EL CRISTIANISMO INSTITUCIONAL

Un domingo en la tarde, hace tiempo, recibí una llamada telefónica de larga distancia, de un señor que se encontraba en el aeropuerto de Denver, Colorado, en los E.E.U.U. Tenía que pasar algunas horas en el aeropuerto entre vuelos, y había hablado con alguien que me conocía, y sabía que yo, además de ser predicador era profesor universitario. Me explicó que trabajaba con una organización misionera que trabajaba parte de “el cristianismo institucional”, o sea de la iglesia como institución libre, como él decía, de la organización eclesiástica. Esto me causo alguna sospecha porque yo creo y estoy seguro que, según la Biblia, la evangelización u obra misionera no tiene como fin el que la iglesia sea una evangelización incompleta, una obra misionera a medias. Luego me explicó que yo no entendía bien y que necesitaba más explicación en cuanto a su proyecto. Luego me mandó por correo más información sobre su proyecto.
El propósito de su organización era, como una bolsa de trabajo, el de buscar oportunidades en la industria, en las universidades, y en organizaciones culturales que ninguna relación tenía con “el cristianismo institucional”, para colocar en los lugares de trabajo a cristianos profesionistas que dieran un testimonio cristiano. Buscaba entre las iglesias personas de varias profesiones para luego colocarlas en trabajos donde podían ejercer su profesión y con su trabajo y presencia dar testimonio en lugares donde normalmente no se podía entrar con el evangelio. Me explicaba que todos los candidatos tenían excelentes habilidades y la debida capacitación para el buen ejercicio de su profesión y, además, todos tenían una preparación teológica suficiente como para poder presentar el evangelio al nivel del entendimiento de sus colegas, este señor que me hablaba pensaba que posiblemente yo pudiera ayudarle a colocar a algunos de los “misioneros” que buscaban oportunidad.
Me hizo pensar en la iglesia “Berith”. Nosotros también somos una agencia del mismo tipo. Nuestro fin es colocar creyentes preparados para testificar en los distintos oficios y profesiones representadas entre nosotros. Es el trabajo de cada creyente. La iglesia tiene que preparar a sus miembros para hacer este trabajo. Cada cristiano debe prepararse bien para desempeñarse con esmero en su oficio o profesión y, además, debe crecer espiritualmente, en el conocimiento de la Palabra de Dios y su mensaje. Esta preparación la conseguimos en la iglesia, en sus cultos, en la escuela dominical, en los estudios bíblicos, en las sociedades y en su comunión, para servir como misioneros dondequiera que estemos. En la iglesia “Berith” tenemos que tomar en serio esta tarea.

Iglesia Nacional Presbiteriana Berith, boletín Buen Óleo domingo 16 de Julio 2023.

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