Sociedad Femenil Lidia – 05 de octubre, 2022

Miércoles 5 de octubre, 2022

Sesión 22

Pero Noé halló gracia a los ojos del Señor

Génesis 6:5-12

“5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.  9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.  10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. 11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.”

La semana pasada vimos que se multiplicó la maldad de los hombres  y que los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal, lo cual le dolió en su corazón a Dios.(v.6).

Dios decidió Raer de sobre la faz de la tierra a los hombres que había creado, y a los animales, reptiles y aves; pues le dolió en su corazón haberlos hecho (v. 7).

Y mencionamos que, como siempre hay una manifestación de la gracia de Dios para su creación y para sus hijos, en el v.8 leemos: “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”

En Génesis 6:9, encontramos una descripción de Noé, como varón justo, perfecto (íntegro), que caminó con Dios.

Nos habla el texto de que la tierra se corrompió delante de Dios, y estaba llena de violencia (v.11), toda carne había corrompido su camino sobre la tierra (v.12), lo que significa que se había perdido completamente la creación de Dios, como Él la hizo, Dios hizo todo bueno, pero el hombre con su pecado corrompió la creación de Dios. 

Dios no conoce el mal, todo lo que creó Dios, lo creó bueno en gran manera (Gen. 1:31) incluido el “adam” (ser humano), lo creó conforme a Su voluntad y conforme a su imagen, por lo tanto “el Adam” no conocía el mal (el desorden/desorganización); pero cuando “Adam” comió del árbol, del que se le mandó no comer, conoció el mal, porque el bien ya lo conocía, pero además dejó el bien, porque dice la escritura que no hay comunión entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. (2 Cor. 6:14)

2 Corintios 6:14 y 15

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿que compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

Y para los tiempos de Noé “la maldad de los hombres era mucha en la tierra y todo designio de los pensamientos del corazón del ser humano era de continuo solamente el mal (Gen. 6:5); todo el bien con el que Dios creó al hombre se erradicó.

Ahora bien, aunque Noé era justo, perfecto, y caminó con Dios, y en Ezequiel 14:14 leemos:

“12 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 13 Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el sustento del pan, y enviare en ella hambre, y cortare de ella hombres y bestias, 14 si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová el Señor. 15 Y si hiciere pasar bestias feroces por la tierra y la asolaren, y quedare desolada de modo que no haya quien pase a causa de las fieras, 16 y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehová el Señor, ni a sus hijos ni a sus hijas librarían; ellos solos serían librados, y la tierra quedaría desolada.”

Es decir, Noé, Daniel y Job, a pesar de ser los hombres más justos sobre la tierra, hipotéticamente, se salvarían sólo ellos mismos, y a nadie más; porque es claro que la biblia nos enseña que por obras nadie se salva.

Romanos 3:20

 “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado."

Gálatas 2:15 y 16

 “Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

En el v.8 de Génesis 6, como ya dijimos, leemos: “Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor.”.  Es decir, la salvación no es por obras, es por gracia.

Cuando Dios creó a Adan, Él ya sabía que Adan iba a pecar, pero lo creó porque, como dice la escritura, Su poder se perfecciona en la debilidad:

2 Corintios 12:9

Y me ha dicho: bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Y Noé hallo gracia ante los ojos del Señor, es decir Noé fue escogido y formado por Dios desde antes de la fundación del mundo, con un propósito, porque como dice la escritura en Romanos 9

Romanos 9:6-18

“6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. (Gn. 21.12.) 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. 9 Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. 10 Y no solo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor. 13 Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí.

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quién quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.”

Noé halló gracia ante los ojos del Señor, no se salvó porque fuera justo, muy bueno, recto delante del Señor, sino porque fue escogido por el Señor y halló gracia de Él y no sólo se salvó el, sino que se salvaron 8 personas Noé su esposa, sus 3 hijos y sus esposas.

1 Pedro 2:20

“20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas (no se salvaron a sí mismas) por agua.”

En Génesis 6:9, encontramos que dice: Noé, varón justo (tzadiq), perfecto (tamim), que caminó con Dios.

El significado de la palabra “tzadiq” en Hebreo, más que justo, significa “justificado” y “tamim” que se tradujo como perfecto tiene un significado de “íntegro” que reúne todo lo que Dios se propone reunir en un ser humano, Dios talló en Noé su propósito; ser “tamim” significa andar en la Ley de Dios.

Salmo 119:1

“1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová.”

Así que el versículo 9 quedaría: “Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justificado, era íntegro en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

En conclusión

Aprendemos que la salvación desde los tiempos más antiguos ha sido por gracia.

Que no hay bondad innata en el hombre (ser humano) en la cual Dios se fije, sino que Él ha hecho una elección y se ha propuesto llevarla hasta el final, “la obra que empezó en nosotros, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6 Que Él cumplirá su propósito en nosotros hasta que lleguemos a la estatura de la plenitud de Cristo, Efesios 4:11-13 “Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.