Mente Concentrada – Filipenses 4:8
Meditación sobre Filipenses 4:8 por el A.I. Saulo Murguia A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Filipenses 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
La mente humana siempre se tiene que concentrar en algo, y Pablo quería asegurarse de que los filipenses se concentraran en cosas que valieran la pena.
Esto es algo de suprema importancia porque es una ley de vida que si uno piensa en algo con suficiente frecuencia e intensidad llegará al punto en que no pueda dejar de pensar en ello: los pensamientos serán llevados por una fuerte corriente de la que no podrán escapar.
Por eso es tan importante que concentremos nuestro pensamiento en cosas buenas, y Pablo hace una lista de algunas de ellas.
Hay cosas que son verdaderas, auténticas.
Muchas de las cosas de este mundo son engañosas e ilusorias, prometen lo que no pueden cumplir, ofrecen una paz imaginaria y una felicidad inalcanzable.
Hay cosas que son honestas
Dice este pasaje. «… todo lo honesto…»
Según la RAE honesto es: 19 Decente o decoroso 2) Recatado, pudoroso 3) Razonable, justo 4) Probo, recto, honrado.
La palabra original en griego es σεμνός (semnós) que se traduce como venerable, honorable, serio, honesto.
Pero se deriva de la palabra σέβομαι (sébomai) que se traduce como reverenciar, es decir, adorar, honrar, adorar, piadoso, temeroso (de Dios).
Es la palabra que se usaba para referirse a los dioses y sus lugares de adoración.
Cuando se usa para referirse a una persona, la describe como alguien que se comporta como si estuviera en el templo de Dios.
Está revestido de la dignidad de la santidad.
Dice que no seamos el tipo de persona poco seria, en lo que dice o lo que hace, frívola y que solo le interesan las apariencias. Que no va a la esencia de las cosas o personas, sino que sólo ve su aspecto exterior.
Y lo que dice es que el cristiano debe concentrar su mente en las cosas que son serias y dignas.
Hay cosas que son justas.
En griego, usa la palabra δίκαιος (díkaios) que define al que da a Dios y a los hombres lo que les es debido.
El juez injusto de la parábola se definía como uno que «ni temía a Dios ni respetaba a hombre» (Lucas 18:2).
En otras palabras, díkaios es la palabra del deber asumido y cumplido.
Hay quienes no piensan más que en el placer, la comodidad y la buena vida.
Pero el cristiano concentra su pensamiento en sus deberes para con Dios y para con sus semejantes.
Hay cosas que son puras.
La palabra original es ἁγνός (jagnós). Define lo que está moralmente incontaminado. Cuando se refiere a los sacrificios describe lo que se ha purificado hasta dejarlo apto para ser presentado a Dios y usado en Su servicio.
Este mundo está lleno de cosas que son asquerosas, sucias, obscenas. Muchas personas tienen la mente en tal estado que ensucian todo lo que piensan.
La mente del cristiano se concentra en lo que es puro; sus pensamientos son tan limpios que pueden resistir el escrutinio de Dios.
Hay cosas que son, amables.
Es la traducción más exacta de la palabra original προσφιλής (prosfilés)… digno de ser amado, o aceptable.
La mente de la persona cristiana se concentra en cosas amables, cosas que son aceptables.
Hay cosas que son «de buen nombre» (así dice la versión RV 1960).
En el griego usa la palabra εὔφημος (eúfemos), que literalmete quiere decir «de buena fama». Viene de εὖς eús (bueno) y φήμη féme, que quiere decir fama.
Se refiere a una persona de toda confianza, de buena reputación.
La palabra εὔφημος (eúfemos) tenía que ver con el silencio o reverencia al principio de un sacrificio. Como se presentaban en un sacrificio con suma reverencia, silencio.
Pablo prosigue: Si hay virtud alguna.
La palabra original ἀρέτη (areté) que en nuenstra versión se traduce como virtud, tambien se traduce como excelencia.
Aunque areté era una de las grandes palabras clásicas, parece que Pablo no la dice mucho, y de hecho, esta es la única vez que aparece en sus escritos.
En el pensamiento griego, se le podría atribuir excelencia a culquier cosa, refiriendose a lo mejor en ese rubro, por ejemplo, podía referirse a la excelencia de un campo unn terrreno para sembrar, a la excelencia de alguna herramiente, a la excelencia física de un animal, la valentia y desempeño de un soldado, pero también a la virtud moral.
Creo que lo mismo pasa con la palabra excelencia en la actualidad. Se aplica a civersos campos y cosas pero siempre se refiere a lo mejor.
El mundo tiene sus impurezas y sus degradaciones, pero es indudable que tiene también sus noblezas e ideales. El cristiano debe pensar en las cosas más elevadas.
Y por último, Pablo dice: si algo digno de alabanza.
Usa la palabra ἔπαινος (épainos) que es elogio; una cosa recomendable, alabanza.
Es cierto que el cristiano no busca la alabanza de los hombres; pero, toda persona persona buena, respetable es también elevada con la aprobación de las persona de ese mismo tipo, respetables y buenas.
Así es que Pablo dice que el cristiano debe vivir de tal manera que ni desee vanidosamente, ni desprecie neciamente la alabanza o aprobación de los demás.
Termina diciendo: En eso pensad. Mantengamos nuestra mente concentrada.