Todo lo puedo en Cristo que me fortalece – Filipenses 4:13

Meditación sobre Filipenses 4:13 por el Diácono Gonzalo Peña
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

 ¡Las Adversidades de la vida son reales!, todos tenemos dificultades que nos abaten y nos apenan, a veces el sufrimiento parece más de lo que podemos soportar.

En Jesús nuestro Salvador aprendemos algunas grandes lecciones sobre el sufrimiento.

Nuestro Salvador, desde que fue arrestado, llevado ante el concilio interrogado ante Pilato y cuando fue sentenciado a muerte va en el camino al calvario él hizo frente a su muerte con un sentido práctico y lo hizo como un instrumento por el cual trajo redención al mundo (Mateo 26:47 a 27:50).

De la misma manera podemos hallar victoria en el sufrimiento debemos hacernos estas preguntas ¿cómo afrontamos la aflicción? ¿nos amarga o nos ayuda a ser mejores? Si permitimos que el sufrimiento tenga un efecto creativo esto puede servir para que nuestro carácter se ahonde y nuestra vida tenga un mayor significado, uno de los ejemplos de sufrimiento es el en el antiguo testamento el profeta Oseas su esposa lo abandonó por otro hombre y su corazón se quebrantó, no obstante Oseas usó esta experiencia para descubrir el gran amor de Dios por su esposa, Israel.

En versículos anteriores aquí en filipenses 4 el apóstol Pablo nos dice que él se gozaba en el Señor, él se contentaba cualquiera que fuera su situación, podía vivir humildemente, en escases o en abundancia, estaba enseñado para estar saciado como para tener hambre, para tener abundancia o tener necesidad. ¿Cómo podía hacerlo? ¿cómo lograba esto el Apóstol Pablo?, Jesús era su Señor y amigo, Jesús lo sustentaba, cuidaba y lo protegía porque su fortaleza estaba en Cristo.

Con la fortaleza que Cristo nos da somos capaces de hacer frente al sufrimiento mediante su presencia dentro de nosotros, podemos comprender el sufrimiento que nos permite identificarnos y comparecer a otros esto embellece nuestras vidas por eso debemos de pensar que no todo es fácil y placentero, sino que debemos de luchar y obtener la victoria sobre las pruebas y la adversidad con Cristo.

Podemos hacer frente a la tentación.

Con la presencia de Jesús en nuestro corazón es la mayor seguridad y por cierto la única seguridad que tenemos para poder vencer la tentación.

Recordemos cómo Jesús hizo frente a la tentación cuando fue llevado al desierto para ser probado el diablo trató por tres veces de comprometer al Señor con una acción cuestionable a cada propuesta del diablo, Jesús replicó con una cita de la palabra de Dios,

  Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres el hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan, Jesús le contesta No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

 Entonces el diablo le llevo a la santa ciudad y le puso en el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandara acerca de ti, y en sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.

Jesús le contesta Escrito está también: No tentaras al Señor tu Dios y por último lo llevo a un monte muy alto, y le mostro todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Entonces Jesús le dijo: Véte, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás. Jesús había acumulado en su mente y corazón las escrituras del Antiguo Testamento y podía recurrir a ellos al instante.

En momentos de necesidad nosotros no solo tenemos el Antiguo Testamento sino también el Nuevo Testamento, la Biblia completa la palabra de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo podemos echar mano a de toda la sabiduría que Jesús nos ha enseñado y proporcionado.

Podemos hacer frente a la muerte. Nosotros debemos recordar y nunca debemos olvidar el hecho de que la salvación es ante todo una liberación de la penalidad impuesta sobre el pecado esto quiere decir que hemos sido salvados del infierno y que tenemos la entrada franca al cielo.

Jesús dijo claramente en muchas ocasiones que hay un lugar de castigo aguardando la persona que rechaza la salvación también hay un cielo para alcanzar. Jesús dijo a sus discípulos en la casa de mi padre muchas moradas hay si así no fuera yo os lo hubiera dicho voy pues a preparar lugar para vosotros esto está en Juan 14:2.

Teniendo a Jesús como el salvador podemos afrontar el asunto de nuestro destino eterno con absoluta seguridad nuestros pecados están bajo la sangre de Jesús hemos sido justificados de nuestros pecados y nunca podemos ser condenados esa es una promesa que Dios nos ha dado y debemos recordar que el verdadero poder está en la persona divina de Jesucristo.

Que puede utilizar y controlar nuestros corazones, así como el viento es capaz de llenar y propulsar las velas de un barco, sin embargo, este poder puede solamente obrar cuando nosotros suministramos los medios extendemos la mano de la fe del mismo modo que el marinero despliega las velas para recibir el viento, la fe tiene un éxito y confirma su acción porque Dios está presente en cada uno de nosotros, nuestra fe entra en la esfera de una experiencia personal con El Salvador. ¿tenemos esta fe y este poder en nuestra vida? Si no es así rindámonos al Salvador hoy.

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