¡Trabajemos en unidad!
Como todos recordamos, a causa de la emergencia sanitaria, y las condiciones de aislamiento que mundialmente debimos guardar, por algo más de dos años, la Asamblea Nacional Presbiteriana, nos instruyó para que, de manera extraordinaria, en lugar de las Reunión Congregacional Anual Ordinaria de los años 2021 y 2022, tuviéramos una Reunión Informativa, vía zoom, pero en este año 2023 es un motivo más de gratitud a nuestro Dios, el que nos pudimos reunir presencialmente con la congregación, para continuar con la tradición reformada del presbiterianismo, que describe nuestra forma de gobierno (del griego πρεσβύτερος [presbýteros] literalmente ‘más anciano’).
Y para enfatizar el tema, permítanme retomar el primer párrafo del informe presentado por el Consistorio la semana pasada.
“Damos gracias a Nuestro Señor porque después de dos años de no poder realizar la reunión Congregacional Anual Ordinaria debido a las condiciones de emergencia sanitaria que prevalecieron en los años de 2020, 2021, y parcialmente 2022, hoy debido a Su bondad pudimos reunirnos presencialmente de nueva cuenta”.
De esta manera, el domingo pasado, el H. Consistorio de Berith inició su informe anual de labores, y acontecimientos de 2022. Un informe difícil de elaborar, ya que si bien las circunstancias extremas ya fueron superadas, aun debemos guardar ciertas precauciones, lo que nos dificulta “echar andar la maquinaria a todo lo que da “, pero… ahí vamos ya encarrilados y con la ayuda y guía del Señor, él nos llama a trabajar con alegría y sobre todo en unidad, para que podamos dar “directo en el blanco” como una sola flecha, sin dispersarnos.
“Porque así como en un cuerpo hay muchos miembros, y no todos los miembros tienen la misma función, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás (Ro 12:4-5).
El cuerpo humano, tiene muchos miembros, y cada uno tiene designada una función. La salud y el bienestar del mismo dependen de su correcto funcionamiento individual y en conjunto, y en el caso del Cuerpo de Cristo, equivale a que todo don que nos fue otorgado, no es para un uso egoísta , para nuestra vanagloria o exhibición, sino para preservar la salud del cuerpo, de la iglesia.
Así que a la manera del pueblo hebreo, cuando se preparaba para iniciar una gran jornada ¡ciñamos nuestros lomos!, ¡ejerzamos nuestros dones! Y ¡trabajemos en armonía y en unidad, en la obra del Señor!
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith, boletín Buen Óleo, domingo 5 de marzo de 2023.