Cristo superior a Moisés – Hebreos 3:1-‬6

Meditación de la serie Epístola a los Hebreos‬‬ por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno este, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

En el versículo uno de este capitulo el autor identifica al creyente como “hermanos santos”, apartados para Cristo, hemos sido separados del mundo porque ahora tenemos un llamado celestial, nuestra ciudadanía ya no es de este mundo sino del glorioso reino de Dios, así como el pueblo de Israel fue apartado para ser Pueblo de Dios así nosotros los seguidores de Cristo, sus testigos, somos apartados para ser de Él y tenemos un llamado celestial.

El escritor de Hebreos sigue exaltando a Jesús por sobre todo profeta, y en esta porción del libro no es la excepción, aun cuando sale a relucir Moisés entre ellos, pues fue enviado especialmente por Dios para sacar a su pueblo de Egipto y librarlos de su condición de servidumbre.

Moisés siendo un caudillo tiene una relevante importancia ante el pueblo de los hebreos ya que es el medio que el Señor utilizó para mostrar tanto a ellos mismos como a los egipcios el poder para llevarlos a la tierra de Canaán y dar libertad a su pueblo; así también fue enviado Jesús, para hacer un llamado al Pueblo Santo, un llamamiento que nos dice Calvino es «un llamado del Cielo y para el Cielo, un llamado celestial».

Moisés tiene una importancia especial entre el pueblo judío pues realmente el trabajo que realizó fue un parteaguas para esta nación, les dió libertad, les guío por el desierto durante 40 años para que conocieran a su Dios y aprendieran a confiar plenamente en Él, los condujo a la Tierra prometida y la repartió.

Pero nada de esto fue por méritos propios de Moisés, sino que Dios fue quien guíe todas sus decisiones y sus pasos, Moisés solo fue obediente a lo que Jehová le ordenó y cuando no lo hizo sufrió la consecuencia, más siempre buscó hacer la voluntad de su Señor, se sometió a Él.

El apóstol Jesús, así llamado por única vez en toda la Biblia, nos hace suponer que el título en particular es para distinguir entre Moisés y Jesús pues en seguida le da el nombramiento de Sumo Sacerdote.

Nuestro Apóstol y Sumo Sacerdote, Cristo Jesús; el escritor de Hebreos nos exhorta a ver a Jesús como apóstol, esto es enviado por Dios, y a que le reconozcamos como nuestro Sumo Sacerdote, intercesor de su pueblo ante el Señor; y siendo hijo de Dios, Dios mismo, está por encima de cualquier persona importante en la historia del pueblo elegido como lo fue Moisés. Recordando que Aarón fue el primer Sumo Sacerdote y fue ordenado por su hermano Moisés por orden de Dios, pero ahora nuestro Apóstol y Sumo Sacerdote es Jesús quien está por encima de Moisés pues es enviado por el Padre para conducirnos a la patria Celestial, siendo el Hijo de Dios, le es obediente al Padre y hará en cada uno de nosotros su morada, vivirá en nuestros corazones, y de su mano recibiremos la salvación.

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