El perdón de Dios

Meditación bíblica por el Diác. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Qué tan a menudo reconoces que hiciste algo que no debías haber hecho. ¿qué tal de aquellos malos pensamientos o comportamientos que tenemos hacia los demás, haciéndolo de tal manera que no reflejamos a Jesús, ni honramos a Dios ¿verdad?

Qué bendición tan grande, el inmerecido amor y gracia de Dios, lo cual cubrirá multitud de pecados; esta gracia, es decir, aquello que Dios nos da sin merecerlo, está disponible para nosotros todos los días de nuestra vida.

En la Biblia encontramos muchas historias de personas que recibieron el perdón de Dios, el apóstol Pedro fue uno de ellos. En Mateo 26: 69-25 dice: Pedro estaba sentado fuera del patio; y se le acercó una criada, diciendo: tú también estaba con Jesús el Galileo, más él negó delante de todos, diciendo: no sé lo que dices. Saliendo él a la puerta le vio otra, y dijo a los que estaban allí: también este estaba con Jesús el nazareno. Pero él negó otra vez con juramento: no conozco al hombre. Un poco después, acercándose los que allí estaban, dijeron a Pedro: verdaderamente también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: n o conozco al hombre. Y enseguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús que le había dicho: antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

El apóstol Pedro fue un hombre franco e impulsivo y que se dejaba llevar por sus emociones. Así, cuando Jesús en este mismo capítulo a partir del verso 30 les dice que todos lo abandonarían, Pedro es el primero en decir: yo nunca lo haría. Y una vez que Jesús fue arrestado, Pedro al ser cuestionado, lo negó diciendo: no conozco al hombre, haciéndolo no solo una vez, sino tres veces. Cuando Jesús volvió habiendo resucitado de los muertos, Jesús lo perdonó y lo restauró. Juan 21: 15 – 19. Convirtiéndose en uno de los líderes más influyentes de la Iglesia de Cristo.

Estos pasajes nos enseñan que todos pecamos. Y que podemos hacer aquello que jamás pensamos que llegaríamos a hacer. Pero también podemos ver, que más allá de lo que pecamos y lo que nos corrompemos o a quien hicimos daño, Dipos está dispuesto a perdonarnos si acudimos a Él con un sincero arrepentimiento.

Una mala y amarga situación para Pedro fue convertida para la Gloria de Dios. Siendo usado de un modo sorprendente. Lo mismo, puede sucedernos a ti y a mí. Dios puede usar una difícil situación de nuestro pasado transformándola para su Gloria, siendo para otros un canal de esperanza.

Termino con una pregunta: ¿estas dispuesto usado por el Señor siendo un canal de Esperanza?

Comparte con tus amigos