Matrimonio, el gran diseño de Dios – Parte 13

Meditación bíblica por el Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

La semana pasada estuvimos hablando del significado del acto matrimonial para la esposa y el esposo, pudimos reflexionar sobre la importancia de la vida de intimidad de cada pareja para que esta sea satisfactoria y plena y, como esto influye positivamente para lograr una mayor autoestima reafirmando para él su hombría y para ella su femineidad; así como, una mejor armonía en el hogar, y lo bien que nos puede hacer sentir el sabernos amados, respetados y reconocidos por nuestro conyugue, siendo lo anterior más importante para el hombre, y para la mujer el tener la seguridad del amor de su marido, y saber que él no la abandonará jamás, sin olvidar el romance no importa los años que lleven juntos, el romance nunca está demás.

Hoy llegamos finalmente al termino de estas series de reflexiones y antes habíamos mencionado acerca de la unión matrimonial que va más allá del hecho de que dos cuerpos se unan, también se unen mente, alma y espíritu. Dicha unión se consolida con el tiempo.

El Señor Jesús dijo: por tanto, dejará a el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Marcos 10: 7-9.

¿cómo hacer un matrimonio feliz y que perdure con el tiempo? Y ¿cómo mantener la llama del amor? Un consejero matrimonial, el Dr. Eduardo Wheat dice que la clave es la intimidad total, es decir, intimidad física, emocional, mental y espiritual, siendo importante que recordemos lo siguiente: algo tan bello como el sexo y que fue diseñado por Dios, satanás, puede pervertirlo y hacer que caigamos en un mal uso del sexo. Él puede robarnos la paz y destruir nuestro matrimonio, pues como dice la escritura: él vino a robar, a matar y a destruir, pero Jesús vino a restaurar y a darnos vida y vida en abundancia.

Así entonces, ya hablamos de la unión física y emocional, ahora hablaremos de la unión mental y espiritual. ¿Cuál es la intimidad mental? Consiste en el hecho de que los dos están de acuerdo en asuntos importantes de su vida. Juntos establecen acuerdos, planes y metas, que desean alcanzar, para su bienestar y el de su familia produciendo unión y alegría cuando se logra.

Vale la pena mencionar también en esta idea de planear el tema financiero. Expertos revelan que el 50% de los divorcios se dan por desacuerdos económicos. Puede llegar a ser frustrante el hecho de solventar todos los gastos, y ser todo un tema de conflicto, pero como ya lo hemos mencionado si se habla y se toman acuerdos, lejos de ser un conflicto, puede establecerse como un desafío. El cual lejos de separarlos los acercará más.

Aquí algunos versículos que nos ayudarán a ver los recursos económicos de distinta manera, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Dios, y que le pertenece a Él.

*Hageo 2:8 “mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor de los ejércitos”

*1ª de Corintios 29:12 las riquezas y la gloria proceden de ti, y tu dominas, sobre todo: en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano está el hacer grande y el dar poder a todos.

*Proverbios 3:9 Honra al Señor con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.

Cuando un matrimonio honra a Dios con sus bienes y sus vidas, Dios bendice la vida de ellos. Y algo más, reconocer que hay cosas más valiosas que el oro y las riquezas.

*Lucas 12:15 Jesús dijo: mirad y guardaos de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

*Proverbios 15:16-17 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay tribulación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio.

*Proverbios 16:16 mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.

*Mateo 6:19-20 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo donde ni la polilla ni el orín corrompen y donde ladrones no minan ni hurtan.

Es vital encontrar un equilibrio entre las metas que se quieren lograr y el tiempo en familia sin caer en el extremo, en donde el trabajo llega a ser más importante que todo lo demás, incluso dejando de lado el tiempo familiar.

Otro aspecto es cuando la mujer exige al marido a que gane más o consiga un préstamo endeudándose, esto puede traer muchos problemas. Romanos 13:8 No debáis nada a nadie; sino el amarnos unos a otros.

Una buena planeación evitará gastos no programados, los cuales suelen ser gastos impulsivos y no necesarios, es importante que los gastos se hagan con la cabeza y no con las emociones.

Un presupuesto por escrito será de mucha ayuda para no gastar en aquello que no se necesita. Un ejemplo sería:

  1. Apartar el diezmo
  2. Pagos fijos: renta, hipoteca…
  3. Comida, teniendo en cuenta que todo aquello que compremos consumirlo y no terminar tirándolo.
  4. Utilitarios: luz, gas, auto, ropa
  5. Diversiones: salidas de esparcimiento, vacaciones, gustos, etc.

Ahora hablemos de la intimidad espiritual, partiendo de la idea que el matrimonio es un compromiso total y que compartiremos todo nuestro ser hasta la muerte, ya que somos tripartitas compartimos la unidad espiritual en cuerpo, alma y espíritu como ya anteriormente lo habíamos mencionado.

Ahora ¿cómo se logra la unidad espiritual? Es a través de nuestra relación con Dios y su hijo Jesucristo, es decir, el matrimonio se vuelve una relación triangular en donde Dios está a la cabeza y el hombre y la mujer en cada uno de los extremos del triángulo.

El ser humano es por naturaleza egoísta y pecador, sería muy difícil y hasta imposible lograr la unidad espiritual si Dios no estuviera a la cabeza y presente en nuestras vidas, solo en Dios se puede logara tal unidad entre el hombre y la mujer. Romanos 5:8: Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Necesitamos a Cristo, en primer lugar, para salvarnos y en segundo lugar para transformar nuestro corazón egoísta y orgullosos, haciendo de nosotros un nuevo hombre y una nueva mujer que están dispuestos a amar con un amor incondicional, con un amor agape, así esta unidad espiritual se tornará mucho más fuerte, ahora los une también su fe en Jesús.

En cada relación matrimonial, tarde o temprano surgirá una necesidad que solo puede ser satisfecha por el amor incondicional. Este amor es la respuesta para todas las heridas que se producen dentro del matrimonio y tiene la capacidad de persistir aún ante el rechazo y continuar cuando parece que no hay respuesta.

Existen muchos casos de matrimonios que estuvieron al borde del divorcio y que han sido restaurados cuando uno de los dos fortalecido por Dios tuvo la capacidad de amar con el amor agape. Uno de muchos versículos que utilizan este amor agape es “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna Juan 3:16.

Algunas formas de cultivar la intimidad y unidad espiritual son: orar juntos, leer la Biblia juntos, asistir al culto y reuniones que los edifiquen.

Y es así que concluimos con esta serie de reflexiones en torno al matrimonio, como el gran diseño de Dios. Bendiciones y hasta la próxima.

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