
Dios presente – Exodo 25:10-30
Meditación sobre Exodo 25:10-30 por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Dios presente
Éxodo 25:10-30
Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella. Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí.
El Señor ha mandado a construir el Tabernáculo, dando medidas precisas, así como el diseño con todo lo que ha de llevar, también los materiales específicos con los que se ha de realizar cada parte, es importante destacar que el Tabernáculo no es una figura pagana pues no es lo que motiva la adoración, sino el símbolo visible de donde va a morar el único Dios, Jehová, el Dios del Pacto en medio de su pueblo.
En esta porción del pasaje podemos observar las especificaciones para construir el arca del pacto y el propiciatorio, símbolos muy importantes para el pueblo de Israel pues eran los objetos que les permitían entender que Dios estaba en medio de ellos y que los guiaba y cuidaba, ahí fue donde se depositarán las tablas de su Ley para dar dirección así como pruebas de la obra salvadora de Dios, haciéndolo Tabernáculo de Testimonio de la presencia permanente de Dios, así como el lugar de encuentro o reunión para alabarlo y para orar, para tener comunión, dando la segunda característica que lo define como un Tabernáculo de Reunión. Dios da la oportunidad a su pueblo de participar en la edificación, pues recordemos que pide una ofrenda voluntaria de lo mejor de sus posiciones para edificar el estrado de sus pies, lugar donde han de llevar sus holocaustos, aprendiendo a tener una comunicación y convivencia con Dios, es decir una comunión con el Señor, enseñado al pueblo elegido a ver el tabernáculo como el centro de sus vidas por el hecho de qué ahí está Dios, ver y sentir como lo que es, El único y verdadero Dios. Al Dios que no está limitado en ninguna área de la vida del pueblo del Pacto, Pueblo al que pertenecemos por su gracia. Y obra redentora de su unigénito Hijo, Jesús el Cristo.