
Huyan de la idolatría – 1 Corintios 10:14-15
Meditación bíblica sobre 1 Corintios 10:14-15 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En el video anterior hablamos de lo peligroso que es cuando nos sentimos demasiado confiados y seguros de nuestra firmeza y madurez como creyentes.
El apóstol Pablo al dar instrucciones a los corintios acerca de su participación en las comidas de adoración paganas, deja claro que sus acciones eran pecaminosas no solo porque causaron que otros creyentes «más débiles» cayeran en la idolatría, sino también porque la participación en sí era idolatría.
Al poner a la generación idólatra de Israel en el desierto como ejemplo de lo que los corintios no debían hacer establece una correspondencia entre comer en templos paganos y adorar a dioses falsos.
Uno de los principales problemas que tenían los corintios era que pensaban que comer en los templos paganos era una demostración de su fuerza espiritual. Se creían suficientemente fuertes para no caer en idolatría y terminaban sucumbiendo.
Esa confianza en su propia fuerza espiritual estaba totalmente equivocada.
Al decir que los que piensan que están firmes deben tener cuidado de no caer, el apóstol Pablo trataba de decir “No piensen que son tan fuertes que no caerán en idolatría al convivir con los paganos en sus fiestas en las que adoran a sus ídolos.»
Les dice que Dios no permitirá que caigan en tentación mas allá de lo que puedan soportar. pero en seguida les dice lo que ellos tienen que hacer.
En el versículo 14 dice
«Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.»
El apóstol Pablo que a Timoteo le dice «porque no nos dio Dios espíritu de cobardía…» ahora dice:
«huyan de la idolatría»… huir de la idolatría no es sinónimo de cobardía sino es lo más sensato que un creyente puede hacer.
Esta es la segunda vez que Pablo instruye a los corintios a huir de algo. En 1 Corintios 6:18 les dice que huyan de la inmoralidad.
Así como la inmoralidad sexual nos enreda espiritualmente con otra persona, también la idolatría nos enreda espiritualmente con otros dioses (más adelante en este capítulo dice que son demonios – 1 Corintios 10:20-21).
Pablo llama a los corintios «amados míos», un toque afectuoso que suaviza el golpe de la exhortación que iba a hacer, aunque no en lo más mínimo suaviza la seriedad de lo que Pablo tiene que decir.
El verbo en imperativo “huyan” está escrito como un tiempo presente que tiene un sentido continuo, como decir: “sigan huyendo”.
Eso indica que en ningún momento de la vida como creyentes podemos descuidar este deber.
Tampoco puede haber, cualquier tipo de expresión de idolatría externa, como comer alimentos sacrificados a los ídolos. Debemos amar a Dios, y eso nos lleva a adorarlo desde lo más profundo de nuestro corazón y con todas las expresiones externas de nuestra adoración.
El mandato de huir de la idolatría es algo absoluto, no hay excepciones. No dice que nos sentemos a evaluar en que idolatría si podemos y en cual no podemos participar.
La participación en el paganismo es una violación de primer orden a los principios cristianos.
Los corintios estaba en peligro de volver al paganismo al participar en fiestas y comidas paganas.
Huir de la idolatría significaba huir de la inmoralidad asociada con la idolatría del primer siglo.
El Templo de Afrodita era el lugar muy atractivo en la ciudad de Corinto.
Afrodita, en la mitología griega era la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor.
Su equivalente romano era Venus. En la cultura moderna a veces se refieren a ella como «la diosa del amor», pero hay que señalar que se refería al amor en el sentido erótico.
Un aspecto importante del culto de Afrodita era la práctica de la prostitución religiosa en sus santuarios y templos.
Del nombre «Afrodita» se derivan las palabras como afrodisíaco o hermafrodita, y de su nombre en romano «Venus» (en latín Venere) es de donde surgen las palabras venerar y venérea (refiriéndose a lo sexual).
En la actualidad también hay ídolos sexuales y de todo tipo a nuestro alrededor.
La idolatría es hacer cualquier cosa más importante que Dios.
En el versículo 15 dice:
«Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.»
Pablo se dirige a los corintios llamándoles “sensatos”, dándoles el estatus de personas capaces de comprender perfectamente lo que les dice y por tanto juzgar al respecto.
Usa la palabra griega φρόνιμος (frónimos) que significa: sensato, es decir sagaz o discreto (implicando carácter cauto, prudente, cuerdo)
Podemos entonces entender que cualquier cosa que pongamos en el lugar de Dios es idolatría.
Vean lo que dice Colosenses 3:5-8
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.