Sellados con el Espíritu Santo – Efesios 1:12-14
Meditación sobre Salmos Efesios 1:12-14 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Buenos días, doy gracias a Dios porque el día de hoy continuamos con la décima primera de una serie de meditaciones sobre el contenido del gran libro de los Efesios y hoy vamos a poner nuestra atención en los versículos del 12 al 14 del capítulo 1, que dicen
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
El versículo 11 que analizamos la semana pasada dice al final conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
Y la primera arte del versículo 12 dice:
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria,
Para alabanza de su gloria
El apóstol Pablo al darse cuenta de lo maravilloso que es todo este proceso que es para la gloria y honra de Dios, entonó esta hermosa doxología, este maravilloso canto de alabanza contenido en este versículo
En resumen, en estos primeros 6 versículos de este gran libro de los Efesios encontramos que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual por medio triple obra que fue llevada a cabo por Dios el Padre.
- Él nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo
- nos predestinó para ser adoptados hijos suyos.
- Nos ha hecho aceptos en el Amado.
Y todo esto es para la alabanza de la gloria de su gracia. ¡Que toda la alabanza sea para Dios porque Él es quien hizo todo!
La segunda frase del versículo 12 dice:
nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
En otro lugar el Apóstol subraya el hecho de que Cristo fue primero predicado y aceptado por los judíos ya que fueron los primeros que recibieron el evangelio en las sinagogas: de hecho, la primera etapa de la Iglesia cristiana fue una etapa estrictamente judía.
Y por ello al decir nosotros se refiere a los primeros cristianos judíos
Pero la primera frase del versículo 13 dice:
13 En él también vosotros,
Y con las palabras “también vosotros”, se refiere ahora a los cristianos gentiles.
De esta manera se dirige a todo el pueblo de Dios a los judíos creyentes y a los gentiles convertidos
La segunda frase de este versículo se refiere a la palabra de verdad y dice:
habiendo oído la palabra de verdad el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él
El mensaje que escucharon los gentiles de Pablo le llama “la palabra de la verdad” porque procede del Dios de la verdad y transmite la verdad más alta que él tiene que revelar;
revela la verdadera condición del hombre, proclama y defiende la única forma de escapar de la esclavitud del pecado y amonesta a los pecadores que ya han sido salvos para que demuestren gratitud verdadera en todos los aspectos de sus vidas.
También le llama “el evangelio de vuestra salvación” porque, como sabían muy bien que fueron las buenas nuevas que les mostraron el camino de la salvación
Por ello versículo 13 concluye con las palabras:
en quien, habiendo también creído, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Es decir, en Cristo fueron sellados con el Espíritu.
Un sello estampado al final de un documento oficial sirve para garantizar su autenticidad y autoridad.
Un sello en la antigüedad, no se estampaba, sino que se fijaba o ataba el sello a un objeto se usaba para a. garantizar el carácter auténtico de un documento, etc.
¿Qué significa ser “sellado” con el Espíritu Santo? La expresión aparece aquí y en Efesios 4:30, donde se repite el presente pasaje.
Un dueño sella su propiedad con su sello para marcarla como suya; si más tarde alguien viniera a reclamarla y cuestionara su derecho a ella, su sello sería prueba suficiente para poner fin al reclamo
Entonces, el hecho de que a los creyentes nos ha sido dado el Espíritu Santo es la señal de que pertenecemos a Dios en un sentido especial.
Y esto es antes que la herencia sea enteramente recibida—puesto que aquí y ahora se ha recibido sólo una prenda anticipada (véanse vv. 13, 14)—que es el sello del Espíritu
Vayamos a la primera frase del versículo 14
‘14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
La palabra arrabón (ἀρραβὼν) en el texto original en griego que se traduce como “arras”, en los manuscritos antiguos se refiere a menudo a cierta cantidad de dinero dado por adelantado al comprar un animal o aun una esposa y también corresponde a la “señal” que confirma la compra de un terreno, de una casa o de un objeto de cierto valor
Es decir, al creer en Cristo como nuestro salvador, somos sellados por el Espíritu Santo como la “posesión” de Dios en Cristo, no pudiendo ya pertenecer a ningún otro, sino solo a su nuevo Dueño.
Es la prenda anticipada de nuestra herencia.
Y el sello del Espíritu no sólo garantiza nuestra herencia futura, sino que tenemos el altísimo e inmerecido honor de que el Espíritu Santo, la mismísima tercera persona de la Santísima Trinidad habite o more en nuestro humilde ser
Y esto lo dice 1 Corintios 6:19
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
¡Qué tan conscientes estamos de ello?
Y Gálatas 5:22, 23 nos habla del fruto del Espíritu Santo que mora en los creyentes santificándoles que son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza,
hasta la redención de la posesión adquirida,
En segundo lugar, “vosotros habéis sido sellados”, dice el Apóstol, “para la redención de la posesión de Dios”. Así que más adelante, hablando del Espíritu Santo, dice: “en quien fuisteis sellados para el día de la redención”. La plena emancipación del Pueblo de Dios está todavía en el futuro.
La redención de la posesión de Dios’ es esa emancipación final por la cual Dios nos reclamará finalmente como Su ‘tesoro peculiar’. Así la Septuaginta tradujo Malaquías 3:i 17 ‘Serán para mí en posesión, dice el Señor de los ejércitos, en aquel día que Yo haga’; “un pueblo para posesión de Dios”.
CONCLUYO
En vista de lo que hemos mencionado, nos queda claro que el apóstol Pablo comenzó su magnífica doxología en el versículo 3 diciendo, “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo y la concluye en el versículo 14 diciendo, “para alabanza de su gloria”
Termino repitiendo a ustedes los 3 versículos que fueron el objeto de nuestra meditación
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
