No pequéis ni deis lugar al diablo – Efesios 4: 26-27

Meditación sobre Efesios 4:26-27 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Como cada jueves me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo y el día de hoy los invito para que pongamos nuestra atención en los versículos 26 y 27 del capítulo 4 del libro de los Efesios, pero antes voy a leer los versículos del 25 al 32 que dicen de la siguiente manera:

25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

El versículo 23 de este capítulo 4 de Efesios dice: y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y el versículo 24 dice:  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad., y la forma práctica en que debemos renovar nuestra mente y vestirnos del nuevo hombre es la forma de vida en la que vamos a poner nuestra atención los próximos jueves. La cual tiene que ver con un cambio total y la transformación de los creyentes como obra del Espíritu Santo

Y lo que encontramos en lo que resta del libro de los Efesios son mandatos o recomendaciones específicas para, “terminar con el viejo hombre y adoptar el nuevo».
Ahora bien, hace ocho días consideramos la primera de estas recomendaciones específicas: que consiste en dejar la mentira y el día de hoy vamos a considerar los versículos 26 y 27. Por lo que vayamos al versículo 26 que dice:

26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo

“Airaos, pero no pequéis” se parece a una expresión idiomática hebrea, que permite y luego restringe el enojo, en lugar de solo dar una orden.

Y aunque este versículo se autoriza la ira esta autorización va acompañada de tres importantes negaciones: 1.-No pequéis 2.- No se ponga el sol sobre vuestro enojo y 3.- No deis lugar al diablo

Otra traducción de la Biblia dice: “Si se enojan, no pequen” (VP) la cual sería la frase idiomática equivalente en español y otra forma de decirlo sería “No pierdan los estribos, sino asegúrense que su enojo es correcto”

Y nos llama la atención que este versículo reconoce que hay algo así como un enojo cristiano que está en contra de la propagación del mal.

Al respecto Armitage Robinson dijo que La Escritura enseña claramente que hay dos clases de ira, una correcta y la otra incorrecta.

Y en los tiempos en que vivimos debemos tener dos tipos de ira correcta:

  1. En primer lugar, de “santa indignación” contra todo tipo de pecado y
  2. Cada creyente debe tener ira contra sus propios pecados

Un ejemplo de ira correcta es la ira de Dios que encontramos en Efesios 5:6 que dice: Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Y todos sabemos que la ira de Dios es justa. También lo fue la ira de Jesús.

Y Armitage Robinson agrega que en el mundo contemporáneo hay una gran necesidad de la ira cristiana, ya que como seres humanos transigimos es decir consentimos el pecado de una manera como Dios nunca haría.

Y al enfrentamos con el mal y el pecado debería indignarnos y no ser tolerantes, sino enojarnos y no mostrarnos apáticos.

Ya que, si Dios odia el pecado, su pueblo también deberíamos odiarlo y si el mal provoca su ira, también debiera provocar la nuestra, tal y como dice el Salmo 119:53: Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos Que dejan tu ley.”

En cuanto a la IRA INCORRECTA

Hendricksen dijo que las palabras airaos, pero no pequéis están relacionada con la ira incorrecta, contra el prójimo sobre todo cuando fácilmente genera odio y resentimiento, y provoca un estado de ánimo airado, con un semblante huraño con señal de odio y de actitud que no perdona.

Respecto a la ira incorrecta Efesios 4:31 dice Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Por lo que la “ira” incorrecta contra el prójimo es una más de la lista de cosas desagradables que debemos quitar de nosotros.

Debemos estar seguros de que nuestra ira no procede del orgullo herido, de rencor, malicia, y de un espíritu con deseo de venganza.

Ahora bien, la segunda negación que encontramos en el versículo 26 respecto a esta ira incorrecta dice:

no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

Phillips, parafraseando este pasaje dijo: “nunca te acuestes enojado” y otro comentarista dijo: ‘Que el día de tu ira sea el día de tu reconciliación’.

Y esto es para advertimos que no debemos “acariciar” la ira ya que es peligroso dejar que las brasas de la ira se mantengan encendidas durante la noche por lo que debemos acabar con nuestro enojo y pedir disculpas o reconciliarnos con la persona afectada antes del anochecer.

Un ejemplo práctico de esto lo tenemos en el matrimonio en el cual los cónyuges “Nunca deben irse enojados a la cama”, lo cual es una muy buena regla para el esposo y la esposa.

En el Antiguo Testamento un prestamista que tomaba la túnica de una persona pobre como prenda debía devolverla “cuando el sol se ponía”, para que este pobre no tuviera frío y pudiera dormir con ella, y un patrón que tuviera sirvientes pobres y necesitados debía pagarles sus salarios diariamente “antes de que el sol se pusiera”.

La enseñanza aquí es que no debemos permitir que el día termine con enojo y resentimiento y no debemos esperara hasta que amanezca el nuevo día, sino antes de que el sol se ponga otorgar un perdón genuino no sólo de palabra sino de corazón, que se, manifieste de tal modo que el prójimo haya sido beneficiado mediante el perdón.

FF Bruce dijo que cuando una persona se enoja es demasiado fácil dejar que la ira se exceda por falta de control, y justa indignación y puede degenerar en un resentimiento pecaminoso, e incluso puede convertirse en el primer paso en el camino que conduce incluso al asesinato.

Ahora bien, respecto al enojo y la ira nuestro Señor y Salvador Jesucristo dijo en Mateo 5:22. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.

Vayamos ahora al versículo 27 que dice

27 ni deis lugar al diablo

Y esta tercera advertencia es muy importante porque el diablo rápidamente va a aprovechar la oportunidad para cambiar nuestra indignación, sea justa o injusta, en agravio, rencor, en una fuente de ira, y de resistencia al perdón.

La instrucción que aquí tenemos, es que desde el comienzo mismo el diablo debe ser resistido Santiago. 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Armitage Robinson dijo que en cuanto a la ira mala la frase «dar lugar al diablo» significa darle entrada o lugar o campo para la acción, que interrumpe de inmediato la relación de amistad y comunión entre un miembro y otro en la iglesia que es el cuerpo de Cristo, y da lugar a una oportunidad inmediata para la entrada del espíritu maligno.

No debe concedérsele lugar alguno, ninguna entrada, ningún punto de apoyo donde colocar un pie. No se le debe ceder en ningún punto ni transigir con él en aspecto alguno. No debe dejársele ninguna oportunidad para aprovechar nuestra ira y lograr sus siniestros propósitos.

CONCLUYO

Con tres recomendaciones: 1) Debemos ejercer un control firme sobre nuestra ira y 2) Debemos limitar la duración del enojo cuando mucho hasta que termine el día, es decir al final del día debemos relajarnos y deja ir la tensión, 3) Por otra parte, en muchas iglesias hay gente enojada y el diablo anda alrededor de la gente enojada, esperando poder explotar esta situación para su propio beneficio, provocando en ellos el odio o la violencia abriendo una simple brecha o un gran abismo de separación en la unión y comunión de los hermanos

 Por eso 1 Pedro 5:8 nos advierte muy claramente y dice:

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar

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