¡Gracias Señor por México!
EL 15 de Septiembre una fecha para recordar y festejar, y dar gracias a nuestro Señor por la libertad de que gozamos y que nos permite el leer las Escrituras, de reunirnos en Su Nombre, de conocer y de reconocer que Él es el único y Nuestro Salvador.
Clon la independencia de las colonias españolas de América, sucedidas en el primer cuarto del siglo XIX se abrió en el continente una cierta tolerancia a las religiones que no fueran la católica romana. Sin embargo el pueblo mexicano fiel a la tradición española continuo firme bajo la influencia de la fe católica y sólo en los círculos de tendencia liberal se llegó a hablar de la posibilidad de introducir otras religiones como las llamadas “protestantes”.
En México la lucha armada culminó en 1821 y en la Constitución de 1824, en la que incorporaron algunos principios liberales de la norteamericana, no solo no se tomaron en cuenta los de la libertad religiosa, sino que se limitó a establecer que la religión de Estado era la católica y se prohibió el ejercicio público de cualquiera otra.
A la pregunta ¿cómo se generó la tolerancia hasta permitir el establecimiento del protestantismo en el México del siglo XIX? Se puede responder que este fue un proceso gradual en el que intervinieron varios factores, tres de los cuales fueron:
La simpatía de los liberales por la doctrina protestante. Desde 1827, José María Luis Mora y Lorenzo de Zavala se asociaron a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera para ayudar, sobre todo Mora, a la propagación de las Sagradas Escrituras, quién consideró que su lectura, meditación y práctica eran esenciales para la renovación moral y espiritual de su querida patria mexicana.
La educación como elemento indispensable para dejar atrás la Colonia. De las tres bases conseguidas por los liberales para la educación: obligatoria, gratuita y laica, el laicismo abrió la puerta para una libertad de creencias.
La inmigración. El tema de la importancia de traer inmigrantes a México estuvo en boga durante la década de 1820 y 1830: posteriormente tuvo un periodo de letargo y, después de la guerra con los Estados Unidos, renació. De esta manera el trabajo realizado por los misioneros norteamericanos, principalmente, permitió traer la Palabra al pueblo mexicano.