en todos.

Y según la interpretación (muy legítima, por cierto) que el Catecismo da a la segunda petición, vemos que hay cuatro elementos o aspectos en esta petición que son los siguientes:

1) AL ORAR VENGA TU REINO ESTAMOS PIDIENDO UN REY Y ESTAMOS DISPUESTOS A SOMETERNOS A EL;

Miren ustedes, es un hecho y una realidad que El reino de Dios ya existe y él lo domina regiamente. Y, así como él es santo, santo, santo también es Rey, y reina con soberanía absoluta sobre la naturaleza, la creación y la historia.

Apocalipsis 7:12

La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.

Y lo que pedimos, es que su Reino sea más real en el mundo. 

Juan Calvino dijo:

 Dios reina, cuando los hombres, renunciando a sí mismos y menospreciando el mundo y esta vida terrestre, se someten a la justicia de Dios para aspirar a la vida celestial. Y por eso este reino tiene dos aspectos; uno es que pedimos a Dios, que con la virtud y potencia de su Espíritu, corrija y domine todos los apetitos de nuestra carne, que en tropel le hacen la guerra; la otra, que dirija todos nuestros sentidos para que obedezcan sus mandamientos.

Por lo tanto, solamente podemos hacer esta petición si primero comenzamos por nosotros mismos; deseando ser limpios de toda corrupción que pueda perturbar el sereno estado del reino de Dios, e infectar su pureza y perfección.

También al decir venga tu reino estamos pidiendo que la Palabra de Dios sea como un cetro o bastón de mando real, que domine el corazón y el espíritu de todos, para que voluntariamente le obedezcamos

Esta petición da por sentado que el Reino de los cielos es una realidad, pero que en el actual momento histórico en el mundo que habitamos se encuentra en una situación o proceso temporal que va a concluir en un futuro muy próximo cuando Cristo se manifieste plenamente y con poder.

Fíjense si pedimos un Rey, pedimos, entonces, ser gobernados y esto implica que estamos dispuestos a vivir como ciudadanos del reino de Dios y nuestra sumisión a Él está involucrada en la plegaria.

Ahora bien, ¿cuáles son algunas de las características del reino de Dios que pedimos?

Son la justicia, la honradez, la paz, la libertad y la verdad en todas las relaciones con nuestros semejantes, por ejemplo, si somos mentirosos, injustos y deshonestos no podemos orar esta petición como una verdadera oración.

Es decir, esta oración no es un asunto de unas cuantas palabras, sino que tiene que ver con nuestra vida, nuestra actitud y actividades, y todo nuestro ser está involucrado en esta oración, para vivir con nuestros semejantes en esta vida, los principios del reino.

Ahora bien, por otra parte, no estamos pidiendo un rey cualquiera, sino que ESTAMOS PIDIENDO QUE SEA DIOS MISMO EL QUE REINE SOBRE NOSOTROS

Por ello debemos buscar el Reino de Cristo, con la suficiente sinceridad como para orar por él,

El segundo elemento que involucra esta petición es que :

2) ORAR VENGA TU REINO ES ROGAR POR EL DESARROLLO DE LA IGLESIA;

Y esto es muy importante ya que la Iglesia es la institución principal, la más importante y la más esencial del Reino, en la tierra, por lo que no podemos orar «Venga tu Reino», sin que pidamos por la Iglesia.

Es decir, no podemos orar por la Iglesia y su desarrollo (y, entonces, por el Reino) si descuidamos y despreciamos la iglesia

Juan Calvino dijo que debemos orar y desear cada día, que Dios reúna a todas sus iglesias en todos los países del mundo y aun en los rincones más apartados, y las multiplique y aumente en número, y las enriquezca con sus dones, para que puedan ser luz en medio de un mundo en tinieblas,

Esta petición también es una petición intensamente misionera y evangelística, que lo abarca todo.

Ya que al orar de esta manera estamos pidiendo por una parte que todo mundo conozca a Dios, su Nombre, su plan, su salvación y su Reino; y Y con ello estamos pidiendo que el evangelio y el reino de Dios llegue a Todo nuestro país, a toda América Latina, a Europa, a toda Asia, África Oceanía, a todas partes.

Cuando oramos, ‘Venga tu reino’, pedimos el éxito del evangelio, su predominio y poder; pedimos la conversión de hombres y mujeres;

Cada uno de nosotros deberíamos conocer a Dios de tal forma que nuestro único deseo y anhelo fuera que todo el mundo llegara a conocerlo y esto nos llevaría a orar intensamente para que el nombre de nuestro Dios sea conocido por medio del testimonio de la iglesia.

3) EN TERCER LUGAR, ORAR “VENGA TU REINO” ES ROGAR POR LA DESTRUCCIÓN DE LAS FUERZAS DEL MAL,

Miren ustedes si el Reino del Mesías es un Reino de paz, justicia, libertad, honradez y salud espiritual, tenemos que orar para que sean destruidas todas las fuerzas que contribuyan a la guerra, a la injusticia, a la opresión, al cohecho y a la inmoralidad.

La tolerancia de la maldad, de la injusticia y la corrupción nos incapacita y no nos permite orar, con conciencia limpia, que venga el Reino de Dios.

Y en el caso de cada uno de nosotros, uno de los estorbos más grandes en nuestra vida espiritual y en la práctica de la oración es nuestra renuncia a luchar contra lo malo. Ya que algunos en lugar de luchar contra el pecado en ocasiones, participan en las obras de maldad

Por eso la Palabra de Dios nos dice en Romanos 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Juan Calvino dijo que debemos orar para que disminuyan los impíos, que obstinadamente y con un coraje y furor desesperado resisten a su imperio.

También debemos pedir diariamente que Dios haga resplandecer más su luz y su verdad, a fin de que las tinieblas y mentiras de Satanás y de su reino se disipen, desvanezcan y destruyan, también que destruya las implas conspiraciones de los enemigos, y descubra sus engaños y asechanzas, y salga al encuentro de su malicia y abata su rebeldía, hasta que finalmente acabe con todo pecado e impiedad con el resplandor de su maravillosa segunda venida (2 Tes. 2,8).

Y por último, en cuarto lugar,

4) CUANDO ORAMOS ESTA PETICIÓN DE 3 PALABRASVENGA TU REINO” ESTAMOS PIDIENDO QUE LLEGUE PRONTO LA PLENITUD DEL REINO DE CRISTO.

Por ello esta petición es también una petición escatológica, ya que estamos pidiendo por algo se va a realizar en un futuro muy próximo cuando nuestro Señor Jesucristo venga por segunda ocasión a esta tierra con gloria y majestad y sonido de trompeta y todo ojo lo verá.

Miren ustedes, la historia no está al garete, no anda suelta La historia se mueve hacia un fin, ya que la historia está dirigida por Dios y va a culminar con la gloriosa segunda venida de nuestro Señor Jesucristo;

Y la mejor manera de anhelar fervientemente la segunda venida, la gloriosa, venida de nuestro Señor es orando fervientemente por ella. Como dice

Apocalipsis 22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.  Y que todos digamos Amén; sí, ven, Señor Jesús

CONCLUYO

Si pedimos que Dios reine sobre nosotros en la persona de su Hijo, podemos hacer tal petición solamente si estamos dispuestos a renunciar a nuestra autonomía y supuesta soberanía

La petición de esta oración debe apartarnos de todas las corrupciones del mundo que nos separan de Dios, para que su reino florezca entre ‘nosotros; y al mismo tiempo encienda en nosotros un vivo deseo de hacer morir los deseos de la carne y esperar con gozo la segunda venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Que nuestras oraciones de todos los días incluyan sinceramente las tres palabras, VENGA TU REINO Amén

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