La revelación de Dios por su Hijo amado – Hebreos 1:1-‬4 ‬

Meditación de la serie Epístola a los Hebreos‬‬ por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

El día de hoy vamos a estudiar los primeros 4 versículos del libro de los Hebreos y lo primero que notamos es que nuestro Dios, el único Dios, no tan solo se ha revelado a través de su creación, la cual podemos percibir, apreciar e incluso quedar maravillados y gozar de ella, tanto creyentes como no creyentes, pero más allá de esto Él se ha revelado en su palabra porque es un DIOS que habla y es así como inicia este escrito. Cuando dice:

 “Dios ha hablado “

Y primeramente lo hizo a nuestros padres a través de sus ángeles y profetas, conformando sus primeras revelaciones el Antiguo Testamento donde nos da una promesa de salvación.

Ya en los últimos tiempos, a través de su unigénito Hijo, Cristo Jesús, palabra que conforma el Nuevo Testamento. Dios por medio de su revelación especial da luz y esperanza de vida a un mundo de oscuridad.

Dios nunca dejó de hablarnos, en su sabiduría primero nos dio un plan de salvación empleando a los ángeles y profetas para ello y después en su Hijo hace cumplir su promesa de vida eterna.

Dios se fue revelando a través de la historia, de una manera progresiva, de menos a más, no significando esto que fuera de lo menos importante a lo más importante, sino que de su promesa de salvación al cumplimiento de esta; lo podemos ver cuando a quienes se revela primero no vieron la culminación de su obra redentora, pero durmieron en la fe de que se había de cumplir.

Escogió y formó a sacerdotes, profetas, sabios, y músicos para que fueran sus portavoces; mando calamidades y rescates, conservó siempre un remanente que fueran los testigos de su misericordia y amor para con sus hijos.

Y para concluir su revelación, para proclamar su última palabra, elige a su unigénito Hijo, pues después de Él nada se ha de añadir ni quitar a su palabra, pues esta es testamentaria, Jesús es la revelación más grande que Dios puede dar para que lo conozcamos y cumplir su plan.

Le ha dado la potestad del universo, haciéndolo más grande que cualquier ángel o profeta, por lo que Jehová Dios no solo lo pone sobre el cosmos sino también sobre el mundo venidero, lo hace heredero de todo el mundo.

“Ungido del Señor y aclamado por Dios como su hijo” Salmo 2:8

Por lo que su Nombre queda por sobre todo nombre, por encima de ángeles y profetas y serán suyos los confines de la tierra. A lo dicho por Jesús no se le quitará ni agregará nada pues es la revelación de Dios encarnado, su revelación perfecta, el cumplimiento de su promesa, la manifestación maravillosa de su divino amor.

Amén

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