Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca – Efesios 4:29
Meditación sobre Efesios 4:29 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Muy buenos días, como cada jueves me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo y doy gracias a Dios porque hoy nos permite poner nuestra atención en el versículo 29 del capítulo 4 del libro de los Efesios, pero antes voy a leer los versículos del 25 al 32 que dicen de la siguiente manera:
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Continuamos en la sección del libro de los Efesios donde encontramos una serie de preceptos prácticos relacionados con el mandato general de despojarse del hombre viejo y revestirse del nuevo, de volverse de la vida del error a la vida que pertenece a la verdad
Y hemos estado poniendo nuestra atención desde el versículo 25 del capítulo 4 al versículo 2 del capítulo 5 en donde encontramos seis pecados y recomendaciones específicas: que consisten en 1.-dejar la mentira, 2.- airarse, pero no pecar, 3.- no dar lugar al diablo, 4.- no hurtar más 5.-evitar las malas palabras, y 6.-Hacer a un lado el resentimiento, y la falta de amor
Y ya consideramos cuatro de estos pecados y hoy vamos a considerar el quinto pecado que encontramos en el versículo 29 que dice
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
JOHN STOTT resumió este versículo con las siguientes palabras “No utilices tu boca para mal, sino para bien”
Y como este versículo nos habla del lenguaje, imagínense solo por un momento que todos los seres humanos no pudiéramos hablar. En ese momento, el estilo de vida sobre la tierra sería totalmente diferente.
Y es que el lenguaje es algo muy importante y muy especial que nos distingue de los animales, ya que las vacas pueden mugir, los perros ladrar, los burros rebuznar, los cerdos gruñir, los corderos balar, los leones rugir, los monos chillar y los pájaros cantar,
Pero sólo los seres humanos podemos hablar, gracias a un regalo hermosísimo que Dios nos concedió, ya que cuando que en el momento en que diseño y creó todo nuestro cuerpo con mucho cuidado y de manera maravillosa colocó en nuestras gargantas dos bandas elásticas de tejido muscular localizadas en la laringe que son las cuerdas vocales las cuales nos permiten hablar para comunicarnos unos con otros
Y, el lenguaje además es una de las capacidades humanas que reflejan nuestra semejanza con Dios, porque, así como Dios habla, nosotros también hablamos
Ahora bien, en cuanto al lenguaje, la Biblia en la carta de Santiago nos habla del inmenso poder de la lengua humana, tanto para producir el bien como para producir mal y dice:
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; 8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
Y también al analizar hoy el versículo 29 encontramos que contiene tres frases referentes a la lengua y la primera contienen un mandamiento negativo que dice:
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca
Y lo aquí se nos ordena es que ni siquiera una palabra corrompida salga de nuestra boca
Y ¿Qué significa corrompida? la palabra sapros que está en el texto original en griego y que se traduce como corrompida, es una palabra que se utiliza por lo general para hablar de árboles y frutas en descomposición y podridas. Así que podríamos traducir este texto como “ninguna palabra podrida salga de vuestra boca” o sea ninguna palabra que sea corruptora, pervertidora, e injuriosa
Ya que si la palabra o las palabras que decimos están podridas o putrefactas esto indica que pueden causar algún daño al que la escucha ya que podría tratarse de 1.-algo deshonesto e inmoral, o 2.-simplemente de una falta de amabilidad o vulgaridad.
Jesús nos advirtió del mal uso de las palabras cuando dijo en Mateo. 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Y miren ustedes, hoy en día algunos cristianos que están en el proceso de santificación han confesado que a veces les es muy difícil en ciertas ocasiones limpiar completamente sus mentes de las palabras y la música que utiliza un lenguaje lleno de groserías que es común en los antros, bares y cantinas y aunque odian esa letra y luchan contra ella, y aunque estaban seguros de haberla expulsado para siempre de sus pensamientos, de repente regresa otra vez, lista para invadirlos y torturarlos con su presencia nuevamente.
Y lo mismo sucede también con ciertas frases que contienen palabras sucias o viles y aun blasfemias, que son muy comunes en las conversaciones, y que surgen en momentos de descuido contaminando la atmósfera.
Ahora bien, el único remedio, para este problema además de la oración, es llenar la mente y corazón con lo que es puro y santo, como fruto de ser lleno del Espíritu Santo.
Y Jesús mismo dijo que nuestras palabras tienen una gran importancia, porque revelan lo que está en nuestros corazones y en Lucas 6:45 dijo:
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Y Jesús también nos advirtió que seremos juzgados si utilizamos mal nuestras palabras y en Mateo 12:36 dijo: Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Ahora bien, la segunda frase de este versículo nos ordena que la palabra que salga de nuestra boca sea buena y que esté acorde con el lenguaje que deben utilizar los miembros de la familia de Dios y que además debe tener dos características:
1.- que sea buena para la necesaria edificación,
Y lo que Dios nos ordena aquí es que, en lugar de utilizar un lenguaje vulgar, debemos utilizar nuestro regalo del lenguaje para edificar, es decir para ayudar a la gente a crecer y no para dañarlos o destruirlos.
Col. 4:6, dice “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Y aquí compara nuestras palabras con el el uso de la sal, la cual no sólo sirve para dar sabor a los alimentos, sino que también ayuda a evitar que los alimentos se echen a perder.
Y Proverbios 25:11 dice: Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene
Y la segunda característica de la buena palabra que encontramos en la tercera frase de este versículo dice:
2.- a fin de dar gracia a los oyentes.
Y aquí agrega que nuestras palabras además de edificar, deben impartir gracia a los que las escuchen, es decir, para que reciban beneficio espiritual.
Nuestro Señor Jesucristo nos dio el ejemplo como dice Lucas. 4:22: Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca
Concluyo
- El dejar de utilizar las palabras corruptas o podridas es otro ejemplo práctico de despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo, es decir, es un cambio total en la actitud moral
- Si somos realmente una creación nueva de Dios, y miembros de la familia de Dios y ciudadanos del reino de Dios debemos cuidar nuestras palabras y conversaciones.
- Y en lugar de herir a la gente con nuestras palabras, Con la ayuda del Espíritu Santo de Dios debemos siempre ayudarla, alentarla, alegrarla, confortarla, y estimularla siendo siempre de bendición para todos aquellos que nos rodean, con quienes nos relacionamos diariamente.
Proverbios 12:18: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina
- Y si alguno tiene dificultad para que su lengua deje de pronunciar palabras podridas, debe obedecer la orden de Ro. 12:21 que dice “no seas vencido de lo malo sino vence con el bien el mal”.
Para que, en vez de que de su boca salgan palabras corrompidas o algunas como golpes de espada, ahora salgan palabras que sean para edificación que den gracia los oyentes y que además sean también medicina. Amén