Redimiendo el tiempo

Meditación sobre Colosenses 4:1-6 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

CDMX, viernes 19 de noviembre de 2021

En ocasiones tenemos actividades o tareas que dejamos pendientes, pensando que las podemos realizar cuando tengamos más tiempo, si tenemos un traje o un vestido que nos agrada y a veces lo guardamos para usarlo en una mejor ocasión y pasa el tiempo y nunca lo usamos, ni tampoco realizamos la actividad pendiente.

En la biblia en libro de Eclesiastés 9: 10 encontramos estas palabras del Rey Salomón:

10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Salomón nos hace reflexionar sobre la fragilidad de la vida, nos exhorta a ser cuidadosos en cómo vivimos y a no dejar nada para después. Hermanos vivamos nuestra vida buscando hacer la voluntad de nuestro Dios y estudiando su palabra y que todo lo que hagamos mientras tengamos vida sea para la gloria de nuestro Dios.

El Apóstol Pablo escribió la carta a los Colosenses cuando estaba prisionero en Roma después de recibir un informe de Epafras explicando las condiciones en que estaba la iglesia de Colosas.

Los cristianos de Colosas vivían en medio de una sociedad que se vanagloriaba de tener un sincretismo religioso en el que convivían diversas Filosofías y enseñanzas, desde el esenismo, el gnosticismo y del judaísmo con una adición sincretista de ideas frigias de aquella región. En nuestra época esto está sucediendo y es muy similar a las condiciones en que vivieron los cristianos de aquel tiempo.

El Apóstol Pablo llama a los Colosenses y a nosotros a estar atentos y no caer en estos errores y lo hizo presentando la verdad de que Jesucristo es la imagen del Dios invisible, en quien están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento; Él es el creador de todas las cosas y todo poder proviene de él y de nadie más.

Con su muerte en la cruz Cristo nos liberto del pecado y de la corrupción de la naturaleza humana y nos dio una nueva vida por su resurrección, el es nuestro señor y salvador.

En el versículo 1 de nuestro pasaje en Colosenses 4 dice:

1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.

En la época del Apóstol Pablo bajo el dominio del Imperio Romano se practicaba la esclavitud, esto era socialmente aceptada y era un símbolo de poder y de riqueza el tener esclavos.

En el versículo se invita a los amos a tratar con justicia y rectamente a sus siervos. En nuestros días se invitaría al patrón o jefe a actuar con justicia con sus empleados, pagando un salario digno y tratando bien a sus trabajadores.

En todas las épocas observamos que el trato entre las personas que trabajan y el empleador se rige por principios generales de fidelidad y respeto entre las personas.

El trato recto puede traducirse como equitativo, los líderes o representantes deben cuidar de que sus compañeros que trabajan tengan el bienestar y que no abusen de su puesto, como sucede en ocasiones en nuestros días.

Los cristianos debemos tratar a todos con equidad y bondad como Dios nos ha tratado, pues sabemos que en todo lo que hacemos en nuestra vida diaria o en el trabajo secular debe ser para dar gloria a Dios.

En los versículos 2 al 4 de nuestro pasaje en Colosenses 4 dice:

2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
3 orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,
4 para que lo manifieste como debo hablar.

El Apóstol Pablo oraba por todas las iglesias y también por la iglesia de Colosas para que se mantuvieran firmes en el evangelio, en comunión con Dios, por eso les pide que oren fervientemente a Dios en el nombre de Jesucristo por todas sus necesidades y que no se olviden de ser agradecidos por todas las bendiciones que han recibido.

En el libro de Nehemías 4:9 dice:

9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.

Cuando reconstruían el templo Nehemías pidió al pueblo orar, aquí el profeta nos pide estar en pendientes, a estar en guardia contra las asechanzas de los enemigos. El Apóstol Pablo en el mismo sentido nos pide que oremos a nuestro Dios, pero también a ser precavidos y estemos al pendiente y en guardia contra todas aquellas falsas enseñanzas.

Pablo les pide que no se olviden de pedir por él para que el señor le de las palabras que ha de predicar y poder proclamar las buenas nuevas de Cristo con claridad, también entendemos que debemos orar por nuestro pastor y por los que predican el evangelio.

En los versículos 5 y 6 de nuestro pasaje en Colosenses 4 leemos:

5 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

En el pasaje el Apóstol nos muestra que Dios está interesado, por nuestra vida personal, por nuestra oración, así como por nuestras interacciones con el mundo. por nuestra oración en recamara, en lo secreto, como por nuestra vida diaria que andemos redimiendo el tiempo, que sea de provecho material y espiritual.

El Apóstol nos dice cómo debemos actuar ante los que nos rodean, dando buen testimonio, buena conducta ante los que nos rodean, a cuidar nuestro lenguaje, lo que hacemos o decimos y a procurar hacer el bien, dando buen testimonio de nuestra fe por todos los medios lícitos.

A ser diligentes, a dar buen testimonio de que Cristo es el señor de nuestra vida. A ser discretos y oportunos, para la gloria de nuestro Dios. Hermanos, andemos redimiendo el tiempo.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.

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