Matrimonio, el gran diseño de Dios – Parte 8 – Efesios 5:33

Meditación bíblica sobre Efesios 5:33 por el Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hablamos del rol de la mujer como la ayuda idónea, es decir, como aquella persona que está a nuestro lado. Ella vino a ser para el hombre el regalo del amor de Dios; y como el mismo Adán exclamó al verla diciendo: “hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Ella es quien complementa al hombre, cuida de él, de su familia, administra los recursos, se mantiene fiel y es diligente. Ahora hablaremos del papel de la esposa respetando a su marido. Efesios 5:33 dice “La mujer respete a su marido”. El diccionario define el respeto como una actitud de aceptación a alguien o a algo que se le considera digno.

Por esta razón es común escuchar “tal persona es digna de respeto”, así entonces, la esposa le mostrará su respeto al marido y también lo puede hacer honrándolo, que es otra forma de mostrar respeto o animándole y estimulándole.

El varón por muy fuerte que sea físicamente necesita la aprobación y respeto de su esposa pues la seguridad o el ego del hombre puede llegar a ser muy frágil. Una mujer poco sensible puede destruirlo, ocasionando la frustración de su esposo y dejándolo sin motivación alguna.

La esposa deberá demostrar respeto y admiración hacia su marido y también podrá aplicar a su matrimonio, las cuatro “A”:

  1. Aceptarlo tal cuál es él
  2. Admirarlo por sus virtudes, pero también con sus defectos.
  3. Adaptarse a él. Ciertamente en ocasiones las cosas no salen como uno quisiera, pero queriendo se puede adaptar.
  4. Apreciarle, demostrándoselo con palabras y acciones.

Otras áreas más donde él necesita sentirse respetado es: en su cuerpo, burlarse de él diciéndole que este chaparro, calvo, gordo, etc. no es lo conveniente. Recuerda que en gran parte depende de ti que él tenga una buena imagen y una alimentación saludable.

El hombre también necesita el reconocimiento y admiración en diferentes áreas de su vida, por ejemplo:

a) En el área intelectual y profesional, al hacerlo él se sentirá motivado y esto lo impulsará a lograr aún más.

b) En su trabajo: al reconocer y agradecer su esfuerzo él se sentirá respetado y alentado a seguir adelante.

c) En sus decisiones: la esposa le dará un voto de confianza al esposo respetando sus decisiones, si por alguna razón él se equivoca, nada ayudará el famoso “te lo dije”, al contrario, el hacerlo puede llevar la situación a un punto de mucha tensión y como ya mencionamos, esto no ayudará. Siempre será conveniente que en las decisiones importantes y, quizás hasta en las no tan importantes tomar en cuenta la opinión de la esposa.  

d) En su descanso: en ocasiones no se le reconoce su esfuerzo y por ende un descanso en casa, el no tenerlo puede llegar a afectarlo físicamente.

e) En su vida espiritual: recordemos que Dios le puso por cabeza, la esposa le estimulará para que él cumpla la tarea del sacerdocio en su familia, enseñando por medio de las escrituras el Conocimiento, Amor y Misericordia de Dios.

f) Y por último y no menos importante, Someterse. Efesios 5:22 y 23 dice “las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador. Colosenses 3:18 dice “casadas, estad sujetas a vuestros maridos como conviene en el Señor. 1a. de Pedro 3: 1 y 6 “Así mismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también si no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas …. Como Sara obedecía a Abraham llamándole “Señor”.

En estas diferentes porciones de la escritura se habla de la sujeción de la esposa, sin embargo, es importante notar que en el libro de Efesios antes que a las esposas el apóstol Pablo habla del someterse en principio diciendo “Unos a otros”, así en este sentido el someterse como cristianos es mutuo. La esposa podrá tomar la decisión de someterse en un acto voluntario y de obediencia a Dios.

El Señor Jesús nos dio ejemplo de ello Filipenses 2: 6 y 7 dice “el cual siendo en forma de Dios no estimó en ser igual a Dios como a cosa a qué aferrarse, sino que se despojó de sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. Jesús siendo de la misma naturaleza del Padre se sometió y en obediencia hizo la voluntad del Padre.

Así que al practicad en el matrimonio este espíritu de servicio y humildad deberá ser un privilegio, dando como resultado una relación de armonía y respeto en el día a día dentro del matrimonio.

La semana próxima, Dios mediante hablaremos acerca el amor.

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