Llamados a guardar al unidad 4ª PARTE – Un Dios y Padre – Efesios 4:6

Meditación sobre Efesios 4:6 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Muy buenos días, reciban un muy cordial saludo y los invito para que el día de hoy pongamos nuestra atención en el versículo 6 del capítulo 4 del libro de los Efesios. Pero antes voy a leer los versículos del 3 al 6 que dicen:

3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;

5 un Señor, una fe, un bautismo,

6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos

INTRODUCCIÓN

El valor al que hacen referencia estos cuatro versículos que hemos considerado los últimos jueves es el de la UNIDAD

Y las dos semanas anteriores mencionamos los 6 elementos de la unidad cristiana que encontramos en estos versículos y que son: 1) un cuerpo, 2) un Espíritu, 3) una esperanza 4) un Señor, 5) una fe, 6) un bautismo.

Y ahora en el versículo 6 encontramos una séptima descripción del carácter de lo que debe ser la unidad cristiana con una referencia a la primera persona de la Santísima Trinidad al mencionar un Dios y padre de todos.

Vayamos a la primera parte del versículo 6 que dice:

 6 un Dios y Padre de todos,

y el apóstol, hablando ahora del Padre, lo describe como, un Dios y Padre de todos, quien (está) sobre todos y por todos y en todos.

Y el énfasis aquí, está en la paternidad redentora. La primera persona de la divina Trinidad es nuestro Padre en Cristo. Efesios 3:15 dice: de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

Ahora bien, al Hablar de un Dios y Padre de todos esto significa que le pertenecemos en sentido doble ya que en primer lugar él es nuestro Creador.

Ya que Dios nos formó a cada uno de nosotros en el vientre de nuestra madre durante 9 meses y nos hizo a cada uno un diseño diferente y además a los creyentes en Cristo también nos dio un nuevo nacimiento espiritual y por lo tanto somos una doble creación suya por lo que debemos darle con mayor razón toda nuestra devoción

Además, en la esfera de la redención, esto hace que la paternidad se destaque en una forma aún más maravillosa ya que Dios dio una nueva vida espiritual a lo que ya había creado,

 Y lo que aquí dice es algo maravilloso, ya que la primera persona de la Santísima Trinidad es el Padre de todos, es decir, de todos aquellos que pertenecen a la familia de la fe. Y no importa si son de origen judío o gentil, sino que sean convertidos.

El profeta del Antiguo Testamento, Malaquías, usando el mismo lenguajeen Malaquías 3:10 dijo: “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un solo Dios?”

Y hay que señalar que tenemos un camino al Padre gracias a nuestro Señor Jesucristo, conforme a Juan 14:6 que dice; Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Y por ello le estamos muy agradecidos porque por medio de él fuimos adoptados como hijos de Dios y ahora tanto los gentiles como los judíos podemos llamarle a este único Dios como nuestro Padre.

Isaías 40:28 dice ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? es

Y algo que me sorprende, me admira y me deja anonadado es que, en las dos primeras palabras de la oración del Padre nuestro, nuestro Señor Jesucristo nos enseñó a llamar PADRE NUESTRO a Dios.

Y son dos palabras increíbles y muy atrevidas porque estamos dirigiéndonos nada menos que al Creador del Universo., al todopoderoso, a aquel que habló y por cuya Palabra surgieron los mundos y el Universo a aquel que creó todo lo que se ve de lo que no se veía.

Al Soberano sustentador de millones de Universos y Galaxias, sí a ese inigualable Señor nos ensenó a llamarlo Padre. Y además cuando invocamos a Dios por Padre entramos en una nueva y atrevida relación con Dios ya que Identificamos a Dios como nuestro Padre.

Y “el que es adoptado puede dirigirse a Dios como su verdadero Padre, y lo puede hacer como un ejercicio de ese privilegio.

Ya que es una expresión de la relación que tiene con su Dios, de una relación íntima y de familiaridad. 

Y el orar así es una manera de experimentar conscientemente la relación, que tenemos con Dios como hijos. 

Juan Calvino dijo: “¿Quiénes podrían ser tan atrevidos, de adjudicarse el honor de llamarse Hijos de Dios, si no hubiéramos sido primero adoptados por Dios mismo? El cual además nos ha dado a Cristo su amado Hijo unigénito como hermano primogénito (Romanos 8:29).

Ahora bien, algo sorprendente es que es Dios mismo quien se llama a sí mismo nuestro Padre, y así quiere que le llamemos nosotros ya que por la dulzura que encierra este nombre, nos da una confianza total, ya que no se puede hallar un amor mayor que el de un padre. “

Por eso 1 Juan 3:1 dice: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;”

Y lo que es mas de acuerdo con Romanos 8:15 y Gálatas 4:6, cuando nos dirigimos al «Padre Celestial» al Todopoderoso, podemos llamarlo «Abba, Padre», Abba Padre, o sea, en español podemos llamarlo “Papi”. papi…”

Y como nuestro Padre es tan grande y poderoso, él escucha y contesta las oraciones, de millones y millones de creyentes en todo el mundo y además sabe lo que le vamos a pedir, ya que, aunque todavía no estén las palabras en nuestra boca, Dios ya las conoce todas.

Vayamos ahora a la segunda cláusula del versículo 6 que estamos analizando dice el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

Y aquí encontramos que nuestro padre tiene con todos sus hijos una triple relación: Como Padre está “sobre todos”, porque ejerce control sobre todos. Además, está, también “por todos”, puesto que nos bendice a todos por medio de Cristo nuestro Mediador. Y está “en todos”, porque nos atrae hacia su corazón en el Espíritu.

Es así como las tres hebras de los versículos 4, 5 y 6 forman un solo hilo, ya que el versículo 4 nos habla del Espíritu Santo, el versículo. 5 del Señor Jesucristo y el versículo 6 del padre y estas tres personas no deben ser considerados entidades separadas. Ya que nosotros adoramos a un Dios no a tres dioses.

Y las tres personas cooperan y son esenciales e indispensables en el proceso de la salvación ya que las Escrituras atribuyen la elección especialmente al Padre, la redención especialmente al Hijo, y la santificación especialmente al Espíritu Santo, no obstante, que en cada uno de estos aspectos cooperan los tres.

Dicho con otras palabras, el Padre ideó nuestra salvación, el Hijo la compró, el Espíritu la llevó a cabo.

Y en Malaquías 3: 17 tenemos una hermosa promesa que dice: Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.

CONCLUYO

no adoramos un Dios de piedra, sino al Dios vivo y verdadero, que nos ama y que como un padre terrenal se compadece de los hijos, Jehová se compadece de los que le temen y se compadece de nosotros a cada instante, pues La compasión de Dios jamás deja de mostrarla; y nosotros nunca dejamos de necesitarla.

Y al pensar que vamos a llamar a Dios Padre al orar el Dr. Martyn Lloyd Jones dijo que en un sentido figurado deberíamos quitarnos el calzado cada vez que usemos el Santo nombre de Dios para dirigirnos a nuestro padre.

Y John Stott dijo que antes de orar, siempre es sabio dedicar un tiempo para recordar quién es Dios. Porque solo entonces nos vamos a acercar a nuestro Padre amante que está en los cielos con la humildad, con la devoción y con la confianza apropiadas.

Para terminar, voy a repetir el versículo que fue objeto de nuestra atención el día de hoy: y dice que contamos con el altísimo privilegio de tener:

6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos

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