
Humildes y purificados ante nuestro Dios – Santiago 4:1-10
Meditación sobre Santiago 4:1-10 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
CDMX, viernes 1° de abril de 2022
En la sociedad que vivimos podemos ver situaciones en la que se desvirtúa la verdad por medios publicitarios para obtener beneficios, la mayoría de las personas nos dirá que esto es lo más usual o lo más normal, que es bueno obtener beneficios, que lo importante es progresar. Como cristianos vemos que estos nuevos valores sociales son diferentes o contrarios a los que encontramos en la biblia.
En el libro del profeta Miqueas 6:8 nos dice:
8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
La palabra de Dios nos revela a través del Profeta Miqueas, lo que todo cristiano debe de cumplir; buscar la justicia de Dios, estudiando su palabra y cumpliendo sus mandamientos, amar a nuestros semejantes y ser amables, compasivos, honestos y tener misericordia con los que nos rodean para poder presentarnos ante nuestro Dios con humildad de espíritu.
En los versículos 1 al 3 de nuestro pasaje en Santiago 4 dice así:
1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Santiago nos pide reflexionar de donde realmente viene todo el mal, las guerras y los pleitos, todo tienen su raíz en la carnalidad de los seres humanos.
En este mundo que vivimos encontramos que la mayoría de las personas siguen los deseos y pasiones que dominan en su corazón. Nosotros mismos debemos de luchar en nuestro interior con nuestro hombre natural que nos quiere gobernar.
La codicia y egoísmo del ser humanos, conducen a conflictos en todos los planos de la vida, aun en nuestras iglesias hermanos, estas actitudes solo provocan resentimientos que hacen que se pierda el sentido de la vida cristiana.
Hermanos, los cristianos estamos rodeados en este mundo de todo tipo de filosofías e ideologías que ensalzan todo tipo de desviaciones mundanas y pecaminosas que quieren atraparnos para llevarnos por caminos de perdición.
Solo nuestra fe en Cristo puede darnos la fortaleza para resistir los embates del enemigo, solo orando a nuestro Dios por medio de nuestro señor Jesucristo para que se cumpla su voluntad en cada uno de nosotros y no la nuestra, para que su espíritu nos ilumine y así podamos salir victoriosos.
En los versículos 4 y 5 del pasaje en Santiago 4 dice:
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano?: ¿El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Santiago nos exhorta, nos llama a tener presente nuestra fe en Cristo, nuestro compromiso de vida con nuestro Dios y a no contemporizar con el mundo y sus deseos, nos pide que nos mantengamos apartados, santos, firmes en la fe en Cristo.
Hermanos, no podemos tener amistad o estar de acuerdo con el mundo y sus deseos, pues sus valores son contrarios a la palabra de Dios y a su voluntad.
La biblia es nuestra guía, es la palabra de Dios revelada al hombre y ella nos muestra el camino a la vida eterna, por ella sabemos lo que es conveniente, lo que es bueno y agradable a nuestro Dios y lo que es malo y nos lleva a la muerte.
En 1ª Corintios 3: 16 y 17 el apóstol Pablo también nos hace reflexionar, dice:
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Aquí el Apóstol también nos recuerda que el espíritu de Dios mora en nosotros y que debemos de mantenernos apartados, santos, puros pues somos templo del espíritu de Dios.
Hermanos, los deseos de la carne y nuestra amistad o afinidad con el mundo, impiden una buena comunicación con nuestro Dios, estemos listo, y en guardia para evitar caer en estos pecados.
En los versículos 6 al 10 de nuestro pasaje en Santiago 4 dice:
6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Santiago nos llama a no ser tan orgullosos, que pensemos que solo por nuestro propio esfuerzo podemos alcanzar la redención, nos pide ser humildes, a agradecer a nuestro Dios por todas sus bondades, por su gran amor y por la gracia de la salvación que es en Cristo.
La exhortación es a resistir la tentación, pero no por nuestras fuerzas, sino a estar en comunión con nuestro Dios en todo tiempo, en la gratitud, en la bendición, siguiendo de cerca los pasos de nuestro salvador, para que el supla nuestras deficiencias y podamos resistir.
En 1ª de Juan 1:9 Leemos:
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Hermanos, presentémonos ante nuestro Dios con humildad, confesando nuestras deficiencias, nuestras faltas y pidiendo su misericordia para que Él nos limpie de todo mal, de todo pecado, solo así podremos presentarnos ante Él humildes y purificados.
A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.