Encuentro familiar con Dios – Éxodo 18:1-12
Estudio sobre el libro de Éxodo por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Lectura Éxodo 18:1-12
1 Oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de Egipto.
2 Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,
3 y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero he sido en tierra ajena;
4 y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón.
5 Y Jetro el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de este, vino a Moisés en el desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios;
6 y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.
7 Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda.
8 Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová.
9 Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al haberlo librado de mano de los egipcios.
10 Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios.
11 Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.
12 Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
Por toda la región se han escuchado las grandes maravillas que Dios ha hecho con su pueblo, todos los otros pueblos empiezan a conocer el poder y la autoridad de Jehová y eso produce temor, respeto, desafíos en ellos, el Señor seguirá dándose a conocer a través de su pueblo.
La casa de Jetro, suegro de Moisés, no es la excepción y cuando escucha que su yerno está cerca busca a su hija y nietos para ir a su encuentro, seguramente ellos se sienten muy contentos de escuchar todos los prodigios que su papá ha realizado y como ha vencido a la nación más poderosa de ese tiempo.
El momento del encuentro es muy conmovedor, se puede observar el lazo de amor que existe entre ellos en la manera en que Moisés los recibe y se saludan.
Lo primero que hace Moisés es contarle a su familia como Dios lo ha guiado y lo ha protegido juntamente con Israel, en ningún momento se muestra como el salvador del pueblo o hace mención de lo sabio que pudo haber sido al tomar decisiones.
Desde el principio reconoce que todas esas grandes obras son realizadas por Jehová Dios, narró, las luchas, los encuentros, las desavenencias que el pueblo vivió y como el Señor siempre fue protector, proveedor, amoroso y paciente.
El resultado no podía ser otro más que su suegro exclamara reconociendo que Dios es Dios y que su poder y autoridad sobrepasa en mucho a todos los dioses pues ninguno ni nadie le pudo hacer frente.
Realizó una ofrenda de holocaustos a Dios para adorarle, para reconocerlo como Jehová Dios.
Debemos vivir nuestra vida de tal forma que demos testimonio a los demás de las grandezas que Dios hace con nosotros y reconocer que todas nuestras bendiciones y logros viene de su mano provocando que el Señor sea alabado y reconocido por los que están a nuestro alrededor.
Aarón y los ancianos, es decir las autoridades del pueblo se reunieron con Moisés y Jetro para seguir adorando a Dios y tener una convivencia fraterna. Nosotros también debemos alabar y adorar a Dios como hermanos, como su pueblo.