Lámpara del cuerpo- Mateo 6:22-25
Meditación basada en Mateo 6:22-25 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
Reciban un muy cordial saludo. En este hermoso día doy gracias a Dios porque al inicio de este año 2022 nos permitecontinuar con nuestras meditaciones acercad de las enseñanzas del Sermón del Monte
y. el día de hoy llegamos a las palabras que encontramos en los versículos 22 al 24 del capítulo 6 del evangelio de Mateo que dice de la siguiente manera:
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
I.- INTRODUCCIÓN
En los versículos anteriores nuestro Señor Jesucristo habló de nuestro corazón y dijo Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón’.’
El orden que siguió el Señor fue así: Primero habló del corazón y ahora pasa a la mente y dice, «La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.
Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?» y en tercer lugar se refirió a la voluntad al decir «Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.
¡No podéis servir a Dios y a las riquezas!‘
O sea, habló de los tres atributos principales del alma: el corazón o sentimientos, el intelecto y la voluntad y el tema principal de estos versículos es la forma en que los tesoros y posesiones terrenales tienden a apoderarse y dominar toda la personalidad es decir estos tres atributos del alma.
Pero vayamos ahora a las primeras 7 palabras del versículo 22 que dicen:
La lámpara del cuerpo es el ojo.
Aquí Jesús hace un contraste entre una persona ciega y una persona dotada de la vista, y también entre la luz y las tinieblas en las que algunos viven.
una persona dotada de la vista anda en la luz, mientras que la persona ciega está en tinieblas. Y la gran diferencia entre la luz y las tinieblas del cuerpo se debe a este pequeño pero maravilloso órgano, el ojo.
es un lenguaje poético, que utiliza una figura del lenguaje que es fácil de entender , dijo que el ojo es como un tipo deventana que deja que la luz entre al cuerpo.
El ojo deja entrar la luz en el cuerpo; es la ventana del cuerpo; es efectivamente la luz del cuerpo. Si algo bloquea esta entrada de luz hay oscuridad. Si algo entra en el ojo eimpide la visibilidad, todo el cuerpo queda sin luz.
Y nadie duda del hecho de que todo el cuerpo depende denuestra capacidad para ver. Necesitamos ver para correr, saltar, manejar un auto, cruzar una carretera, cocinar, bordar, pintar. Y es que el ojo es como una ventana, que «ilumina» lo que el cuerpo hace por medio de sus manos y pies.
Cuando Cristo llama al ojo la luz del cuerpo, emplea una comparación que significa que ni las manos, ni los pies, ni las piernas sirven para orientar a los hombres al caminar, sino solamente el ojo que es una guía suficiente para el resto de los miembros.
El corazón y los sentimientos son una parte importante del alma: pero como son ciegos en sí mismos, necesitan la dirección de la mente o sea del ojo.
Dios nos ha dado la mente la mente para guiarnos y para actuar como una linterna al mostrarnos el camino.
Y nuestra mente necesita la Palabra de Dios como nuestra guía
Salmo 119 105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino
El 21 continúa diciendo
Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estarálleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.
nuestro Señor, dijo que hay dos maneras de mirar todas las cosas del mundo.
Existe lo que Él llama ojo ‘bueno’, el ojo del hombre espiritual que ve las cosas realmente como son, verdaderamente y sin dobleces. Sus ojos son claros y ve todo normalmente.
Pero hay otro ojo al que llama el ojo ‘maligno’, que es una especie de visión doble, en el cual el lente no está claro, porque tiene sombras y opacidades, y las cosas se ven de una manera confusa.
en este pasaje Nuestro Señor nos advierte que el corazón es el que primero que codicia las cosas mundanas, y el corazón del hombre es tan poderoso que rige su mente, su comprensión, su inteligencia y luego domina su voluntad y por ello el señor nos lleva al final a tomar una decisión “No podéis servir a Diosa y a las riquezas”
.
Nuestro Señor dijo: si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?»
como consecuencia del pecado y del mal, y debido al control que ejercen sobre el corazón, el placer, la pasión y el deseo,aquí la Biblia dice , ¡que grandes son esas tinieblas!
Además, así como la ceguera conduce a las tinieblas, una ambición innoble y egoísta cuyo objetivo es solo hacer tesoros en la tierra nos hunde en la tiniebla moral. Nos hace intolerantes, inhumanos, despiadados y priva a la vida de todo significado.
Es decir nuestra visión llega a nublarse con los falsos dioses del materialismo, y perdemos nuestro sentido de los valores, nuestra vida toda estará en tinieblas y no podremos ver hacia dónde vamos. Y la enseñanza aquí es que se puede perder la visión por causa de la codicia, como resultado de tener un «ojo maligno»
23. Si la luz que hay en ti es tinieblas¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
Cuando los hombres se revuelcan vergonzosamente en la inmundicia de los vicios al no frenar los ciegos y oscuros deseos de la, carne la luz se convierte en tinieblas
Por eso Jesús dijo ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Es decir cuantas serán las tinieblas espesas y espantosas van areinar en la vida de los hombres cuando eligen ser ciegos.
Ahora bien, Al final de esta enseñanza sobre los tesoros Jesús concluyó con estas palabras
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
La palabra griega kurios es la misma palabra que se emplea para decir que Jesús es el Señor.
Y el kurios es o la riqueza, o lo es Dios, pero es uno de los dos y no los dos a la vez.
Debemos decidir entre Dios y las riquezas, es decir entre el mismo Creador viviente y cualquier objeto de nuestra propia creación uno de los cuales podemos llamar «dinero». Y es una decisión muy importante Porque no podemos servir a ambos.
No podéis servir a Dios y a las riquezas
Como lo expresó McNeile,»Los hombres pueden trabajar para dos patrones, pero ningún esclavo puede ser propiedad de dos amos'[‘
Fijémonos en lo lógico que es esto dónde está nuestro tesoro está nuestro corazón, luego Lo que hacemos es el resultado de lo que pensamos; de manera que lo que va a determinar nuestra vida y en tercer lugar vamos a la acción mediane el ejercicio de nuestra voluntad al decidir a quien vamos a servir
Podemos resumirlo así: Los tesoros terrenales son tan poderosos que dominan la personalidad entera. Se apoderan del corazón del hombre, de su mente y de su voluntad; afectando a todo su ser.
Y al final es el uno, o es el otro, ‘porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.’
.
El amor es excluyente, es exigente, y siempre insiste en lo absoluto. Es lo uno o lo otro; debe ser luz u oscuridad. Es Dios o las riquezas.
CONCLUYO
Todas las cosas Dios nos las ha dado, para que las disfrutemos alimento, vestido, familia, amigos y todo lo demás.
La tragedia del pecado es que las cosas que tenían que estar al servicio del hombre se han enseñoreado de él y lo dominan y lo convierten en esclavo de las mismas.. ¡Qué terrible y espantoso es el pecado!
Por eso debemos recordar el primero y m´s grande mandamiento que encontramos en
Mateo 22: 37 que dice :«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente!’
El día de hoy debemos acudir a Dios para confesarle que quizás no lo hemos amado como nos lo pide y quizá tenemos algún tesoro o ídolo que nos está estorbando.
Recuerden que donde estuviere vuestro tesoro allí también estará vuestro corazón. : Amén