Amor en acción – Juan 13:34,35

Meditación sobre Juan 13:34,35 por el Diác. Gonzalo Peña
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” Juan 13:34,35

En un mundo lleno de odio, rencor, desgarrado por luchas, a los discípulos de Cristo se nos exhorta amarnos mutuamente en la misma medida que Cristo amó a sus discípulos

El amor que nos muestra Jesús no es un amor superficial o emocional, es un amor consagrado siempre al mayor bien de los demás. Cuando Jesús nos habla en Mateo 22:39 se refiere a nuestras relaciones con nuestros semejantes “Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Este nuevo mandamiento Jesús nos dice que sus discípulos han de amarse “como él nos ha amado”.

¿Como Jesús amaba a sus discípulos?

El amor de Jesús fue inmerecido

Vivimos en una sociedad orientadas por pautas o ideas personales con conceptos erróneos. Jesús rompe con eso esquemas o valores que van contrarios al reino de Dios, por eso nos resulta difícil entender ese amor inmerecido, pero Dios muestra un amor hacia sus discípulos (no porque fueran amables atentos, cada uno de ellos tenían su carácter y su personalidad, vemos a un Pedro explosivo Tomas). Jesús muestra su amor por ellos tomando esa iniciativa manifestar su buena voluntad hacia ellos y a todos sus discípulos a todos los demás

El amor de Jesús fue apropiado

Jesús mostro su amor divino a distintas personas de distintas maneras. No manifestaba Jesús su amor con un patrón o modelo, y lo vemos cómo podía hablar en publico con diferentes personas, por ejemplo: Nicodemo un fariseo principal entre los judíos, Zaqueo el publicano, la mujer samaritana cuando le pide agua, cuando Jesús sana a un ciego, El Señor Jesús también bendijo a los niños y podemos seguir mencionando otros ejemplos. El amor que Jesús mostro siempre fue la adecuada. Si usted y yo queremos ser verdaderos discípulos de Jesús, busquemos modos adecuados de mostrar y manifestar el amor de Dios.

El amor de Jesús hacia sus discípulos era un amor activo

Jesús era un servidor, ministraba las necesidades de las personas, el salía a los necesitados predicando la palabra, sanando, los campos están listos para la cosecha levantémonos a servir a nuestro prójimo, a nuestros hermanos en la fe, en las personas que nos necesitan, es un amor en acción.

El amor de Jesús hacia sus discípulos era un amor perdonador.

Jesús nos ha enseñado a practicar ese perdón ¿cuántas veces?, setenta veces siete, en Mateo 18:21 y 22 nos habla de este perdón. Cuando Pedro le pregunta cuantas veces debo perdonar Jesús le contesta setenta veces siete. El verdadero amor cristiano no alberga el odio ni atesora el rencor. Entonces el verdadero amor cristiano se manifiesta dando el perdón. Es difícil pero no imposible.

Jesús nos enseña que la vida es una oportunidad de servir de ayudar y de enseñar.

De cierto, de cierto os digo, que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto

Juan 12:24

Debemos dar mucho fruto, ¿cómo lo podemos hacer?, tenemos al Espíritu Santo, permitiendo que el Espíritu Santo haga su obra en lo más íntimo de nuestro ser. Y podemos responder a este gran mandamiento, este amor activo, el mandamiento es amar a nuestro prójimo como a nosotros. Debemos dejar que el Espíritu Santo nos ayude a cada uno de nosotros.

Así como Jesús nos ha amado.

¡Dios bendiga su palabra!

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