La ley de Dios, la ley humana – Éxodo 21:1-‬11‬

Meditación sobre Éxodo 21:1-‬11 por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Lectura Éxodo 21:1-11

Estas son las leyes que les propondrás. Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre. Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10 Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero.

La Ley de Dios que en este momento histórico vierte sobre el pueblo judío, cubre las necesidades de protección y cuidado de la sociedad conforme a las costumbres y necesidades de aquel tiempo,  y quizás culturalmente no se puede aplicar en todas las sociedades en la actualidad, pues algunas como lo comentamos con anterioridad, son más permisibles que otras, más esto es en apariencia, puesto que en  la Ley de Dios lo que impera es el amor a Él, y la  obediencia, más el cuidado y  amor al prójimo.

La ley no es impuesta ni creada por ningún reino ni gobierno, ésta emana directamente de la voluntad de Dios, y acabamos de ver que en el pueblo judío no existía una diferencia entre la ley de Dios y la ley terrenal, sino era aplicada de una manera uniforme, tanto a ricos como a pobres, así como a sencillos y poderosos, a la vez que afectaba todos los aspectos de la vida, legales, morales y religiosos como una unidad. Esto marcaba una gran diferencia entre el pueblo de Dios y los pueblos vecinos ya que ellos, al ser puestas las leyes por los reyes o gobernantes buscaban sus propios beneficios, en cambio las leyes impuestas al pueblo elegido eran realmente para   cuidar y proteger a los ciudadanos, que tuvieran igualdad y justicia, sobretodo a los más débiles y desprotegidos, como podrían ser los esclavos, y lo observamos al  ordenar que después de seis años de servicio fueran liberados sin ningún precio a menos que el esclavo mismo decidiera seguir al servicio del amo, entonces habría una señal visible para que no hubiera duda, ni abuso. Igualmente hay una legislación hacia las mujeres protegiéndolas de los abusos que eran muy frecuentes en los pueblos de alrededor mostrando una vez más el respeto hacia ellas que no era nada frecuente

Después de esto observamos que el cristianismo va más allá de una religión, es una forma de vida en la cual Dios va moldeando al creyente, y el creyente va a buscar la perfección con Cristo, la cual solo se logrará cuando llegamos a su presencia y la fe que Dios mismo nos da consiste en perseverar en la confianza de Dios, dejemos, que el Alfarero nos vuelva a moldear.

 La importancia de La Ley de Dios es que nos hace reconocernos a nosotros mismos y poder apreciar nuestra miseria humana, pues lo primero que podemos reconocer es que nadie humanamente puede cumplir la Ley de Dios, solo Cristo, el Mesías prometido, siendo así el que nos ha redimido de todo pecado.

AMEN

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