El reino de Dios: Reino de pacto
Meditación bíblica en por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
El reino de Dios es un reino de pacto, ya que el pacto, define la relación de Dios con el hombre y, por lo tanto, el pacto es la «constitución» del reino.
Pero, para entender esto mejor tenemos que entender primero qué es un pacto.
En primer lugar, es necesario que sepamos que aunque algunos eruditos bíblicos afirman erróneamente que la idea del pacto en la Biblia es esencialmente la misma que la idea de un contrato. Esto no es así.
El pacto no es un tipo de relación contractual. Porque una relación contractual permanece solo mientras las dos partes brinden algún tipo de beneficio mutuo.
Para entender la esencia de una relación de pacto, será muy útil estudiar el libro de Deuteronomio.
Este libro muestra claramente que la esencia del pacto es el amor.
La base del llamado de Dios es el amor de Dios por su pueblo.
Dios insta a su pueblo a responderle con amor, y expresar ese amor por medio de la lealtad al pacto que estableció con ellos.
En Deuteronomio 7:6-13 podemos leer lo siguiente:
6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
8 sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.
11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
En estos versículos vemos que el origen del pacto es el amor de Dios por Abraham y su descendencia.
Dios decidió bendecir a los hijos de Israel y convertirlos en su propio pueblo.
Dios no los eligió como si estuviera haciendo ‘un buen trato’ con ellos.
Aquí no hay nada contractual, no hay negociación.
En su gracia, Dios determinó amarlos y concederles Su bendición.
Y Dios exige que los hijos de Israel también lo amen.
Lo vemos en Deuteronomio 6:4-5
4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y más adelante en Deuteronomio 10:12-13 pide obediencia diciendo:
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
Dijimos que un contrato, a diferencia de un pacto, solo dura mientras ambas partes disfrutan de los beneficios de la relación.
Un pacto, en cambio, es un compromiso de amor.
Dado que crea una relación fundamentalmente diferente de la relación de beneficio mutuo de un contrato, debe establecerse de manera diferente.
En la Biblia, un pacto solo se puede establecer y sellar mediante un juramento, que generalmente implica una ceremonia de juramento como la circuncisión (es decir, en el antiguo Israel, el acto de circuncidar a un niño constituía un juramento de pacto).
El juramento es tan importante en un pacto que la palabra juramento a veces se usa como sinónimo de pacto. (Deuteronomio 29:12, 14).
Entonces, ¿qué es un juramento? Un juramento es una promesa autodestructiva.
Cuando uno hace un juramento, promete preservar la relación de pacto y sella la promesa con palabras que provocan una maldición sobre sí mismo si no cumple su promesa. La maldición del pacto es muerte.
Pero el significado completo del amor, podemos conocerlo en la relación entre Cristo y el Padre, que primero vemos que el amor de pacto es la comunión eterna del Padre, el Hijo y el Espíritu.
En Juan 17:24, 26 vemos,
Padre, quiero que también ellos, que me has dado, estén conmigo donde yo estoy; para que vean mi gloria que me has dado, porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. . . . Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.
Esto tiene un significado profundo para la historia bíblica de la creación y la redención. Dios creó el mundo como Su reino para manifestar Su gloria.
ADán y Eva debían proteger el mundo creado y cuidarlo para que diera frutos para la gloria de Dios.
La caída del hombre fue un rechazo del amor de Dios y un rechazo del camino del amor en el ser humano.
Redención significa la restauración del propósito del pacto de Dios. El hombre es restaurado a su llamamiento original como imagen de Dios.
El mundo creado también debe ser restaurado a su propósito original de revelar la gloria de Dios a través de la mayordomía del pacto de la imagen de Dios.
La redención encuentra su cumplimiento en el reino de Dios.
Dios ha derramado Su amor del pacto sobre nosotros en Jesucristo para que por medio de la fe en Él seamos re-creados, restablecidos como Sus hijos y llevados a una comunión eterna de amor con nuestro creador.
La Biblia es la historia del reino del pacto de Dios: su creación, su corrupción por el pecado y la redención misericordiosa de Dios de ese reino para alabanza de la gloria de Su gracia.