Como niños – Mateo 18:1-5

Meditación sobre Mateo 18:1-5 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

CDMX, viernes 29 de abril de 2022

Para muchas personas el ser perspicaces o maliciosos es signo de madurez, o es una característica de una persona muy capaz, en muchas ocasiones las personas creen que pensar mal de los demás es lo más apropiado o acertado en la vida.

En la biblia en la epístola de 1ª Pedro 2: 1 al 3 encontramos estas palabras

1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

Aquí el Apóstol Pedro nos exhorta a ser fieles seguidores de Jesús, a dejar todo deseo mundano que nos rodea, con sus valores trastocados y cambiarlos por el deseo de servir y seguir los pasos de nuestro señor.

En el versículo 1 de nuestro pasaje en Sn. Mateo 18 leemos:

1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

Hermanos, los seres humanos queremos sobresalir, pensamos en que deseamos ser el que saque la mejor calificación si estamos en la escuela, en el trabajo hacemos resaltar nuestras cualidades y nuestra competencia, también cuando jugamos deseamos ser el que anote el punto o el gol si jugamos con otro equipo.

Los apóstoles estaban pensando así, en quien sería el mejor o el jefe ellos. Tenían la idea equivocada de que se les repartirían cargos en el gobierno del Reino de los cielos.
Posiblemente cada uno de ellos podía argumentar que él era el mejor candidato para ser el mayor o el mejor, pero como no se ponían de acuerdo, vinieron a Jesús para que él decidiera quien era el mayor.

En los versículos 2 y 3 del pasaje podemos leer:

2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

En muchas culturas como en nuestro país, cuando un grupo de personas adultas o mayores están platicando se evita que estén los niños cerca o que se acerquen, suelen decir que se está tratando cosas de mayores que los niños no pueden entender.

Lo mismo sucedía en el tiempo de Jesús, los niños eran considerados personas inmaduras y que no comprendían muchas cosas y no estaban socialmente reconocidos, ayudaban en las labores en casa y debían aprender a leer, estudiar y memorizar los rollos de la ley bajo la supervisión de sus padres hasta cumplir los 12 años.

En este versículo que acabamos de leer, vemos a Jesús llamando a un niño para ponerlo en medio de un grupo de adultos, creo que no habría faltado quien dijera para que traen a un niño aquí si esto es cosa de adultos.

Nuestro señor Jesús tenía algo que enseñar a sus discípulos y a nosotros también. Les dice que ellos unos hombres hechos y derechos debían ser como niños.

En general cada uno de nosotros tiene buenos recuerdos de su niñez, quien no quisiera volver a ser niño, al recordar los juegos en la casa, con los amigos o correr y saltar, se acuerdan de la escuela.

Cada día era un nuevo descubrimiento que llenaba nuestros ojos de sorpresas, alegría, sin más preocupación que estar a tiempo para la comida o la cena.

Contábamos con que al llegar a casa estaría nuestra mamá o nuestro papá para abrazarnos si te habías caído o perdido en el juego, pero también esa alegría y agradecimiento al recibir un regalo de nuestros padres.

Hermanos, el señor Jesús nuestro salvador, nos llama a ser como niños a amar a Dios, estudiar su palabra para ponerla por obra en nuestra vida diaria y sobre todo a dar gracias a Dios por su misericordia, por su providencia con que nos cuida.

En los versículos 4 y 5 del pasaje en Sn Mateo 18 leemos:

4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
El Señor les enseño un principio fundamental del Reino de los cielos. La necesidad de hacerse como niños, los niños estudian la palabra de Dios, son humildes, sencillos, agradecidos con todo lo que reciben de su padre celestial y sobre todo nos invita a amarse unos a otros.

Les exhortó a quitar cualquier cosa que pudiera ofender a Dios y otras personas.

Es importante de amar, buscar estar con nuestros hermanos y también la necesidad de aprender a pedir perdón si hemos cometido errores y perdonar a los que nos ofenden.

Hermanos, en este mundo en que vivimos con valores trastocados en que todos quieren sobresalir y ser competitivos, reconozcamos el llamado que nos hace nuestro señor y salvador a ser como niños y sigamos los pasos de nuestro salvador, pues hay una promesa, la promesa de la salvación.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.

Comparte con tus amigos